Cienaga de Zapata - Un paraíso al sur de Matanzas

“Decir ciénaga es decir pantano y decir pantano es decir mosquitos. Y no contar hasta tres como Benedetti en su famoso poema, sino contar hasta miles, quizás millones. Nubes de mosquitos que las rachas de viento desplazan, empujan de un lado a otro, a distancias que llegan hasta los 60 km. Mosquitos que te comen vivo. Pirañas aéreas. En Cuba el promedio por hora de picadas de mosquitos es dos.
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“En la Ciénaga de Zapata, este hermoso paraje, en tiempos normales se calculan en 12, y en tiempos de plaga llegan a 250 y hasta 500 se reportó hace apenas dos años. Una bobería, ¿verdad? Eso fácilmente se puede soportar teniendo en cuenta lo que van a disfrutar, queridos visitantes. La suerte es que de seguro ustedes son de robusta complexión, y pueden aguantar. De todas formas es una manera de contribuir al desarrollo de la naturaleza. En definitiva, ¿Cuántas criaturitas de la Ciénaga de Zapata no se alimentan de los mosquitos? Y siguiendo la cadena alimenticia, ¿Cuántas criaturitas no se alimentan luego con las criaturitas que se alimentaron de los mosquitos?”
Y es que realmente la Ciénaga de Zapata parece cosa de cuentos. Con su naturaleza exótica y fauna increíble, extiende sus dominios en la porción sur de Matanzas, a unos 200 km al sudeste de La Habana.

Considerada el mayor y más importante humedal del Caribe insular, destaca por la frescura de sus bosques con más de 900 variedades de plantas, y no menos de 160 especies de aves, sin contar los numerosos mamíferos, peces, anfibios o reptiles, entre los que sobresale el cocodrilo cubano, el cual, aun cuando es el más peligroso de los habitantes del pantano, se mantiene alejado de las zonas pobladas.
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Para quien ama la rara quietud de los paisajes solitarios, las Salinas de Brito es el mejor de los destinos entre sus garzones grises y blancos, las sevillas, o los rosados flamencos con sus coreografías lejanas. Y si es en invierno se suman los vivos colores de las aves de paso y el eco de sus voces a la sinfonía del manglar.
Pero si usted quiere algo más que observar, la pesca deportiva es otra opción, junto al senderismo y el buceo, siendo esta última una de las principales atracciones de la Ciénaga por las características de sus costas y la riqueza del fondo marino.

Además de Punta Perdiz, donde se ubica el centro internacional de buceo, se recomiendan otros sitios como Caleta Buena y la Cueva de los Peces.

Otros lugares de visita casi obligada, es la Boca de Guamá, el criadero de cocodrilos o el de cotorras. En el primero, no es solo el encanto de lo natural. Para complementar el hechizo, emergen las estatuas aborígenes nacidas de la inspiración de la exquisita arquitecta cubana Rita Longa, estatuas que dieron vida a esa Aldea Taína perdida en el centro de la cienaga.
Pasar algo más que un rato en la Villa Guamá, es sencillo, solo se necesita elegir alguna de las 44 cabañas de estilo rústico, que se elevan sobre pilotes hincados en el fondo de la laguna, sin preocuparse por la cena pues el restaurante criollo lo garantiza con una variedad de platos entre los que destacan los de carne de cocodrilo.

Concebida para todos los gustos, la Ciénaga de Zapata, cuenta además, con dos modernas instalaciones turísticas: el Hotel Cubanacán Playa Girón, y el Hotel Playa Larga, ambos tres estrellas, y una historia palpitante en el museo de Girón, en los monumentos a la orilla de la carretera. En cada piedra del camino.

Si eso es lo que usted busca, tiene en la Ciénaga de Zapata el mejor de los sitios posibles para deleitar un soplo de aire fresco entre el canto de un jilguero enamorado y la vista del manglar.

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