Crónica de un viaje a Filipinas (Apo/Coron/Anilao)

Hola a todos. Tras el regreso de mi "viaje anual de buceo" que suelo hacer en Enero o Febrero, he pensado que podría ser interesante compartir con vosotros algo de mis experiencias en el mismo, por si os resulta de utilidad cuando penséis en un destino de buceo.

Como dice el título, la crónica no es de un viaje "a Filipinas", ya que aquello es un país enorme, con diversas zonas muy interesantes para practicar el submarinismo. Yo he tenido la suerte de conocer una mínima parte (Apo, Corón y Anilao), pero hay muchísimas más, mucho más famosas y con otras características, así que no interpretéis que lo que os voy a contar es "todo lo que hay en Filipinas" de manera genérica, ya que hay más, muuuuucho más que ver... ¿Ok? Pues venga, allá vamos.

Capítulo 0. Generalidades y Preparativos

Agencia vs Contratación Directa

Como decía, todos los años por estas fechas suelo hacer algún viaje de buceo. En los últimos años había ido a Maldivas un par de veces (con el Maldivian Dream de Marc y Marilen dos años seguidos), y a Revillagigedo (un archipiélago en el pacífico mexicano). Este año tenía más o menos clara mi elección, que era ir a Filipinas, pero aun así contacté con algunas agencias en las que confío (hay otras a las que no me acerco ni de lejos, la verdad...) para que me hicieran alguna propuesta alternativa, y me dijeran si podían ofrecerme un viaje a Filipinas.

Mi sorpresa fue encontrarme no sólo que muchas de ellas no me ofreciera el destino (imagino que porque no lo tienen, o porque prefieren potenciar otros, algo que veo natural comercialmente), sino que incluso los de Abando, con los que he viajado encantado en varias ocasiones, llegaron a decirme literalmente que "para las fechas que solicitas yo te recomendaria Malasia, ya que para Filipinas no es muy buena epoca" (sic)

¿Mala época? Uff... Como me extrañaba un poco aquello, contacté directamente con Buceo Filipinas (nuestro compañero de foro Charlie Brown), para preguntarles si eso era cierto, y si no lo era, qué podía ofrecerme para las fechas de Enero/Febrero. Me respondieron rápida y muy profesionalmente, y me quedó muy claro que Filipinas es un país MUY grande, y que es erróneo pensar que hay las mismas condiciones para bucear en todas las partes. Ciertamente Enero/Febrero puede no ser una buena temporada aún para Visayas, Tubbataha o alguna otra región,... (que comienza su temporada en Marzo), pero puedes estar seguro que SIEMPRE hay zonas donde se puede bucear TODO el año. Y vaya zonas... Así que eso de que "Filipinas en Enero o Febrero no es buena elección" es incorrecto, como yo mismo acabaría comprobando.

Finalmente tomé la decisión de ir con ellos (Buceo Filipinas). La verdad es que para mí era la primera vez que contrataba un viaje directamente a la agencia local en destino, y tenía alguna dudilla. Para aquellos que quieran ir allí pero les guste contratar "paquete completo" de vuelos, estancia, seguros, etc. (como es mi caso), la gente de Suny Travel se puede encargar de hacerlo, ya que trabajan con Buceo Filipinas, pero aunque les escribí por algún problema que desconozco tardaron bastante en responderme, y para cuando lo hicieron ya tenía todo cerrado. Pero vamos, es una opción.
Eso sí, lo que es importante es que si lo haces con una agencia, les recuerdes amablemente que el precio que tienen que darte es el precio FINAL. Algunas todavía tienen la desfachatez de ponerte la clásula de "Tasas no incluidas", lo cual es ilegal... avisados quedáis...

Pero bueno, siguiendo con lo mío, la verdad es que todo fue genial en lo que son los preparativos. Desde Buceo Filipinas me prepararon un recorrido "a la medida" de acuerdo a mis gustos (yo prefería vida a bordo, en vez de resort, por ejemplo), y no sólo eso sino que también me facilitaron el contacto de una agencia de viajes en España que trabaja generalmente con gente filipina para sacarme el billete de avión. ¿Y esto es útil? ¿No podría haber sacado yo directamente los vuelos por internet? Pues sí, podría haberlo hecho, pero lo bueno de esta gente es que suelen emplear la tarifa aérea que permite llevar 40 KILOS de equipaje, y esto para un buceador es algo fundamental.

Vuelos

Una vez que tenía claro el recorrido por Filipinas, en cuanto a los vuelos en la agencia que decía me ofrecieron varias alternativas, unos eran con KLM via Amsterdam (aunque ahí sólo podría llevar 30Kg), otro con Iberia & Cathay Pacific vía Amsterdam/HongKong, y otro con Qatar Airways, via Doha.

Finalmente elegí viajar con Qatar Airways. Aunque me salía un poco más caro que los otros (sólo 20 euros, "encara que l'euru és l'euru, i els diners no neix dels arbres"), ví varias razones para hacerlo:
a) Es una compañía muy confortable con los que ya he hecho muchos viajes. Su servicio a bordo es excepcional, y la distancia entre asientos es amplia (para un tío de 1.92 como yo eso es MUY importante)
b) No me gusta tener que estar haciendo varios cambios de avión, y menos con compañías aéreas distintas con lo que supone eso de riesgo de que se extravíe el equipaje, de que un vuelo se retrase y pierdas el siguiente, etc., así que la opción de Iberia&Cathay, cambiando en Amsterdam y HongKong, descartada.
c) Hacer la parada en Doha supone hacerlo "a mitad de camino", para estirar las piernas, frente a volar via Amsterdam, donde "retrocedes" para luego hacer un viaje mucho más largo (¡¡12,5 horas de vuelo de AMS a MNL!!!).

Me alegro mucho de la opción elegida finalmente. Tanto a la ida como a la vuelta no hubo ningún problema con la facturación (y eso que mi maleta principal pesaba 32kg), y el servicio fue excepcional.

Qué llevar (y qué no llevar)

Me avisaron que la temperatura del agua estaría entre los 26ºC y los 28ºC, así que en principio con un traje de 3mm sería suficiente, preferiblemente largo, para evitar un eventual roce con corales, anémonas y demás bichos urticantes. De todos modos yo me llevé mis 5mm. Teniendo en cuenta que era un viaje en el que me avisaron que iba a hacer CUATRO o CINCO inmersiones diarias, a final del día has perdido bastante calor y estás algo cansado, y se nota (algunos compañeros de viaje iban con licras o trajes de 1mm y se helaban de frío tras salir de esa última inmersión, mientras regresábamos al barco...). De todos modos esto depende de cada uno, claro.

La zona de Apo, Corón y Anilao es especialmente interesante en lo que se refiere a vida pequeña, así que no hay que olvidar cámara con buen macro, buen flash, y muuuuucha memoria (yo llené mis dos tarjetas de 2Gb). Si eres de los que te gusta reconocer los "chuchibranquios" y los corales que estás viendo, no olvides llevar tu librito correspondiente, ya que no siempre hay en el barco/resort al que vayas.

En cuanto a dinero, yo llevé dólares, y finalmente no llegué a cambiar a Pesos Filipinos. En el barco tendrás que pagar las tasas del parque nacional de Apo (poco dinero, creo que 30$), el uso de nitrox (si lo deseas, 160$), y las bebidas extras (el agua y té helado es gratis, pero la cerveza o los refrescos hay que pagarlos. Son baratos de todos modos).
Para el último día en Manila suele ser habitual cambiar algo de dinero, pero vamos, en los restaurantes también puedes pagar con tarjeta sin problema...

Una cosa interesante a llevar es una botella de Fundador..... sí, sí, no es broma. A los filipinos les encanta el brandy Fundador, y para ellos es algo muy caro. Si llevas una botella, te lo agradecerán, y comprobarás que es una gente a la que le encanta dos cosas: comer y beber... A cualquier hora verás que están comiendo en un restaurante (algo muy asiático), y por las noches cuando te juntas alrededor de una mesa, lo habitual es beber y beber (comiendo algo siempre...) mientras quede bebida, jeje.

El barco y el personal

Debido a una avería inesperada, tuve la ocasión de probar dos de los barcos de Expedition Fleet. El Pacific Explorer II era más grande y potente, y cómodo en lo que se refiere a zona de subida y bajada a las barcas que te llevan al punto de inmersión, pero... los techos eran bajísimos (era un barco japonés...), las cabinas eran un poco más estrechas, con un aire acondicionado que no podías regular. Frente a eso, el Borneo Explorer era algo más alto de techos (no mucho), con cabinas más amplias y aire acondicionado regulable, pero es un poco más pequeño en el espacio de zonas comunes, y menos rápido en la navegación.
Pero vamos, ambos barcos estaban bien.

Respecto al personal, los divemasters son siempre filipinos y son una pasada. El amigo Danny (en el barco) debe llevar unos 30 años buceando por allí, y eso se nota, y de Dave, el socio y amigo de Buceo Filipinas con el que compartí las inmersiones en Anilao, ya os hablaré cuando llegue el momento, pero sus más de 15.000 inmersiones y su conocimiento de todo aquello te dan muuuuuucha confianza.

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En fin, creo que con esto ha sido suficiente para hablar de los preparativos y las generalidades... en el próximo capítulo ya empezaré con el primer punto de buceo, el espectacular arrecife de APO, y comenzaré a colgar fotillos de los puntos de inmersión, para que veáis lo que es aquello

Cualquier duda que tengáis, me decís.

Abrazotes,
Fernando

Gracias por la info. Esperamos impacientes el siguiente capítulo :)

Saludos.

No podias aguantar ehh.. no podias aguantar.. estabas deseando darnos envidia.. que lo sé.. que lo tuyo no era contar porque si.. era puñetear... Ya no t'ajunto.. que lo sepas.. pero independientemente de eso.. no tardes en seguir explicando y poniendo fotos.. :) (TODAS LAS FOTOS)

Fantástica información, Erostrato. Esperamos impacientes el resto y el material gráfico. Y me gustaría que me ampliaras lo de cómo conseguiste la tarifa aérea con 40 kg con Qatar. Eso me interesa muchísimo.

@Jaribas... ¿"TODAS" las fotos? Creo que deben ser unas 800 las que he hecho, aparte de unos cuantos vídeos... no, no puedo torturaros hasta ese punto, jajaja

@Decoman... yo no hice nada. La agencia de viajes fue quien se encargó de buscarme la tarifa y el itinerario. Como te decía, se encargan habitualmente de tramitar los viajes para gente filipina que va y viene a su país, así que por defecto suelen buscar tarifas de esas características. Cuando me enviaron el billete electrónico, éste ya incluía la franquicia de 40kg de equipaje.
De todos modos, si estás interesado, los datos de la agencia son los siguientes:
Edyfar Viajes (preguntar por Marla)
C/San Bernardo 80. 28015 Madrid
Tel 91 444 13 50. Email: untours@untours.e.telefonica.net

zenkiu, erostrato. Esa era la info que quería. :049:

Buenas Erostrato;

Veo que lo has pasado bien, y me alegro que tantos los vuelos como las inmersiones fueran de tu gusto...
Eso si,,esperamos impacientes una buena serie selecta de tus inmersiones, para ponerle al Jari and co. (me incluyo) los dientes bien largos...

Viste algun Zorro por alli??? Sino,,supongo que verias puntas Blancas, o Negras,,no?

Saluditos.......

Capítulo 1. Apo Reef.

El arrecife de Apo (con sus dos islas principales) es un lugar que irremediablemente recuerda al Mar Rojo, con impresionantes paredes repletas de vida en las que dan ganas de pararse en cada rincón, y al mismo tiempo ganas de no parar de recorrer cada uno de los centímetros cubiertos de coral. El perfil habitual de las inmersiones ronda los 25 a 30 metros durante todo su recorrido, y su duración suele estar entre 45 y 50 minutos. Debido a que todos los días haces cuatro (o incluso cinco) inmersiones, el uso de nitrox es muy recomendable, para aumentar el tiempo de fondo y eliminar las posibles decos.

Se bucea con tanques de aluminio, obviamente, pero la salinidad del mar no es muy alta, así que con aumentar 1kg ó 1,5kg el lastre habitual que uno lleva en España (donde usamos tanques de acero), suele ser suficiente. También hay que tener en cuenta el traje. Aunque yo iba con mis 5mm, había bastante gente con 3mm e incluso licras de 1mm. Esto hay que tenerlo en cuenta también al lastrarse. A mí me costó un par de inmersiones dar con la configuración correcta (y es que encima allí no se manejan en kg, sino en libras, jeje).

Como decía al principio, es cierto que el primer día que uno se echa al agua, tras unos minutos pueda llegar a pensar "bueno, no lo veo tan distinto del Mar Rojo", pero... caray, qué exigentes nos volvemos... Parece mentira que después de tantas inmersiones en nuestras costas, donde lo máximo que uno admira es un pulpo, una morena, una flavellina, un mero y unos freddies, llegue el momento en que te encuentras en medio de aquella explosión de coral y vida, y aún te parezca algo "normal"... De todos modos, las siguientes inmersiones se encargaron de demostrarme lo equivocado que estaba. Aquello era netamente superior al Mar Rojo, como iréis viendo por las descripciones y -sobre todo- por las fotografías.

La vida es, como podéis imaginar, sencillamente espectacular. Aparte del coral (duro, blando), los habituales peces de arrecife (incluyendo variedades diferentes de peces payaso), tiburones de arrecife (puntas blancas), rayas, langostas, peces loro, peces ballesta, alguna manta (aunque no muy grandes y pasando a gran velocidad), langostas gigantes y, cómo no, infinidad de nudibranquios (perdón... "chuchibranquios", como los llaman algunos), de diversos tipos, así como otros pequeños habitantes del arrecife.

El hecho de que la mayoría de las inmersiones sean en pared tiene un interés especial, y es que uno se ve obligado a bucear todo el tiempo girando la cabeza de un lado al otro, porque hay cosas que ver tanto en las paredes repletas de coral, como en el azul que nos rodea (tortugas, tiburones de arrecife, pelágicos -bastante atún-, barracudas...).

A pesar de ello, el buceo en pared también suponía un par de pequeños inconvenientes...

Por un lado las corrientes. En un 50% de las inmersiones aproximadamente la corriente era relativamente fuerte (me recordaban un poco a las de Maldivas). Esto no es que suponga ningún problema de esfuerzo, ya que el tipo de inmersión es siempre "caribeña" (a favor de la corriente), pero para los fanáticos de la fotografía sí resulta un pequeño inconveniente ya que cuando uno logra ver un detalle interesante, tiene que aletear desesperadamente para intentar mantenerse en el sitio, o bien echar la mano al arrecife, con el riesgo que ello supone (tanto para la vida que lo habita como para las manos de uno: en Apo se bucea sin guantes, precisamente para proteger ese entorno privilegiado de los malditos buceadores a los que tanto les gusta toquetearlo todo...)

El otro inconveniente (sobre todo para los fotosub) es la luz. A media tarde, cuando uno ya está haciendo la tercera o cuarta inmersión, el sol ha bajado bastante (no olvidemos que estamos en invierno, aunque estemos cerca de la linea del ecuador), y la penumbra resultante dificulta un poco la labor de identificar posibles "víctimas" de nuestras fotografías. En las últimas dos inmersiones del día (sobre las 4:30pm y a las 6:30pm, que ya es nocturna) es imprescindible ir con foco.

De todos modos, relacionado con esto de la inmersión nocturna hay algo que a mí logró dejarme durante unos minutos sin habla al salir de la primera inmersión nocturna: Ver el cielo... un cielo totalmente despejado, cuajado de estrellas, con Orión en todo lo alto, y en el que se podía apreciar perfectamente la Vía Láctea, ya que ninguna luz alrededor de nosotros contaminaba aquel espectáculo.
A la vista de aquello, todas las noches me acostumbré a regresar desde el punto de inmersión tumbado sonriente en la barca, admirando aquel majestuoso espectáculo con una sonrisa en mi cara. Qué maravilla...

Aunque el plan inicial era permanecer tres días en Apo Reef, una avería en el Pacific Explorer II (unos pistones, nos dijeron) provocó que nos quedáramos un día más, mientras la compañía (Expedition Fleet) nos mandaba un barco de reemplazo, que sería el Borneo Explorer. Aquello no supuso mayor problema, la verdad, y todos los lo tomamos con bastante filosofía... cosa bastante fácil, a la vista de lo que teníamos ante nosotros, jaja.

Al final del cuarto día, con los ojos repletos de maravillas, y con una de mis dos tarjetas de 2Gb llena de fotos y vídeos, emprendimos rumbo a Coron.

Os dejo aquí unas cuantas fotos, imagino que también las iré colgando en la galería correspondiente, a la que podéis acceder a través de este enlace: Albumes de Fotos de Erostrato12 (cuando consiga subirlas)

Abrazotes,
Fernando


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Gracias por esta 2ª entrega y por las fotos Erostrato, muy chulas!

Capítulo 2. Coron

El tránsito a Corón, a bordo del Borneo Explorer, fue ligeramente agitado. El mar tampoco estaba demasiado mal, pero para aquellos que hemos nacido lejos de este elemento, y que solemos tener los pies más tiempo sobre tierra que sobre un barco, se hizo un poco difícil dormir, entre el ruido de los motores y los bandazos sobre las olas. Pero eso daba igual, antes del amanecer habíamos llegado a Coron, y un par de horas de sueño profundo nos dejaron completamente dispuestos para explorar aquella maravilla.

La bahía de Coron -para los que no la conocen- tiene una historia muy interesante, que merece la pena recordar. En septiembre de 1944, la Armada Imperial nipona decidió trasladarse a esta zona al norte de Palawan para huir de la ofensiva estadounidense que había sufrido sólo tres días antes cerca de Manila, donde casi veinte de sus buques fueron hundidos.

Sin embargo las fuerzas de EEUU, al mando del almirante William Halsey, terminaron descubrieron el emplazamiento de los navíos enemigos, que habían sido camuflados con árboles. Aparte de que habían interceptado comunicaciones por radio con el mando central, los americanos se dedicaron durante días a sobrevolar la zona, hasta que un día un piloto dijo aquello de "¡¡¡anda, ****, una isla que se mueve!!!"... y lo demás ya os lo podéis imaginar.

Una vez detectada la flota, poco antes de las 06.00 del 24 de septiembre de 1944, casi 130 cazabombarderos 'Hellcatt' y 'Helldiver' de las fuerzas de Estados Unidos despegaron del portaaviones 'USS Lexington' para lanzar un ataque aéreo por sorpresa contra aquellos 24 navíos atracados en la Bahía de Corón.

En sólo un cuarto de hora de ataque, la aviación estadounidense envió al fondo del mar a 15 buques, mientras el resto quedaron dañados (además, por lo visto con este ataque Halsey pudo resarcirse de no haber participado en la Batalla de Midway por una baja médica, ya sabéis, cosas de orgullo militar). Finalmente, nuevos bombardeos arrasaron las naves que todavía quedaban a flote y sólo el petrolero Kamoi pudo ser evacuado al puerto de Hong Kong.

De esa veintena larga de los pecios que nacieron ese día, hay algo más de una docena que son "visitables" habitualmente por buceadores. Nosotros sólo buceamos en cuatro de ellos, lo que me supo a poco...

Y ojo, lo dice alguien que nunca ha sido muy fanático de los pecios, pero es que aquello no son "pecios" a secas, son auténticos arrecifes de coral. Nosotros tenemos pecios de tiempos igual o más antiguos en España que lo más que albergan son unas morenas, unos congrios y algunas incrustaciones de pólipos, pero aquello... aquello es impresionante. En 60 años aquellos restos se han convertido un una explosión de vida y color, donde si bien la visibilidad no es muy buena a menudo como para hacer fotos de ambientes, sí es suficientemente buena como para hacer tomas cercanas y, por supuesto, macro.

Aparte, claro está, de la emoción de bucear atravesando aquellas cubiertas, saboreando la historia, o entrando en las bodegas de carga donde enormes bancos de peces han instalado su hogar. Os he adjuntado alguna foto al respecto.

En cuanto al perfil, las inmersiones suelen ser alrededor de los 30 metros, con una duración entre 35 y 52 minutos y una temperatura de agua de 26º-27º. Nuevamente, el uso de nitrox es altamente recomendable... una compañera de inmersión que iba con aire se quedó tan entusiasmada haciendo fotos de los peces, nudibranquios, corales, etc., que se "despistó" y acabó comiéndose una deco de 12 minutos. Afortunadamente no tenía problema de consumo, pero fue una deco no planificada y, por ello, poco recomendable. Afortunadamente la corriente en la zona era muy suave, pero esa falta de visibilidad a la que me refería antes hace que sea recomendable no extraviarse...

La primera inmersión en Coron fue en el "Irako Maru", que supuestamente es un pecio para buceadores "avanzados" debido a su profundidad. Psche, tampoco me pareció que fuera para tanto, la cota más profunda estaba sobre los -32 metros. El barco, por su estructura y posición, me recordó un poco al Naranjito de Cabo de Palos, pero obviamente con muchísima más vida alrededor y dentro del pecio.

A título personal, en aquella inmersión noté algunos problemas con los oidos, lo que me preocupó bastante. No quería perderme por nada del mundo el resto de inmersiones en aquel fantástico lugar, así que me cuidé un poquito, me tomé un antiinflamatorio, y en las siguientes inmersiones fui compensando muy suavemente según bajaba, metro a metro, y afortunadamente todo fue sin problema el resto de los días, aunque mantuve esa ligera molestia para el resto del viaje (quizá se me había metido algún nudibranquio dentro, no sé...).

La segunda inmersión fue en el carguero "Kogyo Maru". Sencillamente increíble. Siguiendo con el simil de la costa mediterránea, aquello era como un "Carbonero", de un centenar de metros de eslora, pero en este caso hundido de costado y repletito de coral, como si fuera un arrecife natural. De todos modos, lo más espectacular para mí en aquella inmersión fue detectar una gambita minúscula en el interior de un coral. Había leído en el barco, en un libro sobre corales que tenían por allí encima, que aquel tipo de coral solía alojar pequeñas gambas, así que en cuanto vi alguno, me lancé como loco a investigarlo a pocos centímetros y... ¡bingo! allí estaba la gambita... Sí, amigos, sí, es bueno leer, jajaja. Si no lo hubiera hecho, nunca habría visto (y fotografiado) aquello.

La tercera inmersión fue incluso superior a las anteriores (que ya es decir). Fue en el 'Olympia Maru' , un carguero de 112 metros de eslora que reposa sobre su costado, y que dispone de tantos compartimentos que es imposible verlos todos en una única inmersión. Visitamos algunas bodegas, y era espectacular verlas en la oscuridad, con aquellos bancos de peces, incluido uno de peces murciélago, destacándose a contraluz contra la superficie. Fue una larga inmersión (52 minutos), que podría haber sido incluso mayor, si no hubiera tenido el "percance" que ya os contaba antes de aquella compañera y su deco... Entre lo "habitual" de aquel estupendo arrecife, lo más destacable para mí fue descubrir (¡yo solito!) un pez cocodrilo, y nuevamente volver a encontrar la pequeña gambita dentro del coral que os decía antes.

La última inmersión del día fue la más floja, en el "Tangat Wreck", un inmenso buque de suministro sin nombre cuya bodega reventada por los proyectiles estadounidenses ha sido totalmente repoblada por la fauna marina. Sin embargo, el recorrido por las bodegas, y las fotografías que pude tomar a algunas especies de "chuchibranquios" que no había visto hasta el momento, hicieron que la inmersión terminara valiendo realmente la pena.

Aquella noche dormí como un bendito. No sólo por el cansancio normal tras cuatro inmersiones en el día (por mucho nitrox que uses, el bucear cansa, jaja), sino también por la alegría de haber visto todo aquello. Desde ahora, veré con ojos distintos los pecios en los que me meta, está claro. Y tengo pendiente algún día volver a Coron para explorar alguno más de aquellos.

Al día siguiente nos dijeron que no ibamos a hacer pecios (qué pena...) sino que iríamos a otro punto de la isla, a visitar una zona conocida como "Siete Pecados" (así, en español), que resultó ser un sitio fantástico sitio para macro. Allí había de todo, pero aparte de los muchos "chuchibranquios" habituales, lo más importante para mí fue ver y fotografiar por primera vez un pez fantasma y las habituales gambitas en el coral que ya iban siendo habituales.

La segunda inmersión (y última del día) fue en Gayatan Lake, también conocido como "Lago de la barracuda". Es un lago donde se mezcla el agua de mar y el agua dulce, pero donde lo más destacable no es la vida ni el coral (ya que no hay mucha, salvo gambas, algunos pececillos y millones de caracoles y pequeños mejillones). No, lo más destacable es que se trata de un manantial de agua caliente, donde buceas a 34º y te encuentras termoclinas a 36º-38º contínuamente. De hecho, lo habitual es bucear allí SIN traje, sólo con el bañador y una camiseta para evitar el roce del jacket. La verdad es que a aquella temperatura de agua hasta eso me sobraba, pero no era plan de dar el espectáculo a los muy católicos filipinos de marcarme una inmersión nudista, jajaja.

Finalmente NO vimos la famosa barracuda del lago, pero aunque la vida no era destacable, la experiencia de aquella inmersión y las SENSACIONES de atravesar aquellas calientes termoclinas que enturbiaban el agua, hicieron que aquella última inmersión del crucero (que no la última del viaje...) fuera muy especial.

Tras aquellas inmersiones por la mañana, y tras comer en el barco, iniciamos la laaaarga travesía hasta Anilao, donde me esperaba el Resort Crystal Blue para mis dos últimos días de buceo... pero eso ya será otro capítulo.

Algunas fotos de Coron, empezando por el pez más extraño que se puede encontrar por aquellos lares

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Los "Chuchis" me tienen extasiado. Habrá que hablar con Charly para el año que viene.
Preciosa crónica y mejores fotos.

La envidia en mi caso es muy mala.

Muy buena crónica y fotos Fer, enhorabuena y muchas gracias por tu amabilidad (te echan de menos en la Havana... jejeje)!!!

Digno de artículo para la revista Sensaciones !!! :059::059::059:

Muy buena cronica Fer,,y las fotos,,,muy,,muy chulas...
Veo que si que viste algun que otro tibu,,,El zorro no cayo??? :confused:

Abrazos......

Gracias por la nueva entrega!
Las fotos muy guapas!!

Saludos

Cita:

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Iniciado por orusito

Muy buena cronica Fer,,y las fotos,,,muy,,muy chulas...
Veo que si que viste algun que otro tibu,,,El zorro no cayo??? :confused:

Abrazos......

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No, no vi ningún "zorro"...er.... esto... no, no, no vi ningún TIBURON zorro... :wink:

Subiré en un rato las fotos y la crónica del tercer capítulo, el correspondiente a Anilao.

Abrazotes,
Fernando

Capítulo 3. Anilao

Tras completar el circuito de crucero por Apo y Coron con el Expedition Fleet, llegó el momento de despedirme de aquellos que habían compartido conmigo aquellos días y de la fantástica tripulación que hizo tan sencillo aquel viaje. Algunos de mis compañeros (los chinos y japoneses) estaban algo tristes porque para ellos se terminaba el viaje. Los alemanes por el contrario estaban entusiasmados, porque a continuación enlazaban con un viaje de una semana a Palau (me ahorraré comentarios malsonantes, pero... ¡¡serán *#@$#*x#!!, jeje), y vuestro cronista seguía absolutamente feliz porque aún quedaban un par de días de "descanso" en Anilao, para hacer tres inmersiones diarias en la costa.

"Bueno, algo sencillito y normal para terminar el viaje" - pensé... ¿sencillito y normal? Qué equivocado estaba...

A primera hora de la mañana me acercaron al puerto en Anilao, y allí acudieron para trasladarme al resort donde iba a pasar estos días, el Crystal Blue Resort. Un sitio apartado de lo que es la propia población de Anilao, pero muy recomendable. La verdad es que Anilao es un rincón que habrá que observar con cuidado en los próximos años. El número de "resorts" que se han construido empieza a ser elevado, y habrá que ver el impacto sobre aquellas aguas. Por ahora, y como veréis más adelante, los fondos siguen siendo más que espectaculares, y el único problema que puede encontrar uno es la calidad del "resort", ya que hay algunos que no dejan de ser más que unas cabañas en unas condiciones lamentables, y otros que están muy bien acondicionados (aunque, que nadie se confunda, aquello no son hoteles de lujo...). En ese sentido, el Crystal Blue me pareció MUY bueno, no sólo por la atención y calidad del servicio, la calidad de la comida, etc., sino también porque todas las habitaciones tienen aire acondicionado y eso, creedme, en Filipinas se agradece.

Al pie del resort se encuentra siempre el acceso al mar, donde cabecea indolentemente la barca del resort, encargada de llevarte y traerte a cualquier punto de inmersión. Y cuando digo "cualquier punto" es así... aunque el punto de inmersión sea una boya que está a 30 metros de la orilla, se monta uno en el barco, te acercan, te equipan y, vamos, sólo falta que se baje alguien contigo para ir pellizcándote la nariz al compensar, o para moverte las piernas y que no te canses aleteando, jaja.

Día 1

Como os decía antes, a las 9:30 de la mañana estaba por el resort, donde me recibió El Gran Dave (lo de "gran" no es sólo porque sea un gran tipo, sino también porque es un tipo GRANDE), el socio y amigo de nuestro Charlie Brown, quien me informó que aquella noche se habían acostado tardísimo, porque habían ido a buscar a unos clientes pero que, sin embargo, Carlos había insistido en que quería saludarme en cuanto llegara. Así que, nada, nos fuimos a la habitación y -maldita sea- tendría que haber llevado la cámara para plasmar el espectáculo de nuestro amigo intentando hilvanar algo coherente más allá de "Bienvenido, gracias por venir, bienvenido, como me alegro de que estés aquí, bienvenido..." jejeje.

Dejamos al pobre Charlie dormir un poco más y Dave y yo, junto con su mujer Paz (una estupenda fotógrafa, por cierto) nos fuimos a hacer una inmersión. La primera inmersión en Anilao.

Tras tantas inmersiones relativamente profundas en los días anteriores en Coron, y especialmente en Apo, el perfil de Anilao es sorprendentemente sencillo. La máxima profundidad a la que bajé creo que fueron unos 28 metros, y la mínima... er... creo que hubo una vez que me tiré un buen rato "buceando" a poco más de metro y medio, encima del coral, sin darme cuenta de la profundidad a la que estaba. Y es que aquello es impresionante, impresionante a cualquier profundidad. Pero me estoy adelantando...

Como es evidente, si unimos a esa poca profundidad el hecho de que no hay corriente, las inmersiones suelen ser bastante largas. Varias de ellas estuvieron por encima de los 70 minutos, y si paramos no fue porque no nos quedase aire, no, sino porque ya se iba haciendo tarde y lo que había era HAMBRE... Ah, y otro detalle importante: En Anilao el agua está ya "un poco fresca", como decían ellos... sí, sí, fresca... ¡¡A 25ºC como mínimo!! (pero claro, para gente acostumbrada a bucear con 28ºC o 29ºC...)

La primera inmersión en la zona, junto a Dave y Paz, fue en un sitio llamado algo así como "Curveys" (no lo anoté muy bien, me temo). Buff... qué impresión bajar allí y empezar a ver MEGA-chuchibranquios (nudibranquios para los entendidos) y todo aquel coral lleno de luz y de vida. Me quedé literalmente anonadado durante unos minutos. Pero lo más especial de aquel punto fue ver los fantásticos peces rana que había allí, también de enorme tamaño, casi como un balón de fútbol (os he dejado unas fotos al final de la crónica). Aparte de ver (y fotografiar) un par de ellos que estaban sobre la arena, lo más increíble de la inmersión fue ver a otro NADANDO sobre el arrecife, algo bastante poco habitual en estos animales, hasta que encontró un lugar entre las rocas donde se apoyó con aquella pose tan característica de estos peces, dispuesto a esperar una presa.

Tras aquella inmersión, la segunda fue en otro punto también cercano, llamado "Kuala" (o algo así...), y allí, aparte de tirarme nuevamente 70 minutos, tocando los 27 metros y alucinando nuevamente con toda la cantidad de vida (incluídas algunas especies que ni sabía que existieran) tuve la fantástica oportunidad de ver ¡¡un auténtico caballito de mar pigmeo!! Una cosa minúscula sobre el coral que Dave y Paz me señalaban una y otra vez, y que me llevó un rato identificar, de lo pequeño (como una uña) y lo bien camuflado que estaba.

Para terminar el día, hicimos una nocturna de 76 minutos en Arthur's Rock, ese "lejanísimo" punto de buceo a 30 metros de la orilla donde está el resort. Nuevamente la inmersión fue tranquilísima, admirando los mega-nudibranquios, las morenas, peces león, cangrejos ermitaños, peces loro dormitando en sus agujeros, y un micro-pulpo (pensamos por unos momentos si podría ser un pulpo de anillas azules...). En fin, una nocturna de impresión, que terminamos anticipadamente porque no me apetecía que mi Aladin Air se pusiera a poner como loco en cuanto llegara al límite de las 40 atm... que si hubiera sido por mí... vamos ¡¡aquella noche hubiera estrujado el tanque hasta dejarlo seco!! jaja.

Día 2.

Tras una noche tranquilita y un sueño reparador, a la mañana siguiente fuimos a un punto más lejano, denominado "Beatriz". En esta inmersión nos acompañó Charlie, que disfrutó haciéndome unas cuantas fotillos mientras yo me esforzaba en meter mi cámara por todos los rincones. La inmersión fue muy completa, deambulando entre gigantescas esponjas, amplias extensiones de coral, y la vida habitual de esta zona. A destacar el que por fin pude localizar a dos nudibranquios dedicándose con gran alegría a la sana y saludable costumbre de copular (ver foto más abajo). Aunque la había visto en libros, era la primera vez que veía la escena en directo, y aunque muy a menudo había visto dos nudis muy cercanos, nunca había captado el momento.

La travesía de vuelta desde "Beatriz" fue animadilla, con el barco trotando sobre la ligera marejadilla, salpicándonos a todos. Estos barcos tienen como ventaja que son muy, muy estables, y tienen un calado poco profundo, lo que les hace ideales para zonas de arrecife, pero a cambio cuando te enfrentas a algunas olas se hace algo más complicado que lo que resulta para una neumática. Tampoco es que esto supusiera ningún problema. En absoluto. En el barco se iba de lujo, y tan sólo hacía falta paciencia pero, a todo esto... ¿quién tiene prisa estando de vacaciones en el paraíso?

La segunda inmersión fue en un punto denominado "Twin Rocks", y para mí fue posiblemente de lo más espectacular que vi en todo el viaje. Realmente no había nada significativamente "nuevo" en la inmersión, pero aquel punto tiene la suerte de poder juntar en un único sitio TODO lo habitual de las distintas inmersiones en Palawan, destacando un banco ENORME de jacks, un grupo muy amistoso de peces murciélago que se empeña en rodearte e investigarte muy de cerca, una gamba boxeadora entre las rocas, una raya de puntos azules, varios meros moteados (en tagalo lapu-lapu), centenares de pececillos de coral, etc., etc., etc... Claramente, este sitio se merecía una segunda visita así que...

... así que la última inmersión del día y del viaje fue nuevamente en "Twin Rocks". ¡¡¡¡Menudo fin de fiesta!!!! Fueron 77 minutos de absoluta gloria, a 20 metros, rodeado de estrellas de mar, de erizos que explotaban en decenas de colores, de una morena barrada (que por un momento dudé si no sería una serpiente venenosa), peces escorpión, anémonas tapizando cada centímetro con sus coloridos penachos iluminados por nuestros focos... sencillamente increíble...

Tras salir de aquella inmersión me quedé durante unos minutos en silencio y, como suele ocurrirme en todos mis viajes, no tardaron en acudir las lágrimas a mis ojos. Y es que me resulta imposible no dar gracias a la vida, que me ha permitido poder disfrutar de momentos como aquel, de SENSACIONES tan intensas como aquellas. Es dificil de explicar cuando no lo vives, pero en esos momentos, cuando sonrío de alegría entre aquellas lágrimas, me maravillo de que todavía haya gente que me pregunte las razones por las que buceo...

Una vez en tierra disfrutamos de una estupenda cena, como siempre, y luego de una agradable velada, rodeados de algunos amigos de Carlos y Dave que habían acudido a pasar el fin de semana en el resort. Fue allí donde comprobé lo que os decía al principio de la crónica, lo amigos que son los filipinos de compartir una buena bebida y una buena charla. Y que mientras quede bebida y ganas de hablar, allí seguirán, haciendote sentir en todo momento como en familia.

Y así terminó el viaje... al día siguiente volví con Carlos para Manila y disfruté de su compañía y la de Cristina, su encantadora mujer, para el almuerzo. Después nos dimos un paseo por la ciudad, y para terminar la noche cenamos en El Havana, un restaurante de aires cubanos donde nos ventilamos unas cuantas JARRAS de mojitos, y entonces... ("hasta aquí puedo leer", jajaja).

Al día siguiente me levanté tarde, así que no pude cumplir con mi intención de acercarme a ver Intramuros, la zona colonial de Manila. Está claro que tendré que volver para allá algún día a verlo...

Y así terminó el viaje. Bueno, no del todo, las casi 24 horas que tardé en regresar a España (sobre todo debido a un transfer de 8 horas en Doha) también cuentan, pero tampoco merece la pena hablar de ellas. Se había terminado mi visita al paraiso, y conmigo arrastraba su "esencia", las SENSACIONES que percibe el auténtico viajero, el viajero que entiende que la emoción no está tanto en el destino, como en el viaje en sí.

Nos vemos en el azul.

Abrazotes,
Fernando

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Que envidia de viaje y de relato. No se si sana o malsana de p.envidia, y además el premio de relatos. Lo celebraremos el 18. Enhorabuena