El triunfo contra Odissey cambia para siempre la industria cazatesoros

Políticos, juristas y arqueólogos de España y el extranjero celebran la sentencia y miran hacia el futuro

Felicitaciones y preguntas por el destino de los bienes expoliados de la fragata «Mercedes» tras la victoria española contra Odyssey en los tribunales de EE.UU. Desde Soraya Sáenz de Santamaría, pasando por los ministros Margallo y Wert, que anunció que las monedas irán a Museos Nacionales (el Naval y el Arqua lo son). También los descendientes de Diego de Alvear, víctima del naufragio en el que murieron su mujer y sus hijos, declaran que la sentencia «ahuyentará a las empresas que tratan de comercializar y lucrarse con la historia de nuestro país», tal y como expresa José María Moncasi.
Pero tal vez aún no somos conscientes del cambio que supone la sentencia que obliga a Odyssey Marine Exploration a devolver a España las monedas expoliadas. Para saberlo ABC destaca una voz sobre el resto, que llega desde la Universidad de Texas: la de un eminente y respetadísimo arqueólogo portugués, Filipe da Castro. «Esta sentencia —dice— cambiará para siempre el negocio de los cazatesoros, porque introduce la ley en un mundo salvaje en el que no había reglas. Hoy el mundo entero está agradecido a España, por tener las agallas de plantarse frente a esta industria y luchar hasta que la justicia ha prevalecido. Creo que hablo en nombre de la comunidad arqueológica cuando digo que hoy es un gran día para el patrimonio marítimo».
Los más importantes arqueólogos subacuáticos españoles añaden a esa frase algunas ideas, sobre todo pensando en el futuro, para que el éxito (como dijo el jurista José María Lancho en su Tercera de ABC) «no nos ponga en evidencia».
«Aun con crisis se puede excavar, como se hace en tierra. España debería abrir varios proyectos en el extranjero», dice un relevante profesional, marcando el camino. Desde Málaga, Javier Noriega, de Nerea Arqueología, muy activo contra los cazatesoros, remacha que «ahora que se han puesto las bases jurídicas y de interés de nuestro Estado, hay que continuar ese camino y poner en valor nuestra historia sumergida, mediante la investigación, la intervención arqueológica y la difusión en un sector en el que España es una de las primeras potencias mundiales».
El jurista Mariano Aznar destaca el precedente que «completa la jurisprudencia: cualquiera que desde ahora exija ante un tribunal los derechos sobre un buque de Estado verá cómo la Corte se declara no competente. Tras esta sentencia y sumando la cooperación con el Gobierno de EE.UU. y acuerdos bilaterales con otros Estados, a España le interesa no perder la ocasión y poner en marcha reformas que ya indicábamos en el Libro Verde, así sobre todo las de la legislación».
Por último, José María Lancho afirma que «de lo que nos devuelvan de la “Mercedes” sabemos que apenas habrá consecuencia científica alguna y hablamos de la mayor extracción de restos arqueológicos submarinos efectuada en Europa. Queda mucho por hacer, entre otras cosas saber si las personas que destrozaron el yacimiento submarino de la fragata “Mercedes” y vaciaron aquella tumba de guerra van a seguir impunes. La respuesta está y debe darla la jurisdicción española desde el Juzgado de La Línea de la Concepción, donde nuestros tribunales pueden gestionar una crisis de tanta repercusión mundial».


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