Bajo el hielo de la Antártida Occidental hay una red de lagos interconectados
Bajo el hielo de la Antártida Occidental hay una red de lagos interconectados, según un grupo de científicos
Debajo de las corrientes de hielo flotante de la Antártida Occidental existe una red de lagos interconectados cuyos niveles de agua varían de forma intermitente, produciendo ascensos y descensos de las placas de hielo superiores, según el descubrimiento de un grupo de investigadores del Instituto Scripps y la Universidad de California en San Diego, en Estados Unidos.
Aunque hasta la fecha ya se había descubierto alrededor de un centenar de estos lagos subglaciales, los descubiertos ahora resultan especialmente interesantes porque se producen bajo hielo que se mueve de forma rápida, las corrientes Whillans y Mercer de la Antártida Occidental. Si bien es demasiado pronto para establecer cómo esta agua está afectando a las tasas de hielo flotante superior, comprender la conducta de estas corrientes rápidas de hielo circulante es esencial para predecir el papel de la Antártida en el crecimiento del nivel del mar, según la investigación, cuyas conclusiones se publican en la edición digital de la revista "Science".
Para llegar a estos resultados, los científicos estudiaron imágenes y datos tomados en las partes más bajas de las corrientes de hielo Whillans y Mercer por el Satélite ICESat ("Ice, Cloud and land Elevation Satellite") de la NASA desde el año 2003 hasta 2006. Los investigadores lograron identificar numerosos puntos que ascendían o descendían a lo largo de este periodo de tiempo, probablemente debido a que el agua fluía hacia dentro o fuera de ellos. Aunque muchos de estos lagos son pequeños y dispersos, los tres más amplios tienen aproximadamente entre 120 y 500 kilómetros cuadrados.