-
Bajo el agua con sticks
Si por algo enganchan los deportes es por su impacto visual. No sólo los de tierra, también los de mar, e incluso los de agua dulce. Sin embargo, los que practican hockey subacuático no son tan conocidos como los waterpolistas. Por una razón muy sencilla: su trabajo casi no se ve porque sucede bajo el agua.
“No tiene publicidad, es difícil de ver, la ayuda de la federación es mínima, así que vendemos camisetas, hacemos fiestas, lotería…”, explica Fernando Álvarez, entrenador del Club Madrid Hockey Sub y artífice del mayor éxito que han conocido sus integrantes. En los mundiales del verano pasado en Surafrica se coronaron; son los campeones.
El camino ha sido largo, pero también apasionante. Desde que el Colegio Brains les cedió una piscina algunas horas vespertinas, alumnos del colegio y de otros, agrupados por Fernando, se engancharon a un deporte prácticamente desconocido.
Carlos Pascual Adell tiene 16 años y hace más de tres que entrena muchas horas a la semana. “Quieres mejorar, y notas que lo consigues, así que no paras de entrenar”, relata. Pero el orgullo se le escapa y dice más: “Antes no había equipo junior, España no era nada en hockey subacuático y ahora somos campeones, ha crecido mucho este deporte”.
No pasa lo mismo en países como Australia y Nueva Zelanda, pero España avanza a pasos de gigante gracias al compromiso de el entrenador y la voluntad del equipo. “Son los mejores del mundo, son responsables, serios, muy profesionales”, dice Fernando Álvarez. Además, cuando consiguieron el laurel muchos estaban en plenos pruebas de Selectividad. No hay queja. También estudian bien.
Alicia García tiene 17 años, es compañera de Carlos y dice que, “desde que juega al hockey subacuático” se “organiza mejor”.Ambos coinciden en que este deporte “engancha” y, en los próximos meses, visitarán, para competir, la República Checa y Holanda. Cuando tienen que enumerar algunas de las cosas positivas que les reporta tanto esfuerzo, se escucha: crecimiento, buen ambiente, nacimiento, amistad.
Elementos del juego
Cada jugador dispone del equipo siguiente: bañador, aletas, gafas, tuba, gorro de waterpolo, guante y stik. El conjunto cuesta casi 200 euros. Además, hay que trabajar duro. Entrenan tres días a la semana dos horas pero, a menudo, también los fines de semana.