El Gobierno de Gibraltar ha alertado hoy de la presencia de "fragatas portuguesas" (Physalia physalis) -también conocida como "agua mala" o "botella azul"- en el Estrecho de Gibraltar, lejos de su hábitat natural.

Se trata de una especie similar a la medusa que habitualmente se encuentra en las zonas cálidas del Pacífico, del Índico y en la corriente del Golfo Atlántica, cuya picadura provoca síntomas como dolor, hinchazón, fiebre, dificultades respiratorias y vómitos.

La Policía de Gibraltar dio aviso del avistamiento de cerca de 20 ejemplares esta mañana a unos 50 metros de las costas gibraltareñas de Camp Bay y Rosia Bay, próximas a la Línea de la Concepción (Cádiz).

Las autoridades recomiendan a los usuarios, buceadores, pescadores y bañistas que se mantengan alejados de la zona porque son "extremadamente peligrosas".

Tanto el Gobierno de Gibraltar como Verdemar Ecologistas en Acción han indicado que la presencia de las "fragatas portuguesas" en la zona es poco frecuente y que puede deberse a los cambios recientes en las condiciones del viento.

Sus tentáculos conservan su potencial tóxico incluso días después de haber muerto o tras haberse desprendido del cuerpo, por lo que es peligroso tocar los especímenes muertos sobre la arena en el caso de que aparezcan.

La "fragata portuguesa" resulta fácilmente reconocible por su aspecto parecido a una medusa, alargado y transparente con tonos azulados, con un cuerpo de 30 centímetros aproximadamente y cuyos tentáculos pueden alcanzar varios metros de longitud.