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Ver la versión completa : Saber compensar



SENSACIONES
18th September 2008, 21:31
Practicamos el golpe de riñón, damos dos aletazos y, a pesar de que realizamos la maniobra de Valsalva (http://es.wikipedia.org/wiki/Maniobra_de_Valsalva) tapándonos la nariz, ¡no hay manera de compensar! Es como si entre la nariz y la oreja hubiera un bloque total, ¡y encima duele! Con la rabia contenida subimos a la superficie y salimos del agua.
Todo pescador submarino (http://www.apnea.com.es/categoria/pesca-submarina) ha pasado, al menos una vez, por una experiencia de este tipo, lo que puede significar el fin de una salida. ¿Pero qué es lo que pasa exactamente? La trompa de Eustaquio, el largo canal que une el oído medio a la rinofaringe, no permite la equipresión del tímpano (igualdad de presión a ambos lados de la membrana), que se deforma y produce dolor.
Veamos las diferentes causas que pueden producirnos este problema:
Dos intentos ¡no más!
La dificultad para compensar puede estar ligada a diversos pequeños problemas “patológicos”: senos nasales “bloqueados” a causa de un resfriado, trompa de Eustaquio (http://es.wikipedia.org/wiki/Trompa_de_Eustaquio) congestionada, etc. Todo ello acompañado de dolores, quemazón o de una sensación como de “agujas que se clavan” (en el sinus frontal, por ejemplo), incluso de vértigo y náuseas.
El caso más frecuente es el de la trompa de Eustaquio congestionada, que impide la compensación y causa el clásico dolor de oído. Si esto ocurre durante el descenso, hay que parar inmediatamente. Seguir el descenso puede ocasionar lesiones graves. Al subir, este dolor puede acentuarse, sobre todo al acercarnos a las superficie. Solución: ralentizar la subida, mover la mandíbula y presionar ligeramente detrás del lóbulo de la oreja. Estos pequeños trucos no siempre funcionan, pero hay que intentarlo.
Después de haber sufrido este incidente se aconseja esperar unos 10 minutos antes de volver a sumergirse, tiempo que puede aprovecharse para sonarse o lavarse las fosas nasales con agua de mar. Según algunos, se debe descartar un nuevo intento de inmersión, siempre que se empiece por un descenso muy prudente, con el pulgar y el índice preparados para taparnos la nariz y estando muy atentos a la menor molestia que sintamos.
Con frecuencia el incidente quedará olvidado y las inmersiones podrán continuar. Pero si en el transcurso de esta nueva inmersión vuelve a ocurrir lo mismo, hay que olvidarse de la salida y regresar a casa.
Más vale prevenir…
Las causas de este transtorno son numerosas y, además, no se les suele dar la importancia que en realidad tienen.
He aquí una lista que debéis estudiar, pues la prevención es el único método eficaz para combatirlas.


Los resfriados. Ante este problema pasajero las reacciones individuales son muy diferentes. Aunque estén resfriados, algunos buceadores pueden efectuar la maniobra de Valsalva sin ningún problema.
Los primeros metros. Son muy importantes y deben realizarse con una mano libre, lista para entrar en acción en cualquier momento, aunque tengamos que mantenerla cerca de la nariz desde que iniciamos el golpe de riñón.
Los descensos demasiado rápidos.
El frío. Este factor no suele tenerse muy en cuenta, en parte porque sus consecuencias no se dejan sentir inmediatamente. A veces no es hasta pasadas 2 ó 3 horas que se sufre el “bloqueo”, sin comprender muy bien el porqué. Un consejo: en la embarcación, cuando haga frío, ponéos algo en la cabeza; por ejemplo, va muy bien un gorro de lana antes y después de echaros al agua.