Bandas de furtivos esquilman el percebe en Costa da Morte

Desde Muxía y Camelle denuncian la existencia de "bandas organizadas"//Dicen que usan potentes planeadoras y equipos de buceo//Aseguran que están identificados, pero falta cogerlos in fraganti

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La lacra del furtivismo lejos de entrar en vías de solución, parece agravarse en Costa da Morte, donde las agrupaciones de mariscadores de Muxía y Camelle denuncian la existencia de "bandas organizadas" que operan día y noche, y que disponen de potentes planeadores y equipos de buceo, lo que les permite esquilmar los mejores bancos y eludir con facilidad a los equipos de vigilancia.


El patrón mayor de Camelle, Xosé Xan Bermúdez, asegura que es un problema que viene de muchos años atrás, pero que se está agravando y, de forma especial, con la llegada del verano. Dice que las referidas "bandas" parten de "Camariñas y están esquilmando el recurso de toda la costa entre Muxía y Malpica".
Se trata de furtivos que trabajan en equipo, ya que según Bermúdez Tajes, en cada lancha suelen ir tres o cuatro personas: el patrón que maneja la embarcación, otro que se encarga de aguantar del cabo, y uno o dos que bajan al fondo con equipos de buceo para extraer los mejores percebes de cada roca.
La mayoría de ellos están perfectamente identificados "y las autoridades también tienen constancia de ello, pero es muy difícil sorprenderlos in fraganti". Hace tan sólo un mes, aseguró el patrón mayor, "sorprendimos a una planeadora en As Baleas, pero cuando llegamos allí elevaron ancla y se fueron a toda velocidad". Intentaron seguirles pero la lancha de vigilancia es mucho menos potente y nada pudieron hacer. Además, añadió Xoán Bermúdez, cuando se ven sorprendidos arrojan el percebe al mar en zonas muy profundas para que no se pueda recuperar, "y así es imposible probar nada".
Entre dichos grupos organizados también hay, según el patrón mayor de Camelle, "un socio de nuestra cofradía, al que ya se le impusieron varias sanciones, y corre el riesgo incluso de perder su permex y de ser expulsado".
Desde la Agrupación de Mariscadores de Muxía, su presidente, Ramón Vilela, ratificó las denuncias del patrón de Camelle, y aseguró que "ahora en verano vienen todas las noches a nuestra costa a esquilmarnos el mejor percebe". El despliegue llega a tales extremos que, explicó, "incluso vienen con coches por tierra para controlar nuestros movimientos cuando vamos a vigilarlos".
Vilela Ferrío también reconoce que es casi imposible "cogerlos in fraganti", por lo que considera que la única solución al problema pasaría "por la unión de todas las agrupaciones y cofradías, y establecer turnos coordinados de vigilancia de día y noche, y así acabarían desistiendo los furtivos". Y es que, añadió, "lo que debemos evitar es que se lleven el recurso, pues la costa está completamente reventada". A las pérdida de los mejores percebes, que son los que están en el fondo del mar, hay que sumar "el daño que ello causa, pues eso impide que se regeneren los bancos, y cada vez hay menos marisco".

CONCIENCIACIÓN. Ante esta situación, el patrón mayor de Camelle, Xoán Bermúdez, cree que los propios furtivos deben ser conscientes de que sus acciones acabarán volviéndose en su contra, "pues esto es pan para hoy y hambre para mañana". Por ello apela a sus conciencias y les pide "que reflexionen, pues si cuidamos los recursos que nos brinda el mar se podrán crear más puestos de trabajo y todo el mundo podrá vivir aquí, sin necesidad de emigrar". Se evitarían además los conflictos y situaciones desagradables como la vivida por uno de sus vigilantes que, hace unas semanas, encontró su coche con múltiples rayaduras.
En su opinión, sería necesario también incrementar la vigilancia sobre los destinos del percebe extraído ilegalmente, que tiene como principales destinos "los restaurantes e incluso el Muro en A Coruña", afirmó.

MALESTAR. Desde Camariñas, su patrón mayor, José Manuel Gerpe, expresó su malestar con las críticas de otras cofradías y aseguró que "antes de acusarnos a nosotros tienen que mirar lo que tienen en sus agrupaciones". En su pósito no constan quejas de los percebeiros.
Quienes sí tienen que combatir el furtivismo son las mariscadoras que se dedican a la extracción de almeja. La presidenta de la agrupación local, Dolores Bermúdez, aseguró que "la crisis está ahí, y la gente se tira a lo que puede". Asegura que es un problema de difícil situación porque cuando sorprenden a algún furtivo, "al final la mayoría se declara insolvente, y luego siguen trabajando". Lo máximo que pueden hacer sus vigilantes, añadió, "es retirarles el marisco cuando son sorprendidos y devolverlo al mar".



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