La energia del futuro emerge del mar

Un inventor español descubre por casualidad una nueva fuente de energía limpia y barata

La energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma y, a veces, aparece de la forma y en las circunstancias más insospechadas. Son muchos los investigadores que dedican sus vidas a descubrir nuevas fuentes energéticas que permitan a la humanidad independizarse de los combustibles fósiles, altamente contaminantes, aunque pocos, como el catalán Santi Trias Bonet, las descubren «casi por casualidad». Fue cuando intentaba resolver un problema relacionado con el buceo cuando este inventor dio con una nueva fuente de energía limpia y barata que, siendo alternativa, no depende de la fuerza del viento ni de la acción solar. Descubrió que la fuerza de succión que se origina en una columna de agua podría utilizarse para generar energía 100% limpia. Este hallazgo dio lugar al proyecto «STBSYSTEMS», puesto en marcha por Trias y que busca divulgar e implementar este tipo de generador.
El padre de este nuevo filón energético explicó ayer, en declaraciones a la revista online de tecnología Neoteo, que topó con esta nueva mina energética de forma casual mientras intentaba encontrar una solución a un problema de buceo. Destacó que esta nueva fuerza, que equivale a un kilogramo por cada diez metros de altura de columna, puede generar una fuerza capaz de mover un generador eléctrico. «Es una máquina que sumergida bajo el agua del mar es capaz, gracias a la diferencia de presión, de generar electricidad», dice el investigador. Avanza, asimismo, que su descubrimiento ha despertado ya el interés de varias empresas e instituciones.
Empresas interesadas «Estoy negociando con algunas de ellas para poder emprender la producción industrial», dijo Trias, a la vez que subrayó que, para él, «lo más importante es que, más allá de inventar esta máquina, he localizado una nueva fuente de energía alternativa, limpia y gratuita». El hallazo, que le ha merecido el último premio del Innovation Festival Lab de Barcelona, organizado por el Barcelona Centro de Diseño (BCD) con la colaboración de la CE, podría convertise en una alternativa energética real, sobre todo para las naciones con acceso al mar.
En los últimos años se han buscado otras fórmulas de obtención de energía a través del mar. La compañía canadiense Thin Red Line Aerospace desarrolla un proyecto único: colocar en alta mar una bolsa gigante llena de aire comprimido a una profundidad de 600 metros para almacenar la energía renovable eólica marina producida y no utilizada en ese mismo momento.


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