Mexico: El mundo visto desde abajo
Muchos conocen la Riviera Maya y, por supuesto, Playa del Carmen, un destino mejicano que en las dos últimas décadas creció exponencialmente.
Playa del Carmen es la cabecera del municipio de Solidaridad, Quintana Roo, en el sudeste de México y al sur de Cancún. Está dentro de lo que se denomina la Riviera Maya. Las aguas del Caribe bañan la costa de la ciudad, por lo cual no sorprende que su principal actividad económica sea el turismo.
En tiempos prehispánicos, Playa del Carmen se llamaba Xaman Há, que en idioma maya significa “agua del norte”. El primer asentamiento de la época moderna data de principios del siglo 20, cuando allí se radicó una comunidad de pescadores, productores de cocoteros y del árbol del chicle.
Durante el siglo XVI, los españoles invadieron y conquistaron la mayoría de los enclaves mayas. Sin embargo, Playa del Carmen nunca se convirtió en asentamiento español.
Hasta mediados de los años ‘80, era un pequeño pueblo de paso con menos de 1.500 habitantes, pero en las últimas dos décadas se ha transformado vertiginosamente al ritmo del crecimiento del turismo.
Playa del Carmen hoy es uno de los sitios más visitados de la Riviera Maya y en general del sudeste mejicano.
Arrecifes y cenotes. Si bien es, en sí mismo, un destino turístico de playa, principalmente es conocida por sus asombrosos arrecifes de corales y espectaculares ríos subterráneos, que forman un vasto laberinto de túneles y galerías, inundados con agua increíblemente transparente y conectados con el exterior a través de los “cenotes”.
Aunque resulte casi imposible describir con palabras la sensación de bucear dentro de ellos y lo que distingue a esta práctica, es el recorrido dentro de una caverna, con formaciones sorprendentes, un juego de luces que ofrecen los rayos del sol al atravesar el agua y la posibilidad de ver los árboles desde abajo.
Una deliciosa experiencia de bucear en una tremenda calma y, hay que reconocerlo, el placer de hacerlo en agua dulce.
Playa del Carmen tiene para ofrecer hermosos arrecifes de coral, a sólo minutos de navegación en bote, desde aquellos bajos llenos de vida, hasta cañones y paredes profundas.
Los sitios de buceo ofrecen magníficas y variadas vistas de corales y esponjas y una variada fauna, entre la cual se encuentran tortugas, morenas, rayas, sábalos, meros, barracudas, tiburones nodriza y una impresionante variedad de coloridos peces tropicales.
Otras condiciones especiales son la claridad del agua, con visibilidad hasta los 20/30 metros, y su temperatura, de 25 a 30º C, que permiten bucear en los arrecifes durante todo el año. Debido a una corriente moderada permanente, el buceo es siempre “de corriente”, para disfrutar de un seguro paseo a lo largo de increíbles arrecifes de coral.
El buceo es una actividad deportiva que pueden practicar personas de todas las edades, aunque la mínima es de 10 años. Requiere un estado físico que permita nadar aceptablemente; ayudar al compañero en situaciones de emergencias, y desenvolverse sagazmente en situaciones de imprevistas.
Los requisitos para realizar un bautismo son: carecer de problemas del corazón, del sistema respiratorio, de los oídos y, en el caso de las mujeres, no estar embarazadas.
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