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Con sus enormes patas y unas pinzas letales, este monstruo de las profundidades es ya el mayor cangrejo visto en Gran Bretaña. Pero sorprendentemente, el artrópodo –que mide casi tres metros de pinza a pinza- aún esta creciendo, y podría vivir hasta los 100 años. Con el sobrenombre de “Crabzilla” por el monstruo gigante de ficción, la centolla japonesa tiene el cuerpo del tamaño de un balón de baloncesto, y sus patas tienen la envergadura de un coche. Pueden medir la barbaridad de 4,5 metros. El cangrejo, de la especie Macrocheira kaempferi, fue capturado en el océano Pacífico por un pescador y ahora ha sido importado a Gran Bretaña, donde será exhibido en el Nacional Sea Life Centre en Birmingham.
Fuera del agua el cangrejo parece cojo y lánguido porque no puede cargar con sus pesadas extremidades. Pero en su propio hábitat, hasta los 760 metros de profundidad en las frías aguas del océano, es un depredador letal. Sin embargo, también tiene sus propios depredadores: los humanos, ya que en Japón se le considera todo un manjar.
Graham Burrows, cuidador del Nacional Sea Life Centre de Birmingham, dice que “se rumorea que estos cangrejos pueden medir hasta cuatro metros. Nuestro tranque abierto por arriba tiene las aguas extremadamente frías que Crabzilla necesita, y será su casa hasta finales de marzo. Hace que los otros cangrejos que hay aquí parezcan pequeños, pero no es agresivo y no tienen nada por lo que preocuparse. Ha pasado ya tiempo en cuarentena y finalmente será trasladado al centro Sea Life en Blankenberge en Bélgica”.
Añade que “El cangrejo gigante japonés es el mayor miembro conocido de la familia de artrópodos, que incluye todos los invertebrados con extremidades articuladas. Las extremidades frontales de Crabzilla son los brazos que utiliza para alimentarse, cada uno de ellos mide un metro y medio de lardo y termina en unas pinzas considerables. Son un manjar japonés que normalmente se sala y cuece al vapor, pero en primavera está prohibido comerlos porque es cuando ponen los huevos”.