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Ver la versión completa : Desde -24m



cavalldeferro
19th September 2009, 09:08
Hola,
Yo puedo contaros que subí desde -24 metros.
Cuando apenas llevaba 15 inmersiones, un día en el centro de buceo me dejaron probar un traje semiseco. Era el primer semiseco que usaba y como "partidllo" no caí en la cuenta que debía lastrarme algo más por la mayor flotabilidad respecto al húmedo. Bien. Hacia el final de la inmersión estaba en 24 metros y la botella debía tener 60 bares... ya teníamos que empezar a ir hacia el cabo del ancla. Un compañero quiso hacerme una foto. Tomé posición y cuando empecé a darme cuenta estaba ascendiendo... cada vez más rápido. Me puse de cabeza abajo y empecé a nadar hacia abajo. Imposible. (Para quien no me conozca matizo que soy buceador usuario de silla de ruedas, con lo cual el impulso habitual es braceando y usando algo de mi pata derecha que algo funciona). La velocidad de ascenso ya era tal que llegué a superficie como una puñetera boya. Estaba nervioso. Me puse cabeza abajo y nadé con fuerza hasta volver a -24 metros. Llegué con10 o 20 bares de aire. Fui con mi "compañera" al cabo del ancla, parada seguridad y salida. Estuve todo el dia con pitidos en los oídos y algo de dolor de cabeza. Pero nada más.

Toni Bermejo
21st September 2009, 17:04
Hola Cavalldeferro

El problema que planteas es casi más de técnica.
Para estos casos es muy importante tener identificado en el jacket los tiradores (suele haber 2 ) de vaciado rápido.


Saludos

Pirata Garrapata
21st September 2009, 17:26
Si te ocurre ese tipo de incidente el daño, sea el que sea, ya está hecho, así que lo más imprudente es volver a sumergirte aunque termines haciendo la parada.

Si te vuelve a ocurrir ni de coña te sumerjas de nuevo.

luixi79
9th January 2010, 14:47
Cuando estaba haciendo el curso Padi Advance, en la inmersión profunda, cuando estábamos haciendo la ascensión, tuvimos que pasar por un túnel de roca que pasaba de los 18m a los 11m, con una visibilidad casi nula. El instructor no nos avisó de que había esa diferencia de profundidad y mi compañera, que subía delante mía no liberó aire suficiente por lo que se hizo una subida boyante hasta la superficie. No tuvo ninguna consecuencia, ni dolores, ni pitidos, simplemente la ansiedad de lo que pudiera haberle ocurrido. Un mes más tarde estábamos otra vez bajo el agua y sin problemas. De todas estas experiéncias se aprende, y ahora no hacemos ni una inmersión sin una exhaustiva explicación del mapa de fondo.