Muere un submarinista de 31 años practicando apnea en Santa Cruz
(La provincia de Las Palmas) Un submarinista lagunero de 31 años de edad fue encontrado muerto a primera hora de la mañana de ayer, domingo, después de que fuera denunciada su desaparición a primera hora de la noche del sábado por un compañero de inmersión, informaron fuentes del centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias y de la Comandancia de la Guardia Civil de Tenerife.
El cadáver de J. J. M. N., vecino de la localidad tinerfeña de San Cristóbal de La Laguna, fue trasladado poco después del mediodía del domingo hasta las dependencias del Instituto Anatómico Forense de Santa Cruz de Tenerife con el objetivo de practicársele la autopsia y determinar las posibles causas de la muerte.
Según los escasos datos que han trascendido en relación con este suceso, la víctima y un compañero acudieron en horas de la tarde de ayer a la franja costera de Santa Cruz de Tenerife con la intención de practicar apnea de fondo, modalidad del buceo en la que no se precisa de equipos autónomos de respiración. Según algunos expertos, el buceo en apnea requiere habilidad y disciplina, tanto física como sicológica. El "blackout" (pérdida de conocimiento) es un riesgo siempre presente cuando se bucea en apnea.
Después de un tiempo de permanencia en el agua, uno de los hombres salió a la superficie, mientras que el fallecido no lo hacía.
Tras esperar un tiempo prudencial, presumiblemente confiando en que hubiera abandonado el mar por otro punto del litoral, se dio la voz de alarma en torno a las ocho o las nueve de la noche del sábado.
El hecho de que ya hubiera oscurecido impidió que los equipos de rescate pudieran comenzar las tareas de búsqueda hasta las primeras horas de la mañana del domingo.
En el dispositivo participaron miembros de Salvamento Marítimo y Grupo de Intervención en Emergencias del Gobierno de Canarias.
Sin embargo, serían los Geas (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil) los que descubrirían el cuerpo de J. J. M. N. a unos seis metros de profundidad entre la playa de Las Teresitas y la de Las Gaviotas, en Santa Cruz de Tenerife.
Una vez que el cadáver fue recuperado de las aguas se procedió a su traslado hasta el Instituto Anatómico Forense con el fin de someterle a las correspondientes pruebas periciales para determinar las causas del fallecimiento de este joven deportista residente en la localidad tinerfeña de La Laguna.