Iniciado por
wranglerr
No sooooooomos sectarios, que manía, San GI perdónales porque han pecado, aoooooooommmm, jajajajajajajajajajaja... fuera bromas, os voy a poner un ejemplo sobre lo de no bucear con strokes que creo va a ser clarificador: yo buceo en cuevas, hasta ahí normal en un DIR, llevo configuración hogarthiana y para colmo de males, aleteo a rana; si a esto le unimos que mi "campo" de entrenamiento es la Cueva del Agua en Isla Plana, Cartagena, Murcia (tristemente famosa porque fallecieron en ella dos buzos de los GEAS mientras practicaban) pues apaga y vámonos... es precisamente en la cueva donde se desarrolla esta historia.
Un buen domingo como otro cualquiera quedo con mi compñaero de cuevas, Salvatore, para ir a hacer unos metros de penetración y cual es mi sorpresa cuando aparece con un amigo suyo de reconocida experiencia buceística porque lleva ya un webo de años buceando, muchas de sus inmersiones son en los bajos de Cabo de Palos a cotas por debajo de -40m y como se suele decir "nunca le ha pasado nada, luego, bucea bien". Teniendo todo esto en cuenta, aún así, le hago un gesto a mi compañero para que se acerque y le pregunto en voz baja "¿es seguro bucear con este tio, mira que no lo he visto bucear nunca?", a lo que él me responde "no te preocupes, bucea mucho conmigo en el mar y controla muy bien la flotabilidad, además, ya lo he traido un par de veces a la bóveda de la cueva y no lo ha hecho nada mal."... no demasiado convencido acepto la compañía y planificamos un buceo por el tunel del sector oeste que penetra hacia el mar y que si ya en general la Cueva del Agua está bastante descompuesta, en esta zona, más, luego hay que ser exquisito a la hora de aletear y no rozar nada.
Mi primera sorpresa vino cuando el susodicho no aleteaba a rana, por lo que cada vez que se acercaba a la pared os podéis imaginar el sedimento que removía (tuve que hacerle varias indicaciones para que bajara la cadencia y fuerza del aleteo y que intentase hacer un flutter modificado - ni puto caso), segunda sorpresa, ¿flotabilidad?, si parecía un arado al revés, iba arrastrando literalmente la botella por el techo y tercera y última y más desagrable si cabe, sorpresa, le importaba una mierda (y perdón por la palabra) la seguridad de sus compañeros, ¿por qué digo esto?, porque aparte de desoir todos los consejos (bajo el agua), cuando me separé un minuto para explorar una zona en la que nunca había estado, señalé a mi compañero Salvatore para que me esperara, señalé al sujeto para que también me esperase y, fue meterme en el pasillo que daba a una pequeña sala totalmente descompuesta, cuando veo una luz detrás mía, sólo me dio tiempo a girarme y agarrarme al hilo guía, fue un acto reflejo mil veces practicado; este "señor" decidió que también quería ver que había allí y pasándose por el forro nuestras indicaciones, intentó entrar en la sala, digo intentó porque su torpeza era tal que sólo en la aproximación movió tal nube de sedimento que se asustó y reculó, pero esa nube entró en la sala en la que me encontraba y en cuestión de dos segundos perdí toda visibilidad... estuve unos 15 minutos asido al hilo guía esperando algún cambio, pero nada, sólo me quedaba avanzar a ciegas hacia la salida, para colmo de males y aún hoy me pregunto cómo pudo pasar, cuando llevaba unos cuantos metros recorridos (siempre en la más absoluta ceguera, no veía ni mi mano pegada a la cara), el hilo guía se perdía enterrado en el limo del fondo, ¿qué hacer?, tiré del hilo con suavidad y nada, palpé con la otra mano por delante y nada, definitivamente el hilo se enterraba hasta dios sabe donde y los minutos seguían corriendo, solución, sacar un spool del bolsillo izquierdo (siempre sin soltar el hilo), amarrarlo al mismo hilo y tirar para adelante, así lo hice y mientras avanzaba unos metros pude intuir que lo que había pasado es que se había producido un derrumbe del techo y el hilo quedaba enterrado, ¿provocado por el sujeto?, puede ser... al final y unos 25 minutos después volví a tocar el hilo guía, corté mi spool y continué... cuando salí de aquel infierno, en la sala contígua me esparaba mi compañero Salvatore y el sujeto; Salvatore estaba blanco porque, tal y como me contó después, pensaba que tendría que abandonarme allí y salir y no sabía cómo iba a contar a mi família lo sucedido; y el sujeto, estaba como si nada agarrado a un saliente de roca y mirando con su linternita otros agujeros.
Cuando salimos de allí me prometí a mí mismo que nunca más volvería a entrar al agua con ese señor y que la culpa de lo que allí pasó fue sólo mía por haber buceado con un stroke.
Saquen ustedes sus propias conclusiones, a día de hoy sigo buceando en la Cueva del Agua y demás cavidades de la zona, en Marzo me voy de nuevo al Pozo Azul (nada que ver con la Cueva del Agua) y me sigue apasionando el buceo, quizás porque estoy aún aquí para contarlo, jajajajajajajaja... ah! y sigo entrenando, nunca se sabe.
Un abrazo.