Curacao, que suena como Colacao... ¡qué recuerdos!



Demasiado tiempo en el mismo lugar no es nuestro estilo… así llega nuestra decisión de irnos unos meses de ruta y conocer otros lugares, otros buceos… y… ¿ por qué no las Antillas holandesas?

Desde Miami volamos a Aruba, pasamos unos días allí… pero ni el buceo ni el ambiente era lo que buscamos… no nos termina de convencer… la idea al principio era la de un lugar tranquilo pero al mismo tiempo exótico, así que mi compañera y yo tomamos un avión, una hora de vuelo y aterrizamos en Curacao, capital Willemstad,. La ciudad es distinta a Aruba pero continuamos estando en una ciudad, cruceros que vienen y van, movimiento… Decido contactar con un conocido y siguiendo sus recomendaciones nos dirigimos a la parte oeste de la isla, en Westpunt, alquilamos una casita al lado de la única tienda de buceo de la zona, lugar dónde trabajaremos de vez en cuando, Ocean Encounters West. Su gente es maravillosa, les sentimos cercanos y además….nos prestan una furgoneta, ¿qué más se puede pedir?

Tenemos entonces la casita, el coche y un mapa de la zona, todo añadido a ¡muchas ganas de meternos en el agua! Hacemos todas las inmersiones posibles desde la orilla, fácil… llegar, aparcar, prepararse y a bucear repitiendo el ejercicio en varios lugares de buceo haciendo 4 inmersiones al día.

Playa Kalki impresionante lugar a 3 minutos de nuestra casa, su contraste entre la arena y los corales hacen de ella un lugar especial, encontramos tortugas, caballitos de mar y enormes morenas.


Playa Jeremi, playa Manzanilo, playa Shon Mosa, playa Largu, Casabau son varios de los lugares con entrada fácil y una visibilidad excelente, una serie de buceos irrepetibles y de fácil acceso, de hecho, lo que hace Curacao excepcional es su manera de bucear, su costa es de muy fácil acceso y la mayoría de puntos están marcados, tienen rampas y escaleras de acceso y a menos de 20 metros puedes aparcar con el coche, las entradas al agua son fáciles, con buena visibilidad y un muro a seguir a gusto del buceador.


Desde la orilla no se accede a todos los buceos, también hay buceos impresionantes para los cuales se necesita una barquita, como el de Watamula, Mushroom Forest, Klein Curacao, Superior Producer…



La verdad, es que la variedad de buceos que hay en Curacao dan mucho de sí, además se va uno juntando con los buceadores que hay por la zona y va
descubriendo día a día un poco más de la isla.

Es por eso que os voy a describir uno de los mejores buceos que hice allí durante mis tres meses de estancia:


Playa Shon Mosa



Son las 9 de la mañana, y después de un buen desayuno a base de huevos
revueltos, tostadas y leche con colacao, que aun que parezca mentira lo
venden también allí, cargamos todo en la ranchera.
Unos cuantos tanques, el material y un pica pica, pues nunca sabes lo que vas a tardar o las inmersiones que haces… ¡Lo que el cuerpo resista y el ordenador de buce permita !

Tenemos pensado ir a Playa Shon Mosa, y luego a Playa Largu. Cuando miramos las reseñas o los mapas, los nombres cambian o bien están escritos en
Ingles o en Papimento, el idioma de los locales, sobran haches o faltan
vocales……… pero es cierto lo que dicen que preguntando se va a Roma y ahí llegamos, no a Roma, a Shon Mosa, una cala pequeña, solitaria, con piedras pequeñitas y redondas que te acarician la planta de los pies cuando andas sobre ella. Estamos solos mi compañera y yo, y tras unos minutos de contemplación nos disponemos a entrar en el agua cristalina y transparente, su transparencia deja ver los corales desde la superficie…… para esta inmersión no llevamos cámara, pues tenemos una corazonada, hace un par de días han visto un tiburón martillo por allí, cosa no muy usual, y somos de los que creemos que cuando lo buscas no lo encuentras. Entonces, buceo sin cámara… ¡a probar suerte!!!



Entramos en el agua, está a 28 grados, y que conste que no es de lo más caliente pues estamos a finales de febrero, no llevamos más que el bañador y el equipo de buceo………… ¡qué gusto, qué libertad !! ¡Qué sensación!

Entramos acariciando la arena y después de un par de metros,
nos ponemos las aletas… chequeo rápido y hacia abajo empezamos a unos 2
metros de profundidad y vamos siguiendo la pendiente que va ganando
profundidad, a medida que van brotando más y más corales.
Los hay de todos los tipos y de todos los colores, ¡qué fotos!... pienso, y mi compañera me hace el digno de fotografiar con las manos, ¡no se puede tener todo!
Vamos a seguir a ver si vemos al famoso tiburón martillo, seguimos las
formaciones de corales, les van brotando corales blandos que titubean con la
poquita corriente que hay , los arbolitos de Navidad acaban de darle color y
los parches de arena brillo ¡qué espectáculo! Seguimos, nos saluda una
tortuga mientras se aleja y se deja admirar un caballito de mar morado. Las
morenas espoteadas están por todos los lugares y los peces obispo alegran
con su bailar los agujeros en que se ocultan.
Intentar describir los peces, sería un nunca acabar y del entorno ya ni te cuento…
Mi compañera me hace un gesto, es hora de volver, estamos a unos 30 metros de profundidad y la visibilidad sigue siendo impresionante, vamos subiendo progresivamente, otra tortuga, o será la misma… los colores se siguen
sucediendo, ahora la corriente nos empuja suavemente… una morena verde, es
tanto o más grande que nosotros, está en un pequeño parche de arena dejándose
limpiar la boca por unos peces limpiadores.
Llegamos a un coral enorme que habíamos tomado como referencia al entrar, estamos cerca de la salida.
Todo lo bueno se acaba. Llevamos ya una hora y 15 minutos, el tiempo no vuela, ¡bucea! Es hora de salir.

Con la emoción de los colores y la sensación de flotar entre ellos nos hemos olvidado de uno de nuestros objetivos.. ¿hoy no tocaba el tiburón martillo? Otro día será … Salimos del agua.
Dejamos el equipo en la parte trasera de la ranchera y nos sentamos en la playa aún desierta, cancelamos nuesta segunda inmersión, ella no se encuentra muy bien, nos estiramos en la playa, ¡ qué vida la nuestra !



Como os he dicho esa fue tal vez mi mejor inmersión en CURACAO, la primera razón es obvia y está descrita en las líneas interiores, y aunque no este muy bien redactada amigo buceador añade tus experiencias a mi descripción y crea tu propia inmersión o ¿no?
La segunda razón es que el malestar que sentía mi compañera, no era nada más que los síntomas de embarazo, se acabaron sus buceos en Curacao, ya habrán más ocasiones…ahora somos tres los que a la sombra de una palmera en el Caribe Hondureño nos tomamos nuestro COLACAO recordando nuestros buceos en las Antillas Holandesas.



Bien amigos hasta aquí mi pequeña incursión en los buceos en curacao, en dónde después de tres meses y unos 200 buceos me lleve un muy buen sabor de
boca y que compartí con los delfines en un par de buceos, una manta raya y
los incontables peces y corales que colorean y dan vida a esa magnífica
isla, espero que os haya gustado, y si es así ya estoy preparando mi
¡próximo relato!