Buceo con ballenas en el Golfo San Matías
El debate sobre el avistaje y buceo con ballenas en el Golfo San Matías sigue sumando posiciones tristes de los funcionarios provinciales que ahora –vaya a saber por qué- se encargan del tema con urgencia inusitada, después de años de silencio y de ponerle freno al debate cada vez que se quiso reglamentar la Ley vigente.
Esta vez el que sacó turno para referirse a esto, fue el presidente del Consejo de Ecología y Medio Ambiente, Oscar Echeverría, quien salió en la misma sintonía que su principal consejera: la Fundación Patagonia Natural con asiento en Puerto Madryn, lugar con los suficientes intereses creados como para estar en contra de esta Ley (y ser, por tanto, palabra NO autorizada para dictaminar en esto). Echeverría –a coro con esa ong- pretende derogar los artículos que permiten el buceo con ballenas.
El funcionario rionegrino se propone quitar de un plumazo –sin la más mínima consulta a especialistas- el artículo aprobado por unanimidad en la Legislatura. Sólo basado en lo que a él le parece o –lo que es peor aún- escuchando una sola campana: la de la mentada Fundación que nada dice de lo que se hace con las ballenas en el Golfo Nuevo.
Lo cierto es que leyendo las declaraciones de Echeverría, se desprende que no sabe nada (nada) respecto al tema de las ballenas. Si uno interpreta sus palabras, se refleja que el funcionario cree que los buzos vamos tras las ballenas a enlazarlas y montarlas o a arponearlas como japoneses o a hacerles piquetes en los ojos. Los buzos certificados tenemos como materia de estudio la protección del medio ambiente marino. Es un principio básico de esta práctica. Hasta ahora no he conocido depredadores submarinos por estas costas.
Dice en la Agencia APP: “No es que si no hay embarque no vaya a haber avistamiento, al revés, de la costa de Las Grutas, de la costa de Bahía Creek, de la costa de Puerto Lobo se ven y se ven perfecto, mucho mejor que en Puerto Madryn. Y no estamos molestando a la especie como para que decida no entrar en Río Negro”. ¿Se han ido de Pirámides/Madryn acaso por la flota de lanchas que salen todos los días a hacer los avistajes?.
Eso sí, dice que van a “autorizar algunos lugares” para hacer avistaje. Todo “dentro de una semana”. Muy científico el estudio ha de ser, para tan rápida decisión de gobierno.
“Nuestro organismo tampoco tiene especialistas en esta especie, por eso nos costó tanto empezar el trabajo de reglamentación. Estamos trabajando con algunos especialistas del CENPAT y con alguna fundación que está trabajando en nuestra costa”, dijo en un rapto de sinceridad Echeverría. Se refiere, claro, a la Fundación Patagonia Natural que, dicho sea de paso, explota la reserva Punta Bermeja. Ambos con asiento en Chubut, donde los intereses creados, reitero, son muchos como para quedarse callados.
“En los Estados Unidos cualquier persona puede nadar o interactuar con delfines y ballenas libres. Experiencias hechas en el mundo entero con los controles ecologistas más severos demuestran que éstos animales buscan el contacto con buzos y nadadores y que en lugares donde se delimitaron zonas intangibles los animales salían de estas zonas para buscar el contacto humano”. (Textual de Tito Rodríguez, director del Instituto Argentino de Buceo).
Llama la atención lo dicho por Echeverría, quien cruza el paralelo 42 más de lo aconsejable a buscar los concejos de la Fundación Patagonia Natural y no recurre al cuerpo de investigadores (incluso de ballenas) que pueblan el Instituto de Biología Marina y Pesquera Almirante Storni con sede en San Antonio Oeste, a 183 kilómetros de su oficina capitalina. Muchos de ellos, dicho sea de paso, asesoraron en su momento a los legisladores que escribieron la letra de esta Ley ahora cuestionada por el Codema: Bautista Mendioroz y Alfredo Lassalle (UCR) y Javier Iud (PJ).
Puede ser que para Echeverría sus amigos chubutenses estén más calificados que los biólogos y expertos del organismo rionegrino. Puede ser.
Hay cosas que este funcionario no puede decir de forma tan liviana a menos que admita luego su ignorancia en el tema. Tan rotundo como poco conocedor, Echeverría anticipó: “de nado, ni hablar, nosotros entendemos que el artículo de la ley debe cambiarse y que no debe haber nado con ballenas, porque no hay en ningún lado y no entendemos por qué lo haríamos acá”.
Sería interesante que sepa, para no seguir pecando de ignorante, que hay muchos lugares en el mundo, donde como atractivo turístico, se ofrece el buceo con ballenas. Ecuador, Mozambique, Artico, Baja California, México, entre tantos otros. Muchos de ellos, lugares de paso de ballenas en su migración. No hay que investigar mucho para saber dónde se práctica este tipo de buceo. Sólo con entrar a un buscador de internet y (oh sorpresa!!!) aparecen miles de resultados.
Ojalá la racionalidad se aplique en este caso desde el CODEMA. La que hasta ahora ni este organismo ni el ministerio de Turismo, le pusieron jamás. Más racionalidad, reclamo, de la que se puso en la remediación del plomo en SAO, de la remoción de PCB en Sierra Grande, de la explotación de yeso en Allen, de la protección de los acantilados en Las Grutas y del poder de policía en el cumplimiento de la Ley de Costas.
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