Esta es una buena pregunta, ¿qué gafas comprar?. Dependerá de que tipo de apnea practiquemos. Como regla general distinguiremos entre las gafas para snorkeling o apnea de superficie o las gafas de apnea propiamente dicha. Para la apnea profunda o de competición deberemos tratar el tema de forma exhaustiva en un futuro, pues técnica y equipo aquí van asociadas debido a las profundidades que se alcanzan: ordenadores de apnea, aletas de alto rendimiento, gafas de mínimo volumen, gafas de fluido, lentes de contacto, técnicas de bloqueo y movimiento del diafragma, y en general, material de vanguardia para técnicas extremas.
Como norma general resaltamos que las gafas que utilizaremos para el snorkeling o buceo de superficie y debido a que la presión es de una atmósfera, serán las de gran volumen lo que supone mayor comodidad y amplio campo de visión. Estas son las preferidas de fotógrafos subacuáticos. Para la práctica de la apnea entre la superficie y los - 10 metros de profundidad este tipo de equipo será el ideal.
Debido a que los volúmenes de aire que quedan atrapados por la estanqueidad de la mascará están sometidos a la presión que ejerce la columna de agua sobre los gases, será necesario considerar seriamente la cámara de aire retenida en las mismas, por lo que utilizaremos gafas de poco volumen para asegurarnos la práctica cómoda de nuestro deporte. Es importante resaltar que las gafas de gran volumen llegan a superar los 200 cm3 de aire retenido en la cámara, mientras que las de apnea de volumen reducido están por debajo de los 60 cm3 e incluso menos.
Estos detalles parecen irrelevantes hasta los 30 metros, pero a partir de esta cota, cobran un especial interés por ser muy complicado compensar y aún más conseguir aire de nuestros pulmones con los que poder equilibrar la cámara de aire retenida en las gafas.
Buceando con botellas no tendremos problema alguno, pero conseguir un mínimo volumen de aire a esas profundidades y destinarlo a compensar o equilibrar las presiones, puede resultar una maniobra complicada y peligrosa y que requiere un entrenamiento exhaustivo en el caso de los apneístas para terminar con éxito el resto de la inmersión. Tus gafas sin duda son aquellas que una vez situadas en tu cara sin la cincha puesta y manteniendo la respiración, gracias al efecto ventosa permanecen fijas en tu cara sin caerse aun cuando mires hacia abajo. Ten presente también el efecto túnel de las gafas con mucha superficie de carcasa, pues resultan agobiantes tras horas de uso.
Es conveniente lavar bien las gafas antes de estrenarlas, para retirar bien las grasas protectoras que añaden los fabricantes para su manipulación y conservación antes de la venta al público. Hay ocasiones en las que resulta imposible usarlas sin haberlas lavado tres y cuatro veces antes. Dejarlas en remojo con un jabón neutro veinticuatro horas antes de su uso ayuda.