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Historia 2. Gris Oceánico en el Mar Rojo
Corría el verano del 2004 y estábamos buceando en el Mar Rojo. La inmersión era en Ras-Muhammed, en concreto en un punto que muchos de vosotros conoceréis que tiene un nombre inconfundible: Shark Reef. Había varios grupos en el agua y era a veces difícil no confundirse de grupo cada vez que nos cruzamos.
De repente entre todos los grupos se empezó a pasar la seña de tiburón y todos empezamos a patalear hacia el azul a 25 metros de profundidad. Tras un rato largo de esprint comenzamos a ver el gigantesco banco de barracudas que ya conocíamos de la inmersión anterior. De repente el banco se movió y por el hueco que dejaba pasó un gigantesco tiburón gris oceánico con la boca abierta que enganchó una barracuda de aperitivo.
Siguiendo a duras penas al instructor mejicano nos acercamos hasta lo que nos pareció una distancia razonable y preparé la cámara que había alquilado solamente ese día (vaya suerte la mía), una Olympus C-5050. El contacto duró un par de minutos hasta que el majestuoso escualo decidió darse el piro, pero fue impresionante. Era mi primer "grande"
Cuando volvimos al arrecife tenía 15 minutos de inmersión y solo 70 bares de la carrera a 25 metros. Pasé otros 15 minutos fotografiando pececitos a 5 metros hasta que tuvimos que subir, pero la sonrisa todavía hoy no se me ha borrado. Cuando vi las fotos en el barco de vuelta al hotel decidí que había llegado el momento de comprar una cámara y una carcasa.
A la vuelta, parte del grupo que ese día había preferido irse a una excursión se agarró un mosqueo importante por habérselo perdido.
Moraleja: no te pierdas ninguna inmersión. No te dejes la cámara. Nunca sabes cuándo ni donde te esperan. Ellos deciden.
Historia 3. Tiburones Toro en Santa Lucía, Cuba
En otoño de 2005 iba a ir a María la Gorda, pero el huracán Vilma hizo que se evacuara la zona, así que nos cambiaron a última hora el destino a Santa Lucía, en el noreste. Allí se hace diariamente un show de feeding de tiburones toro. Yo no estoy de acuerdo con los feeding, pero estando allí no pude resistirme a verlo... dos veces. Arrodillados en un talud de arena a 25 metros de profundidad junto a un pecio de 1905 ocho toros dando vueltas y dos instructores dándoles de comer con las manos.
Independientemente del tamaño de los genitales de los chicos, comparables a los del célebre caballo del héroe de la independencia, el espectáculo de estar entre estos monstruos de 3,5 metros es alucinante. Nos habían dicho que si se acercaban demasiado a nosotros gritáramos con el regulador puesto, que con el ruido y las burbujas se daban la vuelta. Es cierto. Yo me sentía más seguro con la cámara por delante, pero el irlandés que estaba a mi lado me fastidió un montón de fotos gritando justo cuando iba a apretar el disparador en frente de un montón de dientes.
Entonces no sabía nada de los tiburones toro, y hoy en día no volvería a ir a un feeding de tiburones, pero cada vez que lo recuerdo se me ponen los pelos de picos pardos.
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Historia 4. Como perdí el miedo a los tiburones
En abril de 2006 volvimos a Maldivas, esta vez con Marc y Marilén al Maldivian Dream, experiencia genial que repetiremos en marzo. Una noche nos llevaron a una thila a una "cena de tiburones". En el negro, donde solo se ve lo que iluminaban nuestros focos, media docena de puntas blancas daban vueltas buscando pescaditos. De repente uno o dos de ellos pasaban a tu lado sin que supieras por dónde habían venido. Durante el día los ves de lejos, estás pendiente de ellos y los tienes "controlados". Pero de noche...
Es entonces cuando te das cuenta de que no eres su comida, de que pasan de ti, y que en todo caso te dan las gracias por ayudarles con tus focos a perseguir su cena, aunque realmente no dependen de su vista para ello.
Y los ves de otra manera.
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Respuesta: Historias con Tiburones
Me encantaria poder ver alguno, aunque no se como reaccionaria. De todas formas lo tengo dificil porque no suelo salir de la costa brava :)
Me dais enviadia sana....
Respuesta: Historias con Tiburones
Cita:
Iniciado por
Decoman
La pequeña página del logbook se me quedó pequeña y cada vez que la vuelvo a leer sonrío. Desde entonces empecé a contar en el logbook el número de tiburones que veía. Dejé de hacerlo al llegar a cien, pero de ese siempre me acordaré.
Jejeje, creo que eso con el logbook nos ha pasado a todos... :tongue:
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Historia 6: Como tener un tiburón a 50 cm y no darse cuenta
La foto es de calidad patética. Es de esas escenas que de repente ves, enciendes la cámara y mientras apuntas ya estás disparando por lo que el resultado final es así de malo, pero quizá ayudará a los que le tienen miedo a estos angelitos.
Mi mujer ni siquiera se dio cuenta de que le pasaba el punta blanca a centímetros de su cabeza. Cuando se lo dije no se creyó ni que había un tiburón ni que le había pasado tan cerca mientras ella miraba en un agujero. Tuvo que ver la foto.
Respuesta: Historia 6: Como tener un tiburón a 50 cm y no darse cuenta
Gracias Decoman por compartir tan majestuosos momentos con algunos de los principales "Tibus"...:smile:
Ya solo quedan dos (En cuanto a los grandes y feroces se refiere...): :eek:
Blanco y Tigre; :eek::eek:
Saludos
Re: Respuesta: Historia 6: Como tener un tiburón a 50 cm y no darse cuenta
Animo decoman, yo te añado una historia que ya colgué en un relato de Renata sobre el blanco, pero tal vez este sea el lugar indicado.
Hola amigos, saludos desde Beijing-China.
No suelo tener excesivo tiempo para leer o escribir en el foro, pero los tiburones son mi debilidad y no me he podido resistir.
Para mí, los tiburones significan maravillas de la (no) evolución, y el blanco, además de maravilla de la evolución, el rey de los mares.
Muy muy muy humildemente me gustaría complementar lo hablado en este post, y compartir con vosotros mis vivencias en Sudáfrica en 1997, cuando compartí agua (dentro de una jaula) durante 72 maravillosos minutos con 3 tiburones blancos.
Se que es un tópico lo de “no encuentro palabras”, y voy a intentar romperlo y describir esta vivencia:
1.- Expectación. Es el tiempo que transcurres en cubierta hasta que divisas el primer ejemplar.
2.- Impresión. Es lo que piensas cuando ves que el blanco no tiene nada, pero nada de nada de nada, que ver con cualquier otro tiburón que hayas visto antes debido a sus dimensiones.
3.- Temor. Es el momento en el que te estás metiendo en la jaula, habiendo visto ya lo que hay fuera.
4.- Adrenalina. Es el tiempo que pasas en aguas verdosas con visibilidad de 6 metros hasta que ves el primero.
5.- No tengo palabras, lo siento. Es el momento en el que el tiburón y tu hacen contacto visual, y le ves nadando de forma pausada y tranquila hacia ti con una sensación en su mirada de “y tú que eres, pequeño saltamontes?”
6.- Tranquilidad. Es cuando te das cuenta que eres lo más pequeño del universo para él, algo insignificante que además no le da mayor importancia.
7.- Orgasmo. Los 71,5 minutos restantes, cuando sabes que eres un privilegiado asistiendo a una de las mayores maravillas de este planeta, y que empiezas a contar todos los minutos y segundos porque sabes que no se van a repetir y quieres disfrutar cada uno de ellos.
En relación a lo del amor por la naturaleza, tengo que decir que también sentí lo que dice Renata, aunque aún pudiendo estar equivocado, creo que algunas playas sí tenían redes.
No estoy seguro del lugar (puede ser Umhslanga, o algo así?) pero había un instituto que se dedicaba a tratar de rescatar los tiburones que se quedaban atorados en las redes, y con los que no podían los congelaban para utilizarlos en clases y explicaciones que este instituto daba a diario a excursiones colegiales, abriendo los tiburones y explicándoles cosas como el tamaño de su hígado (que hace las veces de vejiga natatoria), los puntos sensores de su morro...
Nunca cogían tiburones vivos para este menester.
Finalmente, animaros a todos a visitar ese maravilloso país que combina excelente buceo, naturaleza y gentes.
Por poner recuerdos:
- Gran Blanco cerca de Ciudad Del Cabo (Gansbaai).
- Excelente buceo en pecios cerca de Ciudad del Cabo (que además es una ciudad preciosa, rodeada de viñedos).
- Además, excelente buceo en el parque nacional de Sodwana Bay, algo al sur de Mozambique, en la costa este.
- Buceo con tiburones toro en Aliwal Shoal.
- Infinidad de pequeñas reservas. El Kruger es muy conocido pero hay tantas otras igual de bellas...
- Historia y cultura Zulú en la costa este.
- Conocer y vivir de cerca la historia de Nelson Mandela.
En fin, creo que eso es todo. Siento lo largo del post.
Abrazos desde China.