Para lo que habéis pagado por ella, no os hace daño tener un poco de paciencia... :cool::cool::cool::cool:
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Para lo que habéis pagado por ella, no os hace daño tener un poco de paciencia... :cool::cool::cool::cool:
¡¡Calla de una vez esa boca, Ron Weasley, o te mando al despacho del profesor Snape para que te de unas clases particulares...!!
(esto es lo que se llama en el mundo del cine un "Teaser"... jejeje) :wink::wink::wink:
Ya veremos si queda bien. Me está costando ensamblar las ideas (aparte de que he tenido algunos temas laborales y personales que no me han permitido centrarme en ello). Lo mismo no es "la leche", pero bueno, el caso es que os entretenga un rato.
Abrazotes...
Fernando
Dejar pensar al maestro.. el mundo no se hizo en 2 dias.. o fué en 7??..
bueno eso.. que lo bueno se hace esperar.. pedazo de ANSIASSSSS
Ya te estas demorando ..... :246:
Capítulo 6. Harry Potter y las Arenas de la Transformación
(dedicado a Jaribas, como alma del proyecto SENSACIONES, y a todos los amigos con los que pude compartir aquel estupendo fin de semana)
La noche oscura hacía ya tiempo que se había adueñado de las torres, patios y escaleras de Hogwarts. En los dormitorios de la casa de Gryffindor comenzaba a clarear, pero la luz de la luna que entraba por la ventana parecía sumergir aún el dormitorio en una luz irreal. En su cama, Harry Potter se agitaba inquieto. Parecía estar discutiendo con alguien e, incluso en sueños, su rostro contraído mostraba a todas luces que la cicatriz en su frente había vuelto a comenzar a latir dolorosamente una vez más.
Sumergido en sus sueños, Harry oyó un silbido agudo en su mente, mientras intentaba desentrañar el sentido de aquella visión que estaba teniendo. En ella sólo se veía a sí mismo buceando rodeado de arena, nada más que arena a su alrededor. No entendía qué podía significar aquel extenso y ominoso arenal, y comenzaba a sentir el desasosiego, cuando de pronto sintió un escalofrío. Detrás del círculo de luz hasta donde llegaba el hechizo de su varita en su sueño pudo oir una voz extrañamente familiar en aquellas aguas, una voz chillona y sibilante que le llamaba por su nombre: Harry... Harry...
Era él. Era Voldemort...
Harry se despertó bruscamente, bañado en sudor, para encontrarse cara a cara con su amigo Ron, que le miraba con aire preocupado.
- ¿Estás bien, Harry? Me estabas asustando. Estabas hablando en sueños y agitándote mucho. Te he llamado varias veces y parecías no oirme.
- Estoy bien, no te preocupes, Ron - respondió Harry, no pudiendo evitar alzar su mano hacia la cicatriz, que ahora latía dolorosamente.
- Ya, "estoy bien, no te preocupes" - dijo Ron con un tono de burla en su voz - A mí no me engañas, amigo, tú cenaste demasiado anoche después de la inmersión nocturna que hicimos. Te ví atacar con ganas aquella barbacoa tan estupenda que nos organizaron los amigos de Balkysub. Y no hace falta haber estudiado pociones y hechizos medicinales con Snape para saber que tanto choricito, tanta morcillita, tanta cervecita, luego pasan factura...
Harry no respondió. El dolor en la cicatriz no remitía, y la luz de la mañana, que iba entrando poco a poco por la ventana, le hacía latir la sien con fuerza... "maldita resaca" - pensó por un instante.
Ron, que seguía observándole en silencio, le preguntó:
- Es la cicatriz de nuevo, ¿verdad? ¿Has hablado con Dumbledore sobre esto? ¿Crees que podemos encontrar algun problema en la inmersión de esta mañana? Ten en cuenta que vamos a ir todos los miembros de la casa de Gryffindor (*). Caray, de hecho va a parecerse mucho a lo que los muggles llaman "una quedada".
- No, no he hablado con él - respondió Harry taciturno, mientras se colocaba las gafas y buscaba por la habitación la capa de neopreno y su varita. - Ni tampoco pienso hacerlo. Esta es mi guerra, y...
- No. No lo es, Harry - repuso Ron - Es nuestra guerra. Todos los buceadores de Hogwarts estamos implicados, y los miembros de Gryffindor que vamos a salir en esta inmersión aún más, y lo sabes.
Harry no respondió a su amigo. Acabó de preparar su equipo y salió por la puerta, en busca de los demás. Presentía que aquel no iba a ser un día como otro cualquiera, y seguía sintiendo aún el latido en su frente. Algo iba a pasar...
En la lancha, mientras se dirigían a su destino, Dumbledore observó cómo Harry parecía ausente.
- ¿Estás bien, Harry? Te noto preocupado... ¿todavía sigues pensando que llevas demasiado lastre? Te he dicho muchas veces que cada uno necesita lo que...
- No es eso, profesor Dumbledore - contestó Harry - Es que anoche tuve un sueño que me dejó...
No pudo seguir, ya que en aquel momento se había desatado una discusión al otro lado de la barca.
- ¡Te juro que he cogido las dos aletas, Hermione! ¿o es que piensas que soy un estúpido? ¡claro que las he echado a la barca! - decía Ron a su amiga.
- ¡No me vengas con esas, Ron Weasley! - chillaba Hermione - ¡Todos los fotosub sois iguales, os ponéis a preparar los cables, los objetivos, las pletinas y demás, y al final os acabáis olvidando de lo más elemental! - finalmente alzó una aleta de entre el montón - ¡¡ Mira, Ron, aquí está tu aleta !!
- ¿Ves cómo las había traído? Caray, siempre igual, nunca piensas que haga algo bien, como si las veces que me he extraviado debajo del agua fueran siempre culpa mía, cuando... - Ron se calló inmediatamente, al ver el ceño de Hermione - er... esto... tienes toda la razón, claro... perdóname... anda, dame un bechito, un bechito sólo, dame un bechito, Hermione...
- "Bromurus castratus" - susurró Hermione, dejando la líbido de Ron por los suelos durante un buen rato - Ahora no, Ron, que estamos llegando a nuestro destino... ya hablaremos luego...
Harry miró por la borda. Era una mañana radiante, y la boya que marcaba la presencia del bajo de Piles flotaba sobre un mar luminoso y tranquilo ante sus ojos. Todo parecía tan ideal, la temperatura, el agua, la presencia de sus amigos... y sin embargo, aquel dolor en su cicatriz seguía sin remitir.
Como solía ser habitual, una vez que Hagrid aseguró el fondeo de la embarcación, se produjo el habitual maremagnum de voces y gritos entre los aprendices de mago que poblaban la barca mientras se equipaban de cara a la inmersión. Todos se retorcieron de risa viendo como, una vez más, Neville Longbottom se hacía un lío con los latiguillos y buscaba desesperadamente el regulador dando vueltas sobre sí mismo y sacudiendo su varita mientras pronunciaba sin éxito el encantamiento "¡ localitas octopus ! ¡ localitas octopus !", hasta que alguien finalmente le ayudó a colocarse adecuadamente el equipo.
- ¿Estáis listos, alumnos de Gryffindor? - les preguntó Dumbledore - ¿habéis abierto las botellas y comprobado la presión?
- ¡Sí, señor! - corearon todos, aunque algún alumno de primer curso, en el extremo de la embarcación, se dió cuenta que todavía no había cumplido con aquel protocolo, y susurró en voz baja el hechizo correspondiente ("¡neumática inhalate!") antes de unirse al resto de la comitiva.
- Está bien - prosiguió Dumbledore - hoy vamos a bucear en el bajo de Piles. Creo que no tengo nada que explicaros, ya que lo conocéis todos, así que recordad que lo único que tenéis que hacer por vosotros mismos es respirar, compensar y aletear, como os enseñaron en el opengüater. Para lo demás, usad la varita. ¿listos entonces?
- ¡Sí, profesor Dumbledore! - corearon todos a la vez.
- Está bien - respondió este, alzando su varita - En ese caso... ¡¡¡¡ ALAQUAPATUS !!!!
Al hechizo de Dumbledore todos cayeron de la barca y se sumergieron bajo aquellas maravillosas aguas. Incluso aquellos que habían conocido la zona por primera vez en aquel viaje reconocían que era uno de los mejores puntos en la costa mediterránea, repleto de vida por todas partes.
Harry Potter bajó rápidamente, acompañado como siempre de Ron (Hermione había preferido quedarse atrás, por si el hechizo del Bromurus perdía efectividad), y aparte de contemplar extasiado la riqueza de aquellos fondos, no pudo por menos que sentirse envuelto por un cálido sentimiento de cariño cuando comprobó que Dumbledore, a pesar de su edad, también había bajado con ellos aunque, como ya empezaba a chochear, seguía dando vueltas alrededor del cabo de fondeo.
- ¿Seguimos por allí, Harry? Creo que hay un banco de espetones bastante majo - Indicó Ron.
- Por supuesto. Voy delante. - replicó Harry - pero se llaman barracudas...
- Espetones - replicó Ron
- Barracudas - insistió Harry
- Bueno, qué más da, vamos para allá - zanjó su amigo, alzando la varita.
Y así, ambos se dirigieron hacia el extremo del bajo, aleteando confiados en medio de la suave corriente habitual de aquella zona, dispuestos en todo momento a alzar sus varitas para petrificar la imagen de cualquier ser vivo que asomara por entre las rocas.
Pero aquella placidez llegó a su fin inesperadamente. Al llegar al extremo, como si una nube hubiera ocultado el sol, el vello se erizó en el cuerpo de ambos. No era sólo una termoclina lo que habían atravesado. Ante ellos se produjo un fogonazo deslumbrante y Harry pudo oir una vez más aquella voz que tan bien conocía helándole la sangre:
- Vaya, vaya, vaya... mira quien tenemos aquí... si es el mismísimo Harry Potter - dijo aquella voz chillona y estridente.
Sí. Era él. Era Voldemort, quien, con mirada fría y la boca semiabierta, mostrando sus afilados dientes, observaba como una serpiente a Harry. La herida en la frente de Harry latía ahora con furia. Tenía que sobreponerse al miedo que le atenazaba. Al fin había llegado el momento... Allí, en medio del mar, Harry Potter estaba a punto de enfrentarse definitivamente al señor de la oscuridad. Y, aunque no estaba sólo, ya que sus amigos le seguían, sabía que el poder del Señor Oscuro era infinitamente superior al suyo.
Pero no había vuelta atrás. En aquel preciso lugar, en las profundidades de Cabo de Palos, y siendo observados por meros, corvinas, falsos abadejos y hasta los pequeños y brillantes nudibranquios, debía producirse el enfrentamiento final entre ambos. Y debía ser mortal. Harry lo sabía muy bien....
[Fin de la primera parte del capítulo 6. La segunda parte -y última entrega de esta extensa crónica- en este fin de semana. Y tranquilos, que el estilo será distinto... :smile: ]
(*) Nota del traductor: En la lengua de los magos, "Gryffindor" significa "SENSACIONES"... :smile::smile:
Ole ole y ole
Pero... ¡¡¡¡NO NOS PUEDES DEJAR ASÍ!!!! :015:
Nos tienes a todos en vilo pendientes de tus relatos. La pena es que ya nos acercamos al final y... ¡habrá que hacer otra quedada para extraer más relatos! :D
Capítulo 6. Harry Potter y las Arenas de la Transformación (2ª parte)
(dedicado igualmente a Jaribas y todos los amigos que participaron en la quedada de Cabo de Palos)
- Vaya, vaya... Potter... - prosiguió lord Voldemort - Parece que ha llegado el momento de la verdad...
Ah, perdonad... me acaba de llegar un SMS dirigido al narrador de esta historia indicándome que puede que haya algunas personas que se acaben de enganchar a esta crónica y por tanto, a pesar de que el título marca claramente que es "la segunda parte del capítulo seis", lo mismo no saben de qué estamos hablando, y les da pereza volver atrás a leer todo lo anterior..
Sí, es cierto. Hmmm. Hay mucha gente que siempre que puede aplica aquello que tan bien se les dió durante el curso de opengüater, saltándose todo lo "aburrido" del principio (ya se sabe, las leyes físicas, lo relativo a la seguridad, los fundamentos, etc.) para ir directamente al final, que es lo "divertido" de hacer las prácticas en el mar.
Pues nada, nada, quien no quiera leerse desde el principio la crónica y se encuentre un poco perdido/a, pues "ajo y agua", porque yo sigo por donde lo habíamos dejado. He dicho.
En fin, ¿por dónde íbamos? Ah, sí, Potter se había empezado a dejar una anchoíta en los calzoncillos mientras Voldemort le hablaba. Sigamos...
- No tienes ninguna oportunidad, Tom Riddle - intentó responder bravuconamente Harry, a sabiendas de que a Voldemort le jodía que le llamaran por su nombre verdadero más que a Loquillo, a Pitita Ridruejo y Alejandro Sanz todos juntos - Somos demasiados para que puedas con todos nosotros. ¡¡Chicos, todos contra él, a la de una a la de dos y a la de tres!! - gritó Harry, levantando su varita y preparándose para lanzar el hechizo paralizador de "Endevé Laketespera"
- ¿"Todos vosotros"? ¡¡ MWAHAHAHAHA... !! ¿"todos vosotros"? - replicó lord Voldemort, con risa malvada (pongo lo de "risa malvada", porque hay gente que todavía no sabe que la risa malvada se escribe así) - No tengo ni para empezar con semejante pandilla de chupibuceadores... ¡Tomad esto, aprendices de mago! - chilló, apuntando su varita hacia ellos y pronunciando el tenebroso hechizo oscuro de la transformación - "¡¡ CAMBIO, CHANGE, EXCHANGE, WECHSEL, VALUTA !!"
Ante la luz deslumbrante del rayo que salió de su varita y aquel sonido ensordecedor el alma de Harry Potter se encogió como la nómina de un divemaster cuando pasa la temporada de verano y, notando el revuelo a su alrededor, se giró para comprobar desolado el efecto de aquel terrorífico hechizo que Voldemort les había lanzado. A su lado, a su amiga Hermione le habían crecido unas ensaimadas en las orejas e iba toda vestida de blanco, mientras Ron se atusaba el flequillo y parecía a punto de llorar como una nenaza, sin saber qué hacer con su varita, ahora convertida en un sable laser. ¡Voldemort les había transformado en Leia y Luke Skywalker!
Harry intentó ver cuál había sido el resultado del hechizo en el resto de sus compañeros de inmersión, pero no tuvo tiempo de hacerlo, ya que tuvo que volver a prestar toda la atención a Voldemort, quien había comenzado a reirse salvajemente y a jadear emocionado a través de su regulador... *kjhuuuuuu....kjhuuuuuu*
Ante aquel sonido familiar, Ron/Luke pareció despertar de su letargo y prorrumpió en lágrimas pensando que se encontraba ante Darth Vader
- Aaaaaaay, paaaaaaaadreeeeeee.... no me arrastres al Lado Oscurooooo, que me da mieditooooo, paaaaadreeeee..... *PAM*.
Ron no pudo seguir lloriqueando, ya que alguien le acababa de atizar con una cachiporra en la cabeza dejándole semiatontado (bueno, un poco más atontado de lo que ya estaba, quiero decir).
- ¿Has sido tú, Pedrín? - preguntó otro de los amigos de Harry, quien había sido transformado en Roberto Alcázar.
- ¿¿Yo?? Qué va... - respondió aquel a quien habían convertido en Pedrín - Si a este le atizo no lo dejo vivo...
- He sido yo - respondió la voz grave de Mace Windu - el muy mamón me había mangado mi varita... er... mi sable laser, quiero decir.
- ¡¡¿¿Qué está pasando aquí??!! - gritó desesperado Harry Potter - ¿dónde están mis amigos? ¡Maldito seas, Voldemort, ésta me la vas a pagar! - escupió rabioso, mientras lanzaba a aquel un hechizo de "Mekagüen Tusmuelas"
Voldemort esquivó fácilmente el hechizo de Harry y, levantando su varita, se dispuso a lanzar a través de ella el terrible rayo verde del hechizo mortal "Avada Kedavra".
Nadie había sobrevivido a aquel hechizo. Nadie salvo Harry Potter cuando era un recién nacido. Pero esta vez Voldemort no iba a fallar. Esta vez Harry Potter iba a morir...
El hechizo se dirigía directo hacia el corazón de Harry, y su suerte estaba ya echada cuando... de repente se oyó una voz aguda saliendo de entre las sombras: - "Nooooo, amo Luuuuuke, misa no puede permitir que tusa mueras, misa proteger al amo Luke, misaaaaaa.......aaaAAARGH!!" - Jar Jar Binks se interpuso en el camino del rayo mortal, cayendo fulminado por este, mientras sus ojos se vidriaban y murmuraba un último "amo Luuuke, tusa no olvidar misa amigo..."
- ¡Yuuuuhuuuuu! ¡Bravoooo! - gritaron todos los magos de Hogwarts, incluido Harry - ¡¡Gracias, Voldemort, tú sí que eres un amigo!!
Lord Voldemort, sorprendido por el efecto de su hechizo, totalmente contrario a lo que esperaba, titubeó por un momento, lo que aprovechó R2D2 para lanzarse contra él silbando con alegre decisión y dispuesto a dejar claro quién partía el bacalao en aquella expedición:
- ¡¡¡¡ ppppiiiii... poiiiiii-piuuuuu... chuiiiii... poiii-piuuuu-piiiiiiii !!! (*)
Voldemort se giró veloz ante aquella amenaza, lanzando en el último instante otro hechizo transformador "¡¡Retacus Ictiófago!!", lo que transformó a R2D2 en Gollum quien, como era de prever, se olvidó de que lo que tenía que hacer y se puso a perseguir a un mero chillando entusiasmado- "¡¡ pesssscadossss, sssssí, mi tessssoro, ricosss pessscadossss!! ¡¡ Nos gustan, son nuessstrosss, mi tesssoro, ssssíiiii !!"
- Vaya, lo que nos faltaba - gimió Harry, desesperado ante la potencia de los hechizos de lord Voldemort - A este paso vamos a acabar montando un circo de la leche y, lo que es peor, vamos a poner en apuros al narrador de esta historia, que ya se las está viendo canutas intentando fusionar todos estos desvaríos... En fin, acabemos de una vez con todo esto. ¡Ron, Hermione!... estoooo, quiero decir... ¡Leia, Luke, venid a mi lado! ¡unamos nuestras varitas y lancémosle un hechizo conjunto! ¡poned los flashes a la máxima potencia!
Los tres amigos se unieron, adoptando una pose de esas que quedarán chulísimas para el poster de la película (por cierto, aviso a los productores: podéis llamarme cuando termine esta crónica para negociar los derechos de autor sobre la misma), y lanzaron el flash luminoso hacia lord Voldemort quien, con una sonrisa condescendiente, se limitó a girar su varita en el aire, pronunciando el más antiguo hechizo de defensa que existe en el mundo de la magia: - "¡¡Bota, me rebota y en tu culo explota!!"
Harry, Ron y Hermione quedaron deslumbrados por el efecto de su propio hechizo, incapaces de reaccionar. Lord Voldemort se dirigió hacia ellos. Al fin había llegado el momento. A sus pies yacía Harry Potter, totalmente indefenso. La historia iba a llegar a su fin. Y sin embargo...
- "Psssssst, tsk, tsk, quieto parao ahí mismo donde estás, y métete con alguno de tu talla" - dijo una voz a sus espaldas.
Voldemort se giró, para encontrarse cara a cara con Dumbledore, quien finalmente había dejado de dar vueltas alrededor del fondeo, atraído por aquel espectáculo de luces que se desarrollaba al otro lado del bajo de Piles, donde el anciano director de Hogwarts se había encontrado con este lío de mil demonios en el que estamos inmersos.
- ¿Tú? ¿TÚ? Venga, abuelo, no tengo ni para empezar contigo... - Voldemort silbó entre los dientes con rabia contenida - Hace ya mucho que el discípulo superó al maestro, no tienes nada que hacer aquí
- Eso habrá que verlo... Ven aquí, y alégrame el día - replicó Dumbledore, adoptando pose de Harry el Sucio.
- Cuando quieras... - contestó desafiante Voldemort, seguro de su victoria - ¿Qué es lo que vas a hacer, lanzarme la dentadura postiza?
- No... algo mucho mejor - respondió Dumbledore quien, con un gesto rápido, propio del mejor stripper en un Boys, se desprendió de su capa, mostrando bajo ella que él también había sido transformado por el hechizo anterior de Voldemort. Dumbledore había sido convertido en... ¡¡¡ Gandalf !!!
- ¡¡Aivalaostia!! - chilló Voldemort sorprendido.
- ¿Eso es un hechizo? - replicó mosqueado Gandalf, alzando sus pobladas cejas.
- No, eso no, pero esto sí... preparate a morir, viejales.... ¡¡Avada Kedav..!!
Pero a Voldemort no le dió tiempo a terminar de pronunciar el hechizo mortal, ya que Gandalf alzó su vara de mago (o alzó la varita, o alzó la tráquea, o yo qué sé ya lo que alzó) y se dispuso a pronunciar el hechizo definitivo.
El contrahechizo que terminaría de una vez por todas con aquella amenaza en la Tierra Media, en Hogwarts, en Un Lugar de La Mancha, y en una Galaxia muy, muy lejana.
El Hechizo Universal...
Vamos, que le iba a meter un puro a Voldemort de aquí te espero, caray...
Como decía, Gandalf abrió la boca, alzó la vara y, en una mezcla sorprendente entre latín y élfico gritó con voz estentórea aquel hechizo definitivo:
- ¡¡Erostrato, despierta!!
¡¡¿¿??!!
- ¡¡Erostrato, Erostrato, despierta, tío, joder, que se hace tarde y nos tenemos que ir para el centro de buceo!! - decían Pachi y Crescente rodeando la cama y sacudiendo a éste por los hombros - Joder, sí que cenaste anoche, ¿eh? No había quien te despertara...
- Yo... ¿dónde está Dumbledore, bueno, Gandalf? - respondió Erostrato desde la cama - ¿Dónde estoy? ¿Qué hacéis vosotros así? Si hace un momento estábamos luchando contra Voldemort.
Crescente miró de hito en hito a Pachi, haciendo un significativo gesto de su dedo índice contra la sien... menos mal que ya conocían a su amigo...
- Anda, anda, déjalo, y vámonos para el centro de buceo, que ya te digo que llegamos tarde - respondió Crescente - Ah, y no te olvides las camisetas que nos mandó Jaribas, que tenemos que sortearlas.
- No, claro... pero... ¿de verdad que vosotros no...? - seguía titubeando Erostrato
- Venga, venga, déjate de rollos y agarra tu equipo, que tenemos que marcharnos - indicó Crescente un poco impaciente
- Sí, sí, claro, ya voy... joder... qué alucinante... todo ha sido un sueño... ya veréis cómo váis a quedaros cuando os lo cuente al detalle. Era todo tan fantástico, tan irreal... pero tienes razón, ya vamos un poco tarde. ¡Venga, Pachi, muévete tú también que tenemos que irnos pitando...!
- "piiii...pooooi-piiiiuuuu...piii.poooo-piii" (**) - respondió Pachi
- ¡¡¡¡Aaaaaaaaaaah, era todo real, aaaaah, no era un sueño, aaaaah!!!! - chilló Erostrato al oir aquello.
- Jajaja... Que no, hombre, relájate... que era una broma - replicó Pachi riendo, mientras acompañaba a Erostrato hasta la puerta, desde donde se giró por un momento para guiñar un ojo cómplice a Crescente, quien en ese momento estaba acabando de guardar su sable láser y su capa Jedi en la bolsa del equipo...
Sí, aquel había sido un buen fin de semana de buceo, se dijo a sí mismo Crescente... repleto de sorpresas... aunque quién sabe lo que deparará la próxima.
[Fin del Capítulo.... y de la Crónica. ¡¡Al fin!!]
Traducción R2D2 - Español, como siempre
(*) "Ese toooorooo enamoraaaaao de la luuuuunaaaaa"
(**) "¡Aguana jandemorl... jaaaarl, fistro, pecadorrrrll de la pradera...!"
Esto sí que es el gran desenlace final... ¡seguro que lo has escrito a 50m mientras la narcosis te adueñaba de tu mente!
Como todas las historias, increíble. Gracias por estas historias que nos hacen echarnos unas risas :D
Buenisimo ¡¡¡¡¡¡ :077: