Espejo de seguridad ScubaSight

A simple vista, el ScubaSight parece una especie de retrovisor submarino en el que puedes ver cómo otros buceadores o peces más rápidos te ‘dan ráfagas’ para pedirte paso. Bromas al margen, cuando el fabricante hizo que llegara a mis manos, me pidió que, por favor, no lo viera como un simple espejo.


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Sin olvidar esta observación decidí que, la mejor forma de conocer el verdadero uso de este ‘invento’ y dar mi opinión como buceador, era exprimirlo bajo el agua. Desde entonces son varias las inmersiones que he realizado con el ScubaSight, y muchas son también las virtudes que he encontrado en él.
En el primer buceo acordé probarlo con una configuración de botella lateral –era una de las primeras prácticas con este montaje, por lo que estaba un poco nervioso-. Mientras esperaba sentado en el ascensor del barco a que mi compañero se equipara, el espejo me permitió ver todo el proceso y calcular cuánto tiempo nos faltaba para irnos al agua. Una vez dentro, ‘miradita’ al ScubaSight para verificar el estado de mi equipación. Cogí mi scooter para practicar ‘monkey diving’, actividad divertida y trepidante que consiste en realizar piruetas y giros en todas direcciones y posiciones, quedando invertido o volando rasante en el fondo. Nuevamente, el ScubaSight mostró su valía e hizo posible que, por primera vez, mi cabeza no acabara golpeando el fondo durante mis vuelos rasantes. Todo ello mientras controlaba a mi compañera –que estaba grabando mi aventura- para no alejarme demasiado de ella. Cuando regresábamos al fondeo del barco remolcados por el scooter, el ScubaSight me permitió ver que mi ‘pasajera’ se encontraba en perfecto estado e incluso, ¡oh sorpresa!, la silueta del águila marina que pasaba sobre nuestras cabezas.


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En la segunda sesión de pruebas viajé en el Stenella: es mi barco favorito, ya que se utilizó en una escena de la película de “007: Muere otro día” en la que se sube a bordo Halle Berry. La embarcación fondeó esta vez cerca de una pared de roca y la proa se acercaba demasiado a ella. Tras tirarme al agua, mi ScubaSight hizo posible que en todo momento, aún de espaldas, controlara la distancia a las rocas. Durante la inmersión descubrí un pequeño pulpo que se escondió en un hueco imposible de ver… salvo con la ayuda de mi ScubaSight y la linterna. Ya de regreso a la superficie comprobé que el barco se había tenido que alejar del fondeo por el estado del mar. No hay problema: iluminé con el reflejo del sol al patrón, que vino rápidamente a recogernos. Una vez en el elevador del barco, volví a utilizar el ScubaSight para comprobar que ninguna parte del equipo podía engancharse.
En la tercera sesión de pruebas, además del ScubaSight probaba también un nuevo scooter. Al verme el ScubaSight, el fabricante de los scooter bromeó diciéndome que si necesitaba maquillarme. Cuando bajamos y empezamos a acelerar aquellas maravillosas bestias, el paseo de prueba se convirtió rápidamente en una carrera. Le dejé ir delante hasta que me hice con el scooter y encontré un hueco para adelantarle, aceleramos a tope, como le veía en todo momento, conseguía interceptar todas sus maniobras de adelantamiento. Cuando subimos al barco me comentó que no entendía como yo, que llevaba gafas con la silicona negra, le había visto cada vez que intentaba adelantarme, le enseñé el ScubaSight mientras le deslumbraba con el reflejo del sol y fingí que me maquillaba, así que acabamos la inmersión con unas buenas risas.


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Como puedes ver hay muchas razones para que este invento forme parte del equipamiento de cualquier buceador, además, como apunte personal, os diré que en superficie también me es muy útil cuando voy en silla de ruedas o con mi handcycling, porque puedo ver la cara de quien me empuja sin tener que adoptar posturas incómodas con el cuello.
¿Dónde puedes encontrarlo? En la página web www.scubasight.com y en la tienda online de DAN (https://secure.daneurope.org/shop). Si ellos lo recomiendan será por algo, ¿no crees?


http://www.estoesdxt.es/