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Ver la versión completa : El Lamoricière



Narcosis78
13th May 2008, 22:26
Extraido del diario Ultima Hora de Menorca (http://www.ultimahora.es/menorca/segunda-me.dba?-1+2013+434329)

Los submarinistas preparan otra inmersión para buscar la popa
Guido Pfeiffer calcula que puede estar a 300 metros de profundidad

La investigación sobre el transatlántico Lamoricière no termina con el descubrimiento de parte del buque cerca de Favàritx. El equipo de submarinistas se propone una nueva inmersión este verano para encontrar la popa, que pudo haber caído a una profundidad de 300 metros.

Guido Pfeiffer, reconocido submarinista italiano y director de la revista SUB, encabeza un equipo formado por su esposa Flory Caló y los médicos especialistas en tratamientos hiperbáricos Alejandro Fernández y Jordi Moyá, residentes ambos desde hace años en Menorca. Les acompaña el menorquín José Moyá.

Reconstruir la historia del Lamoricière y localizar el pecio les ha llevado tres años de trabajo con numerosas consultas en los archivos, conversaciones con familiares de los supervivientes y el estudio de los relatos escritos por tres pasajeros.

Estudiando el rumbo del barco, el viento y las cartas náuticas Pfeiffer concluyó que los restos estaban más cerca de Menorca de lo que se pensaban. La pista definitiva se la ofreció el pescador de Maó Luis Pons, al señalarle una zona donde aparecen siempre muchos peces.

Con el equipo situado en ese punto, el sónar localizó lo que parecía ser una gran roca sobre la superficie del fondo marino. Los submarinistas realizaron una inmersión pero no pudieron bajar más de 120 metros, por lo que utilizaron un robot por control remoto que descubrió el pecio a 156 metros de profundidad.

El robot fotografió la proa y allí apareció un nombre grabado: Lamoricière. Tras el hallazgo, Pfeiffer está preparando un reportaje con las imágenes del estado actual del barco que se publicará en la revista SUB del mes de julio. Después, el equipo volverá a ponerse en marcha para localizar la parte restante.


La última travesía del Lamoricière
El hallazgo de los restos del transatlántico francés hundido en Menorca en 1942 saca a la luz el drama vivido por los pasajeros

Tras 66 años reposando en el fondo del mar menorquín, un equipo de submarinistas dirigidos por el italiano Guido Pfeiffer ha descubierto los restos del trasatlántico francés Lamoricière.

El hallazgo recupera la memoria del último viaje de este imponente barco, cuyo naufragio a 10 kilómetros de Favàritx terminó con un balance de 301 muertos y apenas 93 supervivientes.

La documentación que Pfeiffer ha recogido de la Compagnie Générale Transatlantique, propietaria del trasatlántico, de los archivos históricos de Marsella y Argelia (la ruta que cubría habitualmente el barco) y de los relatos manuscritos de tres supervivientes permite reconstruir el drama que el Lamoricière vivió en su última travesía.

El barco partió de Argelia un 6 de enero de 1942. Se anunciaba temporal pero el trasatlántico era «grande y seguro» y contaba con un capitán con mucha experiencia. Llevaba consigo 122 tripulantes, 272 pasajeros y 4.700 toneladas de carga, buena parte de ella naranjas argelinas.

Originalmente había sido construido en 1920 para navegar con gasoil pero con la II Guerra Mundial, que necesitaba la mayor parte de combustible para tanques y aviones, el Lamoricière había sido modificado en 1940 para incorporarle motores de carbón y unas grandes compuertas en cubierta.

Este cambio implicaba que de los 18 nudos que alcanzaba antes con gasoil, ahora navegaba a 11 nudos pero, en caso de temporal, su potencia apenas alcanzaba los 8 nudos, es decir, unos 14 kilómetros por hora.

Cuando remontaba hacia Marsella por el Canal de Menorca, ya llevaba 8 horas de retraso y se enfrentaba a un temporal con olas de hasta 11 metros. Aún y así, decidió virar hacia el norte de Menorca para socorrer al carguero Jumièges.

Al llegar a las coordenadas del carguero, sobre las 3 de la madrugada del día 8 de enero, vieron que el Jumièges ya se había hundido. Atrapados en el temporal, el capitán del Lamoricière ordenó recuperar el rumbo pero entró agua por las compuertas de cubierta y se pararon dos motores. Estaban a 30 millas del norte de Menorca cuando vieron que no podrían llegar a Marsella por lo que decidieron resguardarse en la costa sur de la Isla.

Intentando girar el gran barco, de 112 metros de eslora, la tramontana pegó un golpe tan fuerte en el costado que la carga de naranjas se desplazó y el buque se escoró hacia un lado. Además, el agua que entraba apagó los motores restantes y el generador eléctrico, con lo que las bombas de achique no funcionaron. Ante esta situación, el capitán ordenó que tripulantes y pasajeros recolocaran la carga desplazada para que el barco se estabilizara pero todo fue inútil.

En la mañana del día 9 el Lamoricière iba a la deriva. A su llamada de socorro acudieron varios barcos franceses, entre ellos el Gouverneur Général de Gueydon. Este intentó lanzar un cable para remolcar al Lamoricière e incluso tiró aceite al mar para apaciguar las olas pero resultó en vano.

Sobre las 11 horas, el capitán ordenó evacuar el barco y se agrupó a todos los niños en un primer bote salvavidas. Mientras estaban bajando el bote, una fuerte ola rompió un cabo y todos los niños murieron al caer al mar. Ante semejante tragedia, el resto de pasajeros se tiraron a la fría agua. La mayoría perecieron ese 9 de enero pero los más afortunados pudieron agarrarse a las redes del Gueydon o fueron recogidos por los demás barcos.

Años después, los pescadores de Es Grau todavía recogían entre sus redes zapatos y juguetes pescando cerca de Favàritx. Son precisamente estos relatos los que permitieron a Pfeiffer localizar el pecio.

Entre los pasajeros que fallecieron en el naufragio del Lamoricière estaba el matemático y criptógrafo polaco Jerzy Rosycki. Nacido en Ucrania en 1909, el joven fue reclutado para un curso de criptografía mientras estudiaba Matemáticas en la Universidad de Poznan.

En 1933 ya trabajaba en la agencia polaca especializada en romper códigos cuando descifró, junto con sus compañeros Marian Rejewski y Henryk Zygalski, el famoso código secreto «Enigma» utilizado por el ejército alemán.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Rosycki trabajaba en un centro secreto de la inteligencia aliada conocido como Cadix, situado en el sur de Francia. Cuando embarcó en el Lamoricière, regresaba a Cadix tras pasar unos días de descanso en una sucursal del centro situada en las afueras de Alger. Junto a él viajaban otros dos compañeros polacos criptógrafos, Piotr Smolénski y Jan Gralinski, quienes también fallecieron en el naufragio cerca de Menorca.

Altais
25th December 2011, 14:13
Sr investigadores mi consejo es que mantengan la zona del primer hallazgo vigilada puesto que existe una fundacion llamada argomaris que deambula por su zona y ha zaqueado y destruido parte de sus restos sin tener en cuenta que se trata de una tumba sumergida, las pruebas videograficas y demas las tengo en mi poder y la policia judicial tiene algunas pruebas que los incriminan pero hasta el dia de hoy no han hecho nada, conflicto de intereses nada mas.
att.
Altais