Reserva marina de Masia Blanca
Medio Ambiente se plantea suspender la reserva marina de Masia Blanca por incompatibilidad con la ampliación del puerto<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o:p></o:p>
Aunque la mayoría lo desconoce, frente a la turística playa de Coma-ruga, en El Vendrell (Baix Penedès), en una superficie rocosa de hasta 25 metros de profundidad, se esconde uno de los fondos marinos más preciados de todo el litoral español, incluyendo las islas Baleares o las Canarias. Masia Blanca es una explosión de vida conocida popularmente como el Roquissar de El Vendrell, en una superficie de 43,5 hectáreas de barras rocosas de gran biodiversidad y enorme valor natural.<o:p></o:p>
Es una impresionante reserva marina, figura de gran protección otorgada por el Ministerio de Medio Ambiente, que prohíbe la pesca, el fondeo de embarcaciones y hasta el submarinismo. El proyecto de ampliación del puerto de Coma-ruga, en fase de licitación, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que Masia Blanca deje de ser una reserva natural, confirman fuentes de Medio Ambiente.<o:p></o:p>
Se trata de la reserva marítima más pequeña de todas las del territorio español, lo que encarece los costes de mantenimiento y vigilancia. Con la ampliación del puerto de Coma-ruga, que afectará el área de influencia de la reserva, según fuentes de Medio Ambiente, el ministerio cuestiona su viabilidad. El Ayuntamiento de El Vendrell sostiene, al contrario, que la ampliación del puerto no tendrá impacto sobre la reserva, fundamentándose en los informes del Departament de Política Territorial i Obres Públiques (DPTOP). “Lucharemos para que se mantenga la reserva”, advierte Àngels Turdiu, concejal de Turismo de El Vendrell, quien ve en el origen del conflicto la falta de entendimiento entre Medio Ambiente y el DPTOP.<o:p></o:p>
El asunto no es menor, por lo que se ha constituido una comisión de seguimiento, con la participación de Medio Ambiente, la Generalitat, el Ayuntamiento de El Vendrell, los pescadores y grupos conservacionistas. En su última reunión, todas las partes acordaron abrir un “periodo de reflexión” para analizar la realidad de la reserva marina y el impacto de la ampliación del puerto. Durante el compás de espera se recabará información antes de decidir si Masia Blanca deja de ser o no una reserva marina, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno.<o:p></o:p>
“Hay otras figuras de protección que se podrían plantear si la reserva como tal no pudiese continuar”, apuntan fuentes de Medio Ambiente. La vigilancia y mantenimiento de la reserva supone una inversión de unos 170.000 euros anuales que ahora costea únicamente el ministerio. Algunas fuentes alertan de que el elvado coste de vigilar una pequeña reserva es uno de los facores que ha tenidi en cuenta Medio Ambiente al replantearse la situación.<o:p></o:p>
“Es un oasis en un desierto de arena2, advierte Pere López, de la Asociación Submarinista Sotavent. En un litoral que ha sufrido muchos excesos, Masia Blanca es un pequeño milagro submarino de barras rocosas perpendiculares a la costa, en el que destacan prados de posidonias oceánicas, en una zona de cría de especies de gran interés, como la escórpora, la langosta o las morenas.<o:p></o:p>
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Una de las diez reservas marinas de España<o:p></o:p>
Masia Blanca, aunque poco conocida, está en la privilegiada lista de las diez reservas marinas protegidas por Medio Ambiente, junto a zonas como Cabo de Gata (Almería), Cabo de Palos-islas Hormigas (Murcia), isla Graciosa (Lanzarote), isla de la Palma o Cala Ratjada (Mallorca). Consciente de su potencial, el Patronato de Turismo de El Vendrell pidió permiso a Medio Ambiente para organizar visitas guiadas en verano (www.elvendrellturistic.com). En poco más de un año, se han sumergido más de 850 personas. La Asociación Submarinista Sotavent pide que se permitan las inmersiones, ya que solo se autoriza el buceo sin botella.<o:p></o:p>
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-Texto de Esteve Giralt, extraído de La Vanguardia del sábado 6 de agosto de 2009 -<o:p></o:p>