Expertos indican que es probable que los calderones persiguieran un banco de peces hasta la bahía y que al bajar la marea quedaron atrapados en las playas.

Quince ballenas piloto (Globicephala melas) murieron tras quedar varadas en una playa cerca de la ciudad neozelandesa de Christchurch (Isla del Sur), a pesar de los intentos de voluntarios por devolverlas al mar.

Según difundió el canal TVNZ, medio centenar de ballenas piloto o calderones quedaron atrapadas en la bahía de Port Levy durante la noche, aunque se ha logrado salvar a unas 35.

Mark Simpson, experto del grupo Proyecto Jonás, explicó que es probable que los calderones persiguieran un banco de peces hasta la bahía y que al bajar la marea quedaron atrapados en las playas.

Las aguas de Nueva Zelanda forman parte de la ruta que hacen las ballenas que se dirigen o proceden de la Antártida.

La ballena piloto es un cetáceo de frente abombada y cuerpo robusto que puede alcanzar los seis o siete metros de longitud.