Es un pez, pero no es un animal. En realidad, es un 'robot-pez', desarrollado por la tecnología japonesa. Lo han construido en Osaka, y su finalidad es grabar la vida marina porque en realidad es una cámara, aunque probablemente ni los mismos peces se den cuenta de la diferencia.

Observar a los peces y la vida marina en general en su hábitat natural. Eso es lo que van a hacer los científicos que iniciaron este proyecto, gracias a las imágenes que les sirva 'Robofish', al que se ve muy confortable en el agua, nadando de un lado para otro.

'Robofish' funciona gracias a una batería de litio, pero uno de los problemas que deben resolver es su autonomía de trabajo. De hecho, se está desarrollando un prototipo mucho más grande para poder trabajar en los océanos.

De momento, no obstante, el proyecto está en su fase inicial porque quedan muchas variables por ajustar para que 'Robofish' pueda comenzar su trabajo en el agua. Una de ellas es el peligro de ser comido por un pez más grande que no sea capaz de distinguirlo de un animal real.