Los peces que habitan en las barreras de coral pueden sufrir importantes trastornos de conducta y volverse incluso más agresivos si el agua en la que viven se calentase como consecuencia del cambio climático. Ésta es la conclusión que se desprende de un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, situada en Australia.

Los resultados revelan que un ligero aumento de la temperatura del agua cercano a los dos grados provoca que los peces se vuelvan hasta 30 veces más agresivos y activos. El metabolismo de estos animales se acelera así de manera rápida con el incremento de la temperatura del agua. Además, indican que con este aumento de la actividad los peces se vuelven más llamativos, por lo que tendrán más difícultades para escapar de algunos depredadores. "Un pez que nada solo en su entorno y es activo en todo momento será más visible para un depredador que un pez que es más tranquilo", dijo Peter Bio, uno de los responsables del estudio.

El científico explicó que la idea de que un pez pueda tener personalidad puede resultar "sorprendente a primera vista", pero defendió que es importante si los investigadores quieren comprender cómo responden los animales a los desafíos ecológicos. De momento, los autores del trabajo desconocen cuáles serán los efectos a largo plazo del cambio climático sobre los corales, aunque sospechan que algunas especies podrían adaptarse bien a las nuevas condiciones del mar.