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Ver la versión completa : Los arqueólogos sospechan que 200 cajas con objetos de valor se hundieron con el sepulcro real



SENSACIONES
12th June 2008, 10:51
El doctor Iván Negueruela no tiene dudas de la importancia científica del enterramiento de basalto expoliado en la tercera de las pirámides de Giza, pero advierte que igual o más valor podrían tener los objetos que se hundieron en las más de doscientas cajas que transportaba el navío Beatrice cuando naufragó el 10 de octubre de 1838.

«El sarcófago es muy importante, pero también lo son los otros objetos que se fueron al fondo del mar con él. Sí, puede haber alguna sorpresa», mantiene cuando se le pregunta por la dimensión científica y mediática que podría tener el hallazgo. No falta quien también especula con la existencia en aguas cartageneras del ajuar funerario del faraón, esfinges de granito rosa y codiciadas piezas de oro, aunque todo eso parece leyenda. Los arqueólogos guardan un prudente silencio porque de todo ello no hay nada más que una pista y varios estudios fallidos.

Más unanimidad hay en el complejo problema de propiedad que supondría el hipotético hallazgo del sarcófago de Micerinos: un tesoro arqueológico egipcio, sumergido en aguas españolas a bordo de un barco inglés.

El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, está convencido de que el sarcófago retornaría al mismo lugar de donde salió. Y apela para ello a la amistad con España, así como a la sensibilidad de sus autoridades culturales e incluso de la Reina Solía.

Pero, ¿qué ocurriría si las autoridades británicas reclamaran las mercancías de la Beatrice? Entonces, los arqueólogos se desprenderían del protagonismo para cederlo a los expertos en derecho marítimo internacional y el foco de la actualidad apuntaría a los tribunales antes que a los museos. Tal y como ha ocurrido con España y la empresa Odyssey por la propiedad de un tesoro extraído de un pecio hundido frente a Cádiz.

En principio, los ingleses partirían con ventaja si, como España, invocan a acuerdos de la Unesco para reclamar las cargas de sus pecios hundidos.