Polémica por suspensión de patente a compañía
Una nueva polémica surge tras la suspensión por 90 días de la patente de operación turística de la compañía Repregal Cía. Ltda. por parte del director del Parque Nacional Galápagos (PNG), biólogo Edwin Naula.
A esto se suma la detención de embarcaciones con pesca en la reserva marina y otra que derramó combustible, lo que puso en riesgo el ecosistema de las islas Galápagos. en lo que va de este año.
La Dirección del PNG informó que Repregal, propiedad de la familia del asambleísta por Galápagos Alfredo Ortiz (municipalista), fue suspendida por realizar un cambio de itinerario sin autorización en los sitios Punta Suárez, Puerto Egas, Bahía Gardner, Seymour Norte, isla Baltra, playa Las Bachas y Bahía Darwin, del 13 al 15 de febrero pasado.
Al respecto, Ortiz dijo que es una “absurda e insólita sanción que jamás le han impuesto a ninguna otra empresa... Solo por el ‘delito’ de ayudar a otra embarcación a salir de un apuro que por emergencia se les presentó y lo cual les hubiera acarreado demandas internacionales”.
Según la Dirección del PNG, el gerente de Operaciones de Galápagos Adventure, embarcación que opera con el cupo de esa patente, pidió el 14 de febrero el cambio de itinerario respectivo para el crucero, del 13 al 16 de febrero, cuando ya había ejecutado la acción. Agregó que en dicho momento negó la autorización puesto que los sitios Punta Suárez, Bahía Gardner y Seymour Norte estaban sobrecargados de turistas y el 14 de marzo inició el proceso administrativo a la referida empresa. La entidad indicó que no es la primera ocasión que esta embarcación incurre en este tipo de irregularidades.
El asambleísta afirmó: “La acción del director del Parque Nacional Galápagos no es más que una venganza y una orden de lo más alto del poder que pretende callar mi voz”.
En otro hecho, el responsable de Conservación y Uso Racional de los Ecosistemas Marinos del Parque Nacional Galápagos, Mario Villalta, recordó el caso del barco Fer Mary I y de otras diez fibras que fueron encontradas el pasado 19 de julio cuando finalizaban faenas de pesca al este de la isla Genovesa, 20 millas dentro de la Reserva Marina de Galápagos, donde está prohibida la captura, comercialización y movilización de esas especies.
En esta acción se decomisaron 357 tiburones y fueron detenidas 26 personas como presuntas responsables de la matanza, quienes afrontan dos procesos de sanción: uno administrativo, impulsado por el PNG, y otro penal, por parte de la Fiscalía.
La Dirección del PNG inició el proceso administrativo para determinar la sanción correspondiente y el destino que tendrán las naves, artes de pesca y pesca que se retuvieron en este operativo. Adicionalmente, la Fiscalía tomó las medidas necesarias para que este delito sea sancionado penalmente.
Villalta señaló que la pesca se encontraba totalmente congelada y fue devuelta al mar, de acuerdo con el procedimiento que se aplica en estos casos.
Mientras, el pasado 23 de junio, el barco turístico San Juan III se hundió con 700 galones de diésel en Bahía Academia, en Puerto Ayora (Santa Cruz). La nave se volcó cuando estaba sin pasajeros y sus maquinistas realizaban maniobras de traspaso de combustible, lo que generó una investigación para determinar la causa del derrame.
Villalta explicó que en el caso de las embarcaciones Galápagos Adventure y de la Fer Mary I y otras diez fibras que la acompañaban, se trata de dos tipos de infracciones y aclaró que lo ocurrido con la San Juan III fue un accidente.
5 de julio
La embarcación Albany quedó a la deriva con 20 adultos y 4 niños de nacionalidad estadounidense, francesa, alemana y ecuatoriana, al terminársele el combustible cuando estaba a 8 millas náuticas retornando desde Puerto Villamil, Galápagos. La Armada indicó que se inició un proceso legal al armador y al capitán de la embarcación, por llevar exceso de pasajeros y no prever la cantidad necesaria de combustible para su navegación.
27 abril del 2011
La embarcación turística Eric se encalló en una zona rocosa de Punta Córdova, al norte de la isla Santiago, con 20 pasajeros y 11 tripulantes a bordo. No hubo heridos ni derrame de combustible. El hecho se habría producido como consecuencia de la fatiga de la tripulación. En este caso no se informó de algún proceso de investigación o sanción.
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