Gracias al biólogo Julian Finn podemos ver unas de las imágenes más curiosas del mundo animal. Afortunado él que contempló en vivo y filmó a un pulpo con un extraño comportamiento que se presta a muchas interpretaciones.
Finn estaba buceando por la aguas de Sulawesi, en Indonesia, cuando se encontró con un pulpo corriendo con una cáscara de coco bajo sus tentáculos. Siguió al animal e investigó para qué quería un coco vacío. Se dio cuenta de que ésta especie de pulpo los usaban como refugios, para protegerse frente a los depredadores.
Según Finn: "Es la primera vez que se detecta el uso de artilugios en animales invertebrados. Hasta el momento sólo se había documentado tal nicel de uso de útiles en algunos mamíferos y pájaros".
La cuestión es que los pulpos Amphioctopus marginatus utilizan el coco como herramienta de cobertura, para hacer de pulpo-platillo volante o, simplemente, para disfrazarse de coco. Suelen llevar encima dos cáscaras de coco. Las transportan de una forma muy característica, que Finn bautizó como “caminar con zancos", pero parece más un pulpo extraterrestre corriendo por el fondo sobre la punta de los tentáculos como si fueran ruedecillas.
Cuando sienten peligro, los pulpos usan las mitades del coco como escudo y casco; pero llegado el momento, se colocan dentro de una mitad y se tapan con la otra, dando el aspecto de un simple coco cerrado tirado en el suelo.
Viendo el afortunado vídeo de Julian Finn, no es de extrañar que, en ese desolado entorno, este pulpo con “complejo de ermitaño” no hace más que aprovechar lo que la naturaleza pone en sus tentáculos: cocos llegados de las cercanas islas que sirven de refugio donde no hay sitio para refugiarse.
Ahora, la pregunta es: ¿cómo están tan perfectamente abiertos los cocos? Para ver el video de Julian Finn en YouTube, pincha aquí.