La Restinga: ´Al principio no se creían las fotos del buceo´
Las fotos que sacaron esa mañana del año 79 bajo las aguas en calma de La Restinga cambiaron para siempre el futuro del pueblo. Como la ciudadela del Machu Picchu, o la tumba de Tutankamon, el tesoro oculto bajo el manto cristalina del sur herreño llegó a las páginas de tres resvistas especializadas de la época: Periplo, Bitácora y Vida Submarina y con él nació el mito del buceo en la zona, considerada como uno de los principales puntos de inmersión de Europa.
Francisco Armas, pionero del submarinismo herreño, participó en esa primera expedición que se realizó en la zona conocida como La Punta del Fraile que actualmente está incluida en la reserva integral marina. "Yo siempre he sido aventurero y aunque me dedicaba a la pesca tenía esa curiosidad", asegura éste vecino de La Restinga que se hizo con el título de buceador en a través de la marina mercante en 1973. "Todo surgió estando yo en Madrid y al conocer a Paco Candela y Hugo Geiger que sabían que yo era herreño y me propusieron la idea de bucear aquí", recuerda éste.
Ese día, descubrieron un mundo nuevo y lleno de vida. "Bajamos a unos 30 metros de profundidad y el fondo marino estaba lleno de ostrones y nosotros las cogimos para dar de comer a las morenas", asegura éste que expone las fotos del momento como prueba en las que con una mano sujetaban al peligros pez mientras que con la otra sujetan la inmensa ostra. "Después, al publicarse estas fotos, Enrique Dauner, que no se las creía, se puso en contacto conmigo para repetir la experiencia", explica antes de exponer como éste submarinista catalán se asoció con Hans Ditter, representante de material especializado para abrir el centro de buceo Poseidón, el primero en abrirse ne el pueblo costero de La Restinga. Francisco Armas también recuerda como ya por entonces los famosos meros de la zona les acompañaban. "Eran los primeros Panchos que se acostumbraron a nosotros, les dábamos de comer en la zona del Mirador y, después nos acompañaban durante toda la inmersión". Con los años, Francisco abrió su propio negocio, Meridiano Cero y llegaría el boom del submarinismo. La Restinga se hizo famosa con el Open del Fotosub que empezó hace unos 16 años con la iniciativa de Fito, un vendedor de equipos que los puso a disposición de las revistas especializadas para que conocieran la zona. En esta época, los pescadores eran los que sacaban a los buceadores.
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