La importancia de la merienda

Aunque no lo crean, la merienda forma parte de una nutrición balanceada. Alrededor de tres horas después del desayuno y de nuevo unas tres horas después del almuerzo, puedes tomar un bocadillo ligero y bajo en calorías, como una fruta, un puñado de nueces sin sal, un batido nutritivo o un yogur bajo en grasas. El objetivo no es satisfacer completamente el hambre, sino mantenerte a flote hasta la próxima comida; comer comidas y bocadillos a horas fijas todos los días puede contribuir a una buena digestión. nutricion-herba.es

Me parece muy pertinente este tema porque en los hogares normalmente este tipo de temas no son controlados. Están los que se exceden y meriendan 3 veces al día ingiriendo alta cantidad de dulces dejando a su organismos literalmente expuesto y, por supuesto, la otra cara de la moneda con las familias que no entienden la importancia que tiene el poder comer frutos y otro tipo de alimentos entre cada comida. Comprender este tipo de cosas es mucho más importante de lo que uno piensa.

Naturalmente que es interesante.
Tanto el desayuno como la merienda deberían estar a la altura de una alimentación sana y balanceada desde chicos, para poder crear una costumbre que luego permanezca en la adultez.