Respuesta: B-26 Marauder en Mataró
EnricMa, con respecto a "MI PECIO".. jejeje.. usease... mr. Thistlegorm... te diré que si que se vulnera la ley, y se infringe, ya que el gobierno egipcio prohibe el buceo en el thistlegorm por contener material militar y armamento, ya que no olvidemos que todavia hay balas, bombas y demás en su interior.
Pero que pasa... pues que es egipto y el thistlegorm aporta una ingente cantidad de ingresos al pais, tanto o más que las piramides.
Pensemos que actualmente entrar a Keops, me parece que está limitado a unas 150-200 visitas al día, luego hay que visitar la pequeña, mikerinos.
Sin embargo en temporada, encima del Thistlegorm yo he llegado a estar con 12 barcos amarrados a el, que multiplicado por 20 buceadores, hacen un total de 240 buzos, mas dive masters, etc.etc.
Solo era una aclaración, del resto... pues mi opinion es la de que el respeto a las personas hay que tenerlo en vida, y en ese avión, no hay nadie vivo.. que yo sepa claro.
Salu2
Respuesta: B-26 Marauder en Mataró
Gracias por la aclaración... :biggrin: evidentemente en Mataró no habria unos ingresos similares ni de lejos ni en plena fiesta mayor... (Glória a les Santes...).
Respuesta: B-26 Marauder en Mataró
[QUOTE=EnricMa;49937]yo creo que es un juego de palabras... mataro.... roatan al reves? o mejor dicho oratam???? pq lo del fantasy island.. podria ser isla fantasia? que esta al lado de mataro? en premia???
ufff yo amarro en premia y no lo creo, piensa que lo profesionales de la pesca lo tienen todo conocido de muchos años y vamos ni por asomo. ya me gustaria a mi y alguno mas:015:
Respuesta: B-26 Marauder en Mataró
El último vuelo del capitán Macdonald En este enlace se explican mas detalles de la tripulación del marauder y del dia en que se precipitó al mar. Hay fotos y explica a que se dedicaban antes de volar, vamos que esta muy chulo el tema. saludos a todos los que seguimos esperando poder verlo algun dia!!! Al lado de mi casa:228:y con esa historia y sin poder :222: http://www.forosegundaguerra.com/vie...p=44962#p44889
No se pase por alto lo que dicen los pescadores del tiempo que tardaron en llegar al lugar!!!
Facund Farell
Relato de un testimonio . Está traducido del catalan con traductor automatico. Eran cuartos de doce y veían un viejo y tronat pequeño barco de cabotage costejar hacia arriba, dirección Francia. Acto seguido apareció un avión bimotor con marcas de la RAF -en Facund Farell tenía acceso a un libro dónde había las descripciones de modelos d?aviones y barcos de todas las nacionalidades, por tal de hacer la debida identificación desde el puesto d?observación y se las sabía de memoria - y recordó la silueta del B26 Martin Marauder, avión bombardero que le recordaba ligeramente los entrañables Kats republicanos. L?susto de los soldados fue importante. La invasión angloamericana habría empezado y a ellos los cogía en medio de la playa, armados con cuatro cañas ?nunca esta metáfora habría estar más acertada- y casi en calzoncillos. La sensación de vulnerabilidad los era más evidente que nunca. No sabían que los hacía falta hacer. Ya pensaban como s?deberán rendir, e incluso ya pensaban como decirlo con un inglés que desconocían.- ?Y surrender ??- o quizás ?I?m surreder?? - Tal vez huir sería la cosa más acertada, pues aquel avión era un bombardero y su trabajo debería ser largar unas cuántas bombas... Entre cavilaciones, negras presentimientos y miedos más o menos fundamentadas, vieron que l?avión bajaba y pasaba a raíz del barco, volvía a enlairar-se, haciendo un giro por hacer un segundo pase. Hecha esta, va capotar y se precipitó violentamente contra la mar. En Facund Farell y su guerrilla subieron corriente y moliente por volver a su lugar, pero antes se pararon a un bar de las afueras de Mataró por telefonear a un observatorio d?infantería donde solían reportar sus informes: Estos los dijeron que ya estaban al caso del incidente y ya se?n hacían cargo. Todo llegando a su destacament, se cruzaron con un cierto número de guardias civiles que bajaban esperitats hacia la playa. Algunas embarcaciones de pescadores s?acercaban al lugar de l?accidente, mientras el pequeño y desconocido barco había huido a toda máquina norte enllà. Acto seguido las noticías se desperdigaron: los marineros habían llegado al lugar dónde l?avión s?había estrellado y s?hundía lentamente. S?había encendido y encontraron cinco cadáveres, asiento a sus lugares. Efectivamente era un Marauder B26 del 14 escuadrón de la RAF, tripulat por australianos y vendía de Córcega. La misión era de reconocimiento. Un soldado de Caldes d?Estrac (Caldetes) que pernoctava a casa suya cuando no tenía servicio, l?día siguiente de l?incidente los dijo que un pescador había encontrado en los restos de l?avión una capsa con caramelos, que había escatimado a la guardia civil y s?había llevado a casa por repartirla entre la quitxalla y algún ganàpia del vecindario. Parece ser que aquella noche no pudieron aclucar l?ojo. Los pretensos caramelos no serian otra cosa que amfetamines o algún otro estimulante.
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En esa página, sale la foto de los integrantes del vuelo:
Archivo adjunto 2952
Con el texto siguiente:
"1 Charles M Peedom. El navegante tenía 24 años. Un maestro de escuela, que había cambiado el yeso y la pizarra por una ametralladora. Casado, fue llamado a filas 20 días después del nacimiento de su hija. Sería condecorado en 2 ocasiones.
2 William Bill C. Macdonald. El piloto era de Melton (Victoria). Tenía 27 años. Era alto y delgado, con el cabello negro y una sonrisa siempre en la boca. Buen deportista, era camionero, aunque su sueño era volar: la guerra le daría la oportunidad de hacerlo.
3 John W. Lewis. El segundo piloto tenía 22 años. Nacido en Adelaida, era administrativo en un comercio. Siempre había querido volar, e intentó entrar en la fuerza aérea sin permiso paterno en 1939, cuando aún era menor de edad. Se alistó en diciembre de 1941.
4 Frank R. Lamond. Artillero de la torreta superior y tenía 21 años. Era el único chico de 5 hermanos que había sido llamado a filas. Destacó por su puntería y fue condecorado en cinco ocasiones.
5 Michel Tom Woods. Artillero de cola. Tenía 28 años y trabajaba de mozo en un almacén. Estaba casado y era padre de un niño nacido en 1943, que no llegó a conocer. Fue condecorado en 3 ocasiones.
6 Ron Lanham. Operador de radio. Era de Nueva Gales del Sur y tenía 21 años. Trabajaba como subdirector en una entidad bancaria de Sydney. Durante su servicio, demostró una gran preparación y fue condecorado 5 veces.
Los cuerpos de todos los soldados, exceptuando el del sargento Lemond, que no fue encontrado, descansan en el cementerio de Mataró."
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Copio el relato por si algún día desapareciera de allí:
El último vuelo del capitán Macdonald
Extraído del número 59 de la revista Sàpiens.
La madrugada del 29 de marzo de 1944, en la base de Ghisonaccia (isla de Cerdeña), 3 aviones del 14 Escuadrón de las Fuerzas Aéreas del Reino Unido, que operaban con el bimotor americano Marauder, reciben las ultimas instrucciones de vuelo y la tripulación se reúne alrededor de sus aparatos.
La misión del día es localizar unos barcos que, según la inteligencia británica, transportan “materiales sensibles”; un eufemismo bajo el cual se esconde el contrabando de wolframio (valioso mineral para la industria armamentística) desde España a la Alemania nazi.
En los años 40, Galicia llegó a concentrar el 70% de la producción española de wolframio
A partir del año 1942 los precios del wolframio se dispararon, hecho que provocó el crecimiento de un sector económico tan importante como efímero. En sus mejores momentos, esta industria dio trabajo a más de 20.000 personas. Franco suministró entre 1939 y 1944 muchas toneladas de wolframio, sólo en 1943 los nazis recibieron 874 toneladas.
Misiones de alto riesgo
Desde hacía tiempo los aliados estaban al corriente de las ventas de ese metal por parte de las autoridades franquistas a los alemanes a través del conglomerado comercial Sociedad Financiera Industrial (Sofindus), una tapadera de los nazis para operar clandestinamente en España, con el beneplácito del régimen.
Ya en el año 1943, la Marina de Guerra aliada había parado las salidas de numerosos barcos cargados de wolframio en los puertos cantábricos, hecho que obligaba a los nazis a buscar nuevas rutas para el contrabando.
Un año más tarde, los servicios de inteligencia sospechan que los puertos utilizados para el tráfico podrían ser catalanes. Pero no saben cuales y por ese motivo han de desplegar numerosos aviones y submarinos de reconocimiento. Con bases en el norte de África, Córcega, Cerdeña y Sicilia, la misión de esos aparatos abarcan desde las aguas del puerto de Tarragona, pasando por Barcelona, Marsella y hasta el oeste del puerto italiano de Livorno.
Son misiones arriesgadas, primero porque se trata de vuelos de baja altura durante muchas horas, y segundo porque los barcos que transportan el wolframio con bandera española o alemana, solían ir equipados con cañones y ametralladoras antiaéreas.
Una bengala lanzada desde la torre de control da la señal de despegue. El primero en hacerlo es el avión del capitán Yelloly, el Z-for-Zebra, que lo hace a las 5:54 horas; seis minutos más tarde le toca el turno al A-for-Able, pilotado por el subteniente Jones.
Finalmente antes de las 7:50 horas, el teniente William C. Macdonald pone en funcionamiento los motores del Marauder T-for-Tara quien despega en dirección a su área de patrulla.
Comienza su quinto y último vuelo de reconocimiento. Al final del día, en el diario de operaciones del escuadrón, se escribirá: “Avión Marauder T-for-Tara 117780 no ha vuelto a la base. No se han recibido mensajes después del despegue. En estos momentos, al haber sobrepasado el límite de combustible y no haber vuelto, se lo considera desaparecido en acción”.
Unos días después, un mensaje del Ministerio del Aire Británico informa al 14 Escuadrón que un avión inglés se ha estrellado en el mar, cerca de Barcelona y que se han recuperado los cadáveres de al menos 3 tripulantes, identificados como el teniente Macdonald, y los sargentos Ron Lanham y Michael Woods. Ni la Marina ni la Fuerza Aérea alemanas admitirán nunca la destrucción del Marauder T-for-Tara.
La verdad empezaría a saberse en 1966, cuando Peter Dawson, un amigo de la infancia del sargento Lanzan, que había dedicado muchos años a investigar la desaparición del Marauder T con la esperanza de encontrar respuesta a muchas preguntas que se había hecho durante años. Gracias a su trabajo, se recogieron testimonios que permitieron reconstruir la casi totalidad de los hechos de aquel trágico 29 de mayo de 1944 y localizar los restos del Marauder.
Pilotaje a baja cota
Poco después de despegar, el avión pilotado por el teniente Macdonald se sitúa en la altura de crucero operacional a cincuenta pies sobre el nivel del mar y a una velocidad de 180 nudos. Alrededor de las 10:30 horas, el Marauder planea por la costa tarraconense rumbo al puerto de Barcelona. La tripulación se encuentra en estado de alerta total
Técnicamente los aparatos británicos no podían sobrevolar las aguas territoriales españolas, pero Macdonald, como muchos otros pilotos de 14 Escuadrón, no respetaba esa norma.
A las 10:55 horas el Marauder hace una prospección del puerto, para fotografiar y controlar los barcos que hay y, 5 minutos después, se dirige a la costa en dirección a Mataró, en aquella época una pequeña ciudad llena de talleres textiles que los ingleses conocían como “el Manchester de España”.
A las 11:20 horas divisan un pequeño barco que navegaba muy cerca de la costa y el teniente toma la fatídica decisión de ir a echar un vistazo.
El Marauder hace dos pasadas sobre el barco antes de precipitarse violentamente contra el mar. Todo duró menos de 5 minutos, los tripulantes no tuvieron ni tiempo de enviar un mensaje a la base.
Unos cuantos pescadores, que han presenciado toda la acción desde la playa, salen con las barcas “Jerónimo y Pepito” para intentar socorrer a los posibles supervivientes. Son Manel León, Jacint Castellà, Pere Mora, Bernat Fàbregas, Salvador Cabot y Guillem Guardiola.
Algunos creen haber oído disparos; otros están convencidos que la catástrofe se ha producido por un error del piloto, que volaba demasiado bajo. Pero cuando llegan, un cuarto de hora más tarde, en el lugar de los hechos, el motor está en llamas y sólo pueden recuperar a 5 de los 6 cuerpos. Aún se encuentran atados a los asientos, uno de los cuerpos tenía un reloj parado a las 11:30 horas.
Quien no se paro a socorrer a los tripulantes fue el barco mercante, que continuó su viaje hasta los puertos alemanes.
El verano del año 2005, un contacto fortuito entre la Asociación de Veteranos del 14 Escuadrón y la fundación Parc Aeronàutics de Catalunya puso las bases para una investigación más s fondo sobre la tragedia y consiguieron descubrir documentos que revelan la magnitud de todo lo acaecido y la identidad del barco sospechoso. Se trataba del “Romain”, un pequeño buque ex francés requisado por los alemanes y que lo hacían servir para transportar el valioso wolframio, con la esperanza de navegar por aguas españolas y su aspecto deplorable lo pudiera hacer pasar desapercibido.
Hasta entonces los alemanes estaban convencidos de haber engañado a los aliados de haber utilizado el puerto de Marsella para el contrabando de wolframio, cuando, en realidad, las cargas se hacían en el pequeño puerto de Portvendres (Cataluña Norte)
Cambio de Táctica
Después de lo ocurrido delante de la costa de Mataró, los alemanes dedujeron que los aliados habían descubierto su táctica y decidieron replantear la ruta del contrabando y el tipo de embarcación.
En lugar de contar con un barco para hacer la ruta cada 11 días por aguas territoriales españolas, optaron por hacer un único viaje con un barco de más capacidad.
A mediados de abril de 1944 el barco “Astree” hizo su primera y única travesía: el 1 de mayo fue hundido por el submarino británico HMS Untiring, cerca del cabo de Creus.
Ocho días después, un segundo barco, el “Saumur”, tendrá el mismo final y ya no habrá tiempo para más viajes.
El gobierno de Franco, ahogado por la presión de los aliados, ese mismo mes de mayo de 1944, habrá de suspender la venta del mineral a los alemanes.
Causas del derribo:
No se saben las causas reales, aunque en la web oficial del escuadrón (<!-- w -->www.14sqn-association.org.uk<!-- w -->) comentan que el empenaje de cola del aparato se encontraba a distancia del resto.
Los restos del empenaje se encuentran en muy buen estado anunque sin la deriva ni el timon de dirección.
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Recorte de La Vanguardia, 26-10-1937
Archivo adjunto 2989