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SENSACIONES
15th July 2008, 09:04
José Pons se despide de Gibraltar, España ofrece parte del tesoro a Perú y los cazatesoros se hunden en la bolsa.

EL último Consejo de Ministros de junio trajo una sorpresa ocultada por el paso de España a la final de la Eurocopa: José María Pons Irazazábal, artífice de los Acuerdos de Córdoba sobre Gibraltar (2006), pasa de director general para Norteamérica y Europa Occidental a embajador en Viena. En el Ministerio de Exteriores dicen que es normal que del tercer cargo más importante en el Palacio de Santa Cruz se pase a una embajada del mismo ramo (Europa occidental).

Los Acuerdos de Córdoba posibilitaron que Inglaterra pagara las pensiones de los españoles que perdieron su trabajo al cerrarse la verja en 1969: 40 millones de euros. La Mancomunidad del Campo de Gibraltar otorgó por ello a Pons su medalla de oro en febrero de 2007. Los Acuerdos facilitaron también el uso civil del aeródromo de la RAF, a pesar de incumplir las normas de seguridad de los aeropuertos en ciudades. El beneficio de este uso no ha sido evaluado. Pero todos dan por cierto que los acuerdos son lo mejor que ha pasado en el Campo de Gibraltar desde que en 1704 los ingleses invadieron el Peñón y expulsaron a su población.

Balance negativo

Hasta aquí el haber de Pons. En el debe está pasar por alto el caciquismo del Gobierno de Peter Caruana, ministro principal de la colonia británica. Pons no ha tenido tiempo para despedirse de la Mancomunidad de nuestro lado de la verja, pero sí de Caruana, con una “visita no oficial”. En el debe cae también haber suprimido los obstáculos para la acción de los cazatesoros de Odyssey, que usaban Gibraltar como guarida desde fines del siglo pasado.

Pons asegura que fue por presiones de las embajadas inglesa y norteamericana. El dato es que el 23 de marzo de 2007 Exteriores autorizó los trabajos de Odyssey, precisamente en el marco de las negociaciones sobre Gibraltar. Una semana más tarde, Odyssey halló el pecio de la fragata Mercedes, y presuntamente comenzó su expolio. Sus acciones en bolsa comenzaron a subir.

La intervención de Exteriores fue totalmente ilegal, tratandose de Patrimonio Cultural. Pero el Ministerio de Cultura, que se opuso con todos sus medios a permitir el trabajo de una empresa descalificada por todos los arqueólogos (incluidos los británicos), fue retirado por la fuerza del asunto.

Luis Valero, que en 2003 había registrado por encargo de Cultura una posición de hallazgo del Sussex (buque sobre el que Odyssey tenía un contrato con el Ministerio de Defensa británico), fue acusado de expolio. Lo que debía ser un mero registro domiciliario se convirtió en detención. El juez competente se niega a instruir el caso, pero Valero sigue firmando como imputado. No es la única persona perseguida por haber defendido los intereses españoles frente a Odyssey. Si el tesoro expoliado por los cazatesoros vale 500 millones de dólares (318 de euros hoy), como ellos pretenden, el debe consecuencia de los Acuerdos (Odyssey exportó el tesoro en el primer vuelo transoceánico desde Gibraltar) es mucho mayor que el haber.

Claro que el cambio de clima sobre Gibraltar es algo que no se paga con dinero. Pero si Pons no hubiera cometido ningún desliz y tan importantes son los Acuerdos, ¿por qué se va? O, ¿por qué no a Londres? ¿Por qué una embajada insignificante?

El mismo 18 de mayo de 2007 en que los cazatesoros presentaban el tesoro del Cisne Negro, LA GACETA delataba su origen español. España presentará el 11 de agosto ante el Tribunal de Tampa la reclamación de inmunidad sobre el buque, identificado como la fragata Mercedes, hundida por los británicos en 1804 frente a la costa portuguesa del Cabo de Santa María. Para no complicar las cosas, y dado que la carga expoliada son principalmente monedas de plata y oro acuñadas en Lima en 1803, el mismo día en que Pons se despedía de Caruana, el director general de Bellas Artes, José Jiménez, y el subdirector de Protección del Patrimonio Histórico, Luis Lafuente, se mostraban dispuestos a compartir el tesoro con Perú, con tal de no retrasar el juicio con reclamaciones de terceros países.

Como en los mejores tiempos de la URSS, se ha borrado de la foto a los aliados de Odyssey dentro de la Administración española.