PDA

Ver la versión completa : A pleno pulmon...



jaribas
24th October 2008, 20:54
El buceo en apnea, es decir, empleando tan sólo la capacidad pulmonar para realizar la inmersión, es una disciplina que roza más que ninguna otra dentro del buceo los límites del arte y la filosofía.

La preparación física y la técnica depurada han de sustituir a los equipos que nos permiten sobrevivir bajo el agua. La contención en el consumo del oxigeno que el apneista sea capaz de almacenar en su sistema respiratorio es un factor clave. Técnicas de relajación y concentración, muy cercanas algunas a las prácticas de yoga, que ayuden al cuerpo a controlar su ritmo cardiaco, así como el logro de la menor resistencia posible frente al agua para reducir de esta manera la demanda de oxígeno desde los tejidos son la llave que abre la puerta al verdadero mundo del silencio submarino.

Una máscara de buceo con el menor volumen interno posible para facilitar la compensación, unas aletas que optimicen el desplazamiento, un tubo de respiración para las ventilaciones en superficie y sus propias capacidades es todo lo que el apneista tiene para alcanzar las profundidades y permanecer en ese medio extraño.

La historia de la competición en la inmersión moderna comenzó en 1949, con Raimondo Bucher, un capitán de aviación italiano, quien descendió a pulmón y lastrado tan sólo con un fusil de pesca submarina hasta los 30 metros de profundidad. Dos años después, Enio Falco y Alberto Noveli superan la marca llegando a los –35 metros, y Bucher les contesta en 1952 con -39; comienza así una tradición de competencia incruenta entre los apneistas más destacados de cada época. En los años 60 los hombres que baten records son el brasileño Amerigo Santarelli (-44 metros en 1960) y Enzo Maiorca (con sucesivos records que le llevan a 54 metros de profundidad); a mediados de la década entran en escena Jacques Mayol, con su mezcla de intelectualidad e instinto publicitario, y el marine americano Peter Croft. Contra los contundentes físicos de Maiorca y Croft, Mayol introdujo las técnicas de yoga y juntos protagonizaron una encarnizada lucha que situó al francés a –77 metros a finales de la citada década.

En los 70 Maiorca y Mayol siguen enzarzados, convirtiéndose el segundo en el primer hombre que superó la barrera de los 100 metros de profundidad, en 1976. En nuestros días el protagonismo principal es para dos hombres: Umberto Pelizzari, italiano representante de la tendencia intelectual de Jacques Mayol, y el extrovertido cubano Francisco Ferreras; aunando los estudios científicos con el hambre de marcas, estos atletas buscan ya los –150 metros en apnea.

El buceo libre, como también se le denomina, suele ser noticia por los numerosos records que, en las distintas modalidades, van cayendo uno tras otro en manos de los buscadores del Gran Azul. La Asociación Internacional de Buceo Libre (IAFD) es una de las pocas organizaciones mundiales que supervisa, reconoce y publica records mundiales en las diferentes disciplinas del buceo en apnea. Estas marcas se ratifican en tres niveles diferentes: "nacional", atendiendo a la nacionalidad del plusmarquista, "regional", en función del continente en que se registra la actuación, y "mundial", si la inmersión supera con carácter absoluto las previamente establecidas en los niveles anteriores.

Actualmente, la IAFD reconoce cuatro categorías en competición: "Lastre constante", en la que el buceador realiza la inmersión sin ningún tipo de ayuda externa, gas comprimido, cuerda o trineo de buceo; sólo se permite el uso de máscara, tubo de respiración para la ventilación en superficie, aletas, cinturón de plomos y traje protector, manteniendo el peso constante tanto en el descenso como en el ascenso y sin poder ayudarse de la cuerda guía.

"Lastre variable", en la que se permite al buzo el uso de un trineo de buceo (sledge) para el descenso y de una cuerda como soporte y ayuda para el ascenso; el peso total del trineo no puede superar el 33% del peso del apneista, y lleva incorporada una cámara de video que muestra la cara del buceador en todo momento.

"No limits", la más espectacular debido a las mayores profundidades que pueden alcanzarse, que permite el uso de trineo sin peso mínimo ni máximo para el descenso y un globo de ascenso alimentado por gas comprimido para el ascenso, acelerando así notablemente las velocidades de viaje.

La cuarta categoría deriva de esta última; el "descenso en paralelo" es similar al "no limits" pero con dos buceadores compartiendo el sledge, incrementando así la seguridad.

En todos los casos, el apneista debe alcanzar la superficie y permanecer consciente y sin asistencia durante unos momentos para que la marca sea validada