jaribas
14th February 2007, 21:25
Los chicos sufren un estrechamiento de las vías aéreas después de una inmersión de buceo, informaron investigadores en Francia. Eso suele ocurrir por respirar el aire frío y seco del tanque y no es permanente, explicó a Reuters Health el doctor Frederic Lemaitre, de la Universidad de Rouen, autor principal del estudio. "Creo que es transitorio", agregó.
El equipo dirigido por Lemaitre le indicó a 18 buzos jóvenes con experiencia y a 18 novatos, todos de 9 a 13 años, realizar una inmersión de 25 minutos a 3 metros de profundidad.
La función pulmonar se midió 20 minutos antes y 10 minutos después de la inmersión.
Tras sumergirse, los niños mostraron en promedio alteraciones de la función pulmonar que sugerían cierto estrechamiento de las vías aéreas.
Los autores no observaron ninguna diferencia entre los buzos con experiencia y los novatos, según indicó el informe publicado en International Journal of Sports Medicine.
Los resultados no son una causa de preocupación para los buzos jóvenes, dijo Lemaitre.
El investigador dijo que las regulaciones protegen a los chicos al limitar la cantidad de inmersiones que pueden hacer y la profundidad a la que pueden descender.
En Francia, por ejemplo, los niños pueden empezar a bucear a los 8 años y sólo pueden hacerlo una vez por día.
Sin embargo, Lemaitre dijo que las normas francesas permiten que los adolescentes de 12 a 18 años se sumerjan más de 30 metros, lo que podría aumentar el riesgo de desarrollar problemas pulmonares.
"Considero que la población en riesgo no son los chicos. Creo que la población en riesgo son los adolescentes", sostuvo el autor.
Lemaitre recomienda que los adolescentes buceen a menos de 30 metros de profundidad. "Los chicos pueden bucear, pero la inmersión debe adecuarse a los niños", concluyó.
El equipo dirigido por Lemaitre le indicó a 18 buzos jóvenes con experiencia y a 18 novatos, todos de 9 a 13 años, realizar una inmersión de 25 minutos a 3 metros de profundidad.
La función pulmonar se midió 20 minutos antes y 10 minutos después de la inmersión.
Tras sumergirse, los niños mostraron en promedio alteraciones de la función pulmonar que sugerían cierto estrechamiento de las vías aéreas.
Los autores no observaron ninguna diferencia entre los buzos con experiencia y los novatos, según indicó el informe publicado en International Journal of Sports Medicine.
Los resultados no son una causa de preocupación para los buzos jóvenes, dijo Lemaitre.
El investigador dijo que las regulaciones protegen a los chicos al limitar la cantidad de inmersiones que pueden hacer y la profundidad a la que pueden descender.
En Francia, por ejemplo, los niños pueden empezar a bucear a los 8 años y sólo pueden hacerlo una vez por día.
Sin embargo, Lemaitre dijo que las normas francesas permiten que los adolescentes de 12 a 18 años se sumerjan más de 30 metros, lo que podría aumentar el riesgo de desarrollar problemas pulmonares.
"Considero que la población en riesgo no son los chicos. Creo que la población en riesgo son los adolescentes", sostuvo el autor.
Lemaitre recomienda que los adolescentes buceen a menos de 30 metros de profundidad. "Los chicos pueden bucear, pero la inmersión debe adecuarse a los niños", concluyó.