La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
La tarde comenzó a caer sobre las islas con un quejido caluroso y polvoriento, dejando que cada rincón fuera lentamente envuelto por la noche mientras la luna, que poco a poco se levantaba por el horizonte, no alcanzaba a iluminar los terribles acontecimientos que se avecinaban sobre aquel territorio...
Había habido avisos de lo que podía ocurrir, desde luego. Los más ancianos del lugar recordaban haber leído temibles profecías escritas en lenguas extrañas en los viejos códices (también llamados "foros"), acerca de un temible evento llamado "2ªQDD", que los astros y los dioses, a través de tan "Sensacional" oráculo, habían lanzado como la más terrible de las condenas sobre aquella región y sus habitantes.
Pero ninguno de ellos sabía entender qué podría significar aquello de "QDD". ¿Una plaga? ¿Un regalo divino de los dioses? ¿Un terrible cataclismo de la naturaleza? Todo eso ya no importaba, pues les faltaba muy poco para comprobar la realidad de aquellos augurios, ya que la fecha inexorable se acercaba día a día, hasta que por fin alcanzó aquella nefasta jornada que profetizaba el oráculo. Durante aquel día los ancianos brujos habían escrutado el mar y el cielo, y habían caído presas de extrañas convulsiones cuando comprobaron que el mar estaba como un plato, y el cielo prometía unas jornadas soleadas para los próximos días, aunque no demasiado calurosas. Todos lloraron y se lamentaron, ya que en su experiencia aquellas eran las mejores condiciones para que se produjera un terrible acontecimiento... y no tardaron en comprobar la realidad de sus temores.
Aquella misma noche, y ante sus aterrorizados ojos, vieron surgir de entre las sombras tres extrañas figuras que se dirigían hacia ellos. Si ya de por sí su sola presencia causaba pavor, sudorosos y polvorientos tras la larga marcha que parecían haber realizado, los pesados arcones y sacos que arrastraban tras ellos arrojaban aún más lúgubres presagios sobre el corazón de cualquier ser viviente. Todos se preguntaban si allí, en lo profundo de aquellos equipajes, los extraños visitantes portarían armas, dádivas, o misteriosos artilugios cargados de magia y brujería.
Los habitantes de la región aguardaron en silencio, mientras una de aquellas figuras arrojó el pesado saco a sus pies y, sacando un enorme pendón en el que se mostraba un individuo en pose de buceo con armas en oro y azur sobre campo de gules junto con la divisa "Sensaciones", exclamó con potente voz: "¡¡Por la presente, en este día de gracia del veinte y cuatro de Julio del año del Señor de dos mil y ocho, tomo posesión de estas tierras en nombre de la corona de Sensaciones!! ¡¡Daos todos por conquistados!!"
Al oir esto estalló en risas toda la población... "¿conquistados? ¿por tres piltrafillas? Vale, bueno, como digan ustedes, pero... ¿tenían reserva?"... "Yo... esto... bueno... mire, es que nosotros somos los Adelantados" - dijo uno de aquellos extraños seres - "Nos toca a nosotros llegar primero, ya sabe usted, plantar la bandera, dar un discurso, rellenar las instancias necesarias, hacer todos los trámites, asesinar a algunos nativos, vamos, el trabajo habitual de un Adelantado, usté me entiende"
"Bueno, bueno, no se hable más..." - les respondieron - "Ustedes tres se quedan aquí lo que quieran. Les vamos a dar un buen alojamiento, con vistas a la pared del edificio de enfrente, para que no se mareen mucho mirando al mar, y luego, cuando hayan descansado y visto un poco los alrededores, se me vuelven ustedes para casa, ¿de acuerdo?"
"No, no... creo que no me ha entendido" - intentó farfullar el anónimo Adelantado - "Es que nosotros venimos a conquistar, y..."
"Ya, ya, vale, a conquistar... Bueno, mire, ustedes tres mañana salen con nosotros a dar una vuelta por aquí, les llevamos a ver el Dofi, el Carall Bernat, y se me quedan tranquilitos, ¿vale? Caray, que todos los años nos viene una panda de trastornaos diciendo que nos quieren conquistar... este año parece que nos han mandao a los más tontos. Hala, hala, a dormir, que mañana será otro día... el desayuno lo servimos a las ocho, ¿de acuerdo?"
"Pero, pero... oiga, que nosotros..." - logró balbucear el ahora abatido Adelantado, mientras veía que le entregaban una pesada llave y le indicaban el camino a sus aposentos. "Que ustedes no saben con quienes se las están tratando, que tras nosotros viene un poderoso ejército comandado por...".
Pero no le dejaron acabar, ya que a empujones se vió arrastrado a su habitación donde, tras lamentarse del patético papel que como Adelantados habían hecho los tres, preparó silencioso sus armas para la jornada del día siguiente, y en previsión de que aquello fuera a continuar por tan mal camino como había empezado, tomó la pluma de oca y el pergamino, y a la luz de una vela dió comienzo a su crónica para la posteridad, garabateando entre lágrimas el título de esta la muy prodigiosa
"Crónica de la Conquista de Las Medas".
(continuará...)
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
Espero con impaciencia el siguiente capitulo
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
GENIAL:... GENIAL... pero esto no se hace.. a trozos no vale.. jooo.. ganas e impaciencia de seguir leyendo.. :)
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
:007::007::007:
Ya me los estoy imaginando.... uno de Cristobal Colon y los otros dos los hermanos Pinzones:072::072::072:
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
:003::003::003: bien,,bien,,bien,,semper fidelis a tu estilo literario,,,je,,je,,je
Estupendas vistas a la pared??? :tongue::tongue::tongue: a mi tambien me tocaron el finde pasado,,,,je,,je,,je si es que ya nos conocen, Fernando... estos de la quedada,,,contra la pared!!! :biggrin:
Permanecemos impacientes y expectantes ante nuevo episodio de la quedada...
Saluditossss a to´ssss :smile:
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
ej jej ejejeje
este Fernando... Incurable!
:biggrin::biggrin::biggrin:
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
(... segunda parte)
- "Soy amigo. Vengo en son de paz. ¡¡Dejaos conquistar, hostias, u os corto la cabeza a todos!!"
- "Uy, uy, uuuuuyyyy... No me hagáis cabrear, que tengo un pronto mu malooooo..."
- "Rendíos, ****. Que si no, ya veréis como venga mi primo el de zumosol..."
- "Si no os dejáis conquistar, voy a llorar..."
- "Las conquistas son así, unas veces se gana y otras se pierde. Todavía queda mucha conquista por delante. Hemos salido a dar lo mejor, pero estamos aquí para hacer lo que diga el mister..."
Nada... no se le ocurría nada. Nuestro pobre Adelantado pasó toda la noche revisando el manual del Buen Conquistador que siempre llevaba en su mochila, al lado del patito de goma, la imagen de San Dunguero, y una revista manoseada con señoras en actitud cariñosa, en busca de alguna fórmula que le permitiera sobrellevar el ridículo que habían hecho la noche anterior en su llegada a aquellas tierras. Todo ello sin éxito.
Y así transcurrió la noche, entre las páginas de aquel manual, dándole vueltas una y otra vez a todo aquello sin encontrar solución; y tras alguna cabezadita de esas de cuello desnucao y babilla cayendo por la comisura de la boca, llegó la Aurora de rosados dedos a rescatar del amable olvido del sueño a nuestro protagonista (no sin antes tener que explicarle que no, que no se iba a meter en la cama con él, que tenía mucho trabajo que hacer, y que le importaba un bledo que sus rosados dedos le recordaran a otra Aurora que conoció hacía años...)
Durante el desayuno, al que obedientemente bajaron tal y como les habían indicado el día anterior, intentó entablar conversación con el amable indígena que solícitamente le atendía:
-."Y, dígame usté, amable lugareño... ¿vienen muchos por aquí a conquistarles?"
- "Psché, bastantes, sí señor" - le respondió amablemente aquel - "Todos los años vienen unos cuantos empeñados en descubrirnos... ya sabe lo que tiene esto de aparecer en los folletos turísticos... que si nuestras cristalinas aguas... que si nuestros indescriptibles fondos... que si la riqueza y la vida de los mismos... en fin, que todo esto desata siempre la avaricia y codicia de unos cuantos conquistadores, como puede usté imaginar"
- "¿Y qué fue de ellos?" - preguntó curioso nuestro Adelantado
- "Señor...." - respondió el amable camarero abriendo los ojos como platos y erizándosele el vello como escarpias - "Creo que no desea realmente saber qué pasó... usted... no... es demasiado... no... no puedo contárselo, no puedo... " - gimoteó mientras se alejaba raudo con lágrimas en los ojos, ignorante de las insistentes preguntas que le lanzaba nuestro Adelantado, y murmurando acerca de espeluznantes monstruos marinos, y de la inconsciencia e ignorancia de quienes osaban profanar sus reinos...
- "¿Y cómo ha dicho este amable aunque tímido hombrecillo que se llamaba el rey de aquellos monstruos?" - le preguntó nuestro Adelantado a uno de sus compañeros - "¿Baldo-Mero?, sí, creo que dijo eso. Baldo-Mero" - le respondió su compañero". "Hmmm... nombre harto curioso y ridículo para un monarca, pardiez..." - replicó nuestro Adelantado, adoptando la pose de veterano-adoptando-una-pose, que tan bien se le daba, y preguntando a sus socios de aventuras - "y vosotros, ¿qué pensáis de todo esto? ¿qué, tenéis un poco de miedito, novatos?"
Nuestros indómitos adelantados se encogieron de hombros ante aquellas noticias. No estaban dispuestos a dejarse amedrentar por paparruchas y cuentos de ancianas, ni a hacer caso de temores irracionales propios de gente que no ha recorrido mundo como habían hecho ellos. Ja, intentar asustarles a ellos, que habían doblegado a los temibles sargos reales (que desde entonces eran republicanos), que habían montado y domado al famoso caballito pigmeo (que desde entonces trabaja de burro-taxi en Mijas), que habían convertido a las más aterradoras mantas diablo (que desde entonces les hacen las veces de edredón para las noches de invierno), que hacían feeding día sí, y día también, con el primer tiburón blanco que se les cruzara... Ja...
Ja... intentar amedrentarles a ellos... intentar hacer que sintieran miedo del temible Baldo-mero y toda su legión de fieros soldados... Ja.... Ja, y Ja...
...Ja...jeeeee.. jooooooo... "¡¡¡¡¡ jooooooooooooooooOOOODER, ¿Pero habéis visto el tamaño de ese bicho? !!!!!!" - fue lo primero que exclamaron a grito pelao los tres adelantados al momento de salir del agua tras la primera inmersión de la mañana.
Aquello había sido espeluznante, horripilante, acongojante, anabolizante, electrizante, gallifante... (*tiempoooo... han sido seis respuestas correctas, a veinticinco pesetas cada una...*). Sus ojos se salían de las órbitas hasta chocar con el cristal de sus máscaras, sus dientes entrechocaban a ritmo de zapateao del Joaquin Cortés en cuanto lo ponen encima de una tarima en plena pose mesiánica, sus manos temblaban más que las de Jarrison-For intentando protagonizar la sexta o séptima entrega de Indiana Youns... el pánico se había adueñado de sus miembros y de sus huesos... el temor impregnaba cada gota de su sangre...
Estaba claro. La Conquista de Las Medas iba a ser más dificil de lo que parecía... las huestes mero-deantes que protegían aquellas aguas y sus tesoros iban a necesitar de mucho más que el valor de aquellos tres aprendices de Adelantados para entregar su botín, así que nuestros atemorizados protagonistas de este primer capítulo de la conquista enviaron raudos y veloces algunos alados mensajeros a su rey, rogando que trajeran con ellos la temible fuerza del ejército del poderoso JariLeónidas, junto con sus (casi) 300 fieles guerreros, la élite del buceo, la élite de la conquista, la élite del fotossshup, la élite de la élite, vamos.
Y así, en respuesta al mensaje de sus adelantados, apareció por lo alto de la colina el sábado una temible hueste, portadora de negros uniformes de neopreno, valerosos guerreros cargados a sus espaldas con todos los pertrechos de su profesión, listos para la guerra (¡a-hu!), prestos para el combate (¡a-hu!)... la batalla estaba a punto de empezar...
Pero...¿quiénes eran aquellos poderosos guerreros, cómo se enfrentarían a las terribles fuerzas del poderoso rey Baldo-Mero, y -lo que es más importante- cómo pretendían salir vivos de aquella prodigiosa aventura?
Todo eso (y más), en la próxima entrega...
¿Cómo? ¿Que este cronista está como un cencerro? ¿Loco yo? ¿Locura? ¡¡No...!! ¡¡Esto... es...!! ¡¡Espart...!! digoooo... ¡¡¡Las Medaaaaaaaaas!!!
(... continuará)
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
Espectacular..espectacular...
Piensa que esto va directo a la revista.. ehhh...
Gracias de nuevo.. eres un crack
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
Cita:
Iniciado por
jaribas
Espectacular..espectacular...
Piensa que esto va directo a la revista.. ehhh...
Gracias de nuevo.. eres un crack
Pues voy a tener que pedirte que lo dividas en dos números, porque tras la vuelta de Galápagos (comentario que no viene a cuento nada más que para dar envidia cochina) no estoy en disposición de acabar en un par de días con ella, así que no podrá entrar en la revista de septiembre, no al menos completa.
No te preocupes, un "Continuará..." no le va a venir mal a la crónica que publiques en este número (intentaré que la continuación esté a la altura de las expectativas, ya tengo algunas ideas...)
Abrazotes,
Fernando
Re: La Muy Prodigiosa Crónica de la Conquista de Las Medas
Tu encima... dando animos.. GALAPAGOS.. si es que.... venga a dar envidia..
Ya contaras como fué.. y queremos ver esas burbujas.