El submarino soviético, que transportaba tres misiles balísticos armados con cabezas nucleares, representaba una oportunidad de oro para la inteligencia estadounidense si lograba reflotar la nave y examinarla.
La agencia de inteligencia estadounidense CIA acaba de abrir parcialmente sus archivos, por primera vez, sobre un proyecto ultrasecreto llevado a cabo durante la Guerra Fría para reflotar un submarino soviético en el Océano Pacífico en 1974.
Esta ambiciosa operación de alto riesgo, bautizada 'proyecto Azorian', permaneció bajo el manto del secreto durante décadas. Pero la CIA permitió a la organización independiente Archivos de Seguridad Nacional publicar el viernes los documentos desclasificados recientemente sobre este caso.
Esos documentos, extraídos de un artículo de 50 páginas escrito para una publicación interna de la CIA, detallan el proyecto aprobado en la época de la presidencia de Richard Nixon.
Un buque, el 'Hughes Glomar Explorer', fue especialmente construido para el proyecto de reflotamiento del submarino soviético.
En 1975, artículos de prensa habían revelado la existencia de esta operación, pero la CIA rehusó confirmar su veracidad, incluso después del fin de la Guerra Fría.
"Mantuvieron el secreto durante años", dijo a AFP John Prados, autor del informe y analista de los Archivos de Seguridad Nacional. "La publicación de ese artículo nos permitió progresar enormemente en nuestro conocimiento" sobre el tema, precisó.
La historia comenzó después de que el submarino soviético 'Golf-II', matriculado K-129, se hundiera tras un incidente ocurrido en el Océano Pacífico, a unos 2.500 kilómetros de Hawai.
El submarino soviético, que transportaba tres misiles balísticos armados con cabezas nucleares, representaba una oportunidad de oro para la inteligencia estadounidense si lograba reflotar la nave y examinarla.
El documento desclasificado contiene pasajes tachados, no revelados, y no responde a la pregunta sobre si la operación tuvo éxito o no, y sobre qué hizo la CIA con el submarino y las cabezas nucleares soviéticas.
Periodistas e historiadores llegaron a la conclusión que el resultado del reflotamiento no estuvo a la altura de lo esperado por los estadounidenses. Solo algunas partes del sumergible habrían sido traídas a la superficie y los elementos más importantes para la inteligencia permanecen en el fondo del mar.
"¿Entonces, el 'proyecto Azorian' fue una pérdida de tiempo y de dinero?", se pregunta Matthew Aid, miembro de los Archivos de Seguridad Nacional. "No sabremos nada sobre eso hasta que la CIA no desclasifique el resto de ese artículo, así como otros documentos vinculados a esa operación", escribió Aid.
Según el documento de la CIA, el presidente Nixon apoyó personalmente la creación de un grupo de trabajo en 1969 para intentar la recuperación del submarino, pese al desafío técnico que representaba el reflotamiento de la inmensa nave desde unos 5.000 metros de profundidad.
A pesar de la reticencia de altos responsables militares, el presidente concedió la luz verde definitiva al proyecto en 1972 y la operación finalmente tuvo lugar en el verano de 1974, según la agencia de inteligencia.
La misión secreta fue objeto de seguimiento por parte de la marina soviética. Fue dada la orden de preparse para "una destrucción de urgencia de todo documento sensible que comprometiera la misión si los soviéticos intentaban abordar el navío" norteamericano, se lee en el artículo de la CIA.
En 1992, el director de la CIA en aquel entonces, Robert Gates, actual secretario de Defensa, informó de la operación al entonces presidente ruso, Boris Yeltsin, al presentarle una película que mostraba el funeral de seis miembros de la tripulación del submarino, cuyos cuerpos fueron recuperados de la nave hundida.