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Ver la versión completa : ¿Puede una maquina fotográfica salvarte la vida?



oto
28th April 2008, 11:01
En un lunes del mes de Mayo de 1988, mi compañero y yo nos dirigimos hacia la cala Sa RASCASSA, Aiguafreda (Begur), un lugar ideal para entrar la neumática con el remolque y con numerosas inmersiones desde este punto de partida.
Un día esplendido de temperatura y sol, pero con un mar algo revuelto, y dado que era lunes y un mes de Mayo, la soledad y tranquilidad respiraba por todos lados.
Descargamos todo el equipo, botamos la neumática al agua y desde el pequeño muelle de la cala, fuimos cargando la embarcación con todo el material. Nos equipamos con nuestros trajes y nos hacemos a la mar dirección Medas, sondeando con una primitiva sonda grafica, protegida con una caja de contadores, una zona justo enfrente de Cap Sa Sal a 1 milla aproximadamente de la costa. Encontramos una zona de roca baja con oscilaciones de 8 metros a una profundidad de 42 metros y decidimos fondear el ancla. Nuestra primera sorpresa fue comprobar que nos dejamos los cabos de fondeo que solíamos utilizar para diferentes profundidades, tan solo estábamos provistos del propio cabo del ancla y su longitud era de 50 metros. Como si fuéramos dos pardillos, decidimos fondear con ese cabo, a sabiendas que no es un fondeo correcto, pero nuestra osadía nos dice que cuando descendamos por el cabo y lleguemos al fondo, aseguraremos bien el ancla.
Por aquel entonces mi estado físico era realmente envidiable, dado que hacia 2 sesiones por semana en piscina de 4.000 metros por sesión, algo de pesas y ejerció aeróbico mas una inmersión por semana. Nada apuntaba que podría ocurrirme y si algo ocurría, estaba lo suficiente preparado para solventar cualquier situación.
Acostumbrado a la inmersión y con gran experiencia, hacia ya mucho tiempo que no utilizaba chaleco, controlaba bien en todas las profundidades mi flotabilidad sin necesidad de ese artefacto que tanto estorba y que no tenia ningún uso para mi.
Despojamos de la embarcación los bibotellas y la cámara de fotográfica, amarrándolos a unos cabos expresos para eso, nos terminamos de equipar y empezamos la inmersión.
Descendemos por el cabo del ancla hasta el fondo y una vez allí aseguramos el ancla en una cavidad de una roca, con la intención de regresar a dicho punto y ascender una vez finalizada la inmersión por el mismo cabo y liberando el ancla.
La inmersión transcurrió de forma placentera, con gran cantidad de vida marina y con la sorpresa de poder observar un mero de grandes dimensiones, incluso mayor que los que en aquella época se podían observar en Medas.
Regresamos hacia donde teóricamente debía estar fondeada el ancla, pero nuestra sorpresa fue no encontrarla, la primera impresión fue que quizás ese no era el punto donde la dejamos y no teníamos tiempo de andar por el fondo para buscarla, con lo que empezamos el ascenso con su parada de descompresión.
Salimos a superficie y el mar estaba algo mas revuelto de cómo lo vimos la ultima vez y entre tanto oleaje no podíamos divisar la neumática, pronto me di cuenta que aquella situación podría ser agobiante, pues la corriente nos arrastraba mar adentro y mi compañero no tenia las fuerzas suficientes para vencer la corriente y navegar en superficie hasta la costa. Yo me sentía con fuerzas para hacerlo, pero jamás dejaría allí a mi compañero.
El mar presentaba una soledad tremenda, estábamos completamente solos, no se divisaba ni una sola embarcación. Pasaron mas de dos horas y por fin un velero se divisaba en la lejanía, calculo que a 1 milla mas o menos de nuestro punto y con el Flash de la maquina fotográfica empecé a tirar fotos en dirección a ese punto, era el único modo que el flash se disparaba en ese dispositivo. Pareció por un momento que el velero se detuvo y lance tres disparos mas, pero para nuestra desgracia, vimos como vario su rumbo en otra dirección.
Ya habían pasado 3 horas desde que iniciamos la inmersión y nos manteníamos a flote con todo el equipo esperando que algo sucediera, de repente divisamos una embarcación neumática que se dirigía en nuestra dirección, como un loco empecé a disparar otra vez la maquina, eternos se hacían los momentos entre la carga del flash, cada vez tardaba mas en cargarse, vimos como de repente la neumática se detuvo por unos instantes y repetí el fogonazo del flash, con la agradable sorpresa de ver como la neumática variaba ligeramente su rumbo para dirigirse hacia nosotros. Era una neumática de dimensiones reducidas y con 4 submarinistas en su interior, cosa que hacia casi imposible incorporarnos en su embarcación. Al llegar a nuestro punto y con un español deficiente, nos pregunto el patrón de la embarcación por lo ocurrido, explicando ya no me acuerdo en que forma ni como el relato de la situación. El patrón decidió emprender la búsqueda de mi neumática, siguiendo la dirección de la corriente desde nuestro punto y dejándonos en dicho punto a la espera de buenas noticias con respecto a la recuperación de la embarcación y si mas no de regresar para arrastrarnos a tierra. Pasaron unos 20 minutos y vimos la embarcación navegar rumbo aproximado hacia nosotros, dispare nuevamente el flash para que nos localizara mas rápidamente, dado que en aquella inmensidad y el estado del mar se hacia difícil nuestra localización. Mi mayor sorpresa fue ver como remolcaba mi querida neumática, creo que en aquel momento solté una de los mayores suspiros que he dado en mi vida, me sentí aliviado aunque nunca perdí la calma, pero sufría mas por mi compañero que por mi mismo, yo conocía mis limitaciones y estado, pero no podía predecir las de mi compañero y hasta que punto de resistencia tenia, aunque pude comprobar anteriormente que se encontraba bien al ser preguntado por el patrón antes de iniciar la partida en busca de nuestra embarcación, pero quedar desconsolado al ver que partía y seguíamos en aquel inmenso azul.
El patrón parecía un Alemán afincado aquí y por su físico y formas me dio la impresión de ser el guía de unos turistas alemanes en una escapada de buceo. Les señalo con una carcajada el flash de mi maquina a los turistas y no puedo transcribir que palabras les dijo, pero puedo intuirlas.
¿Me salvo la fotografía de un incidente que se podía convertir en accidente?
Eso jamás lo sabré, lo que si se, es que me salvo de algo.
Guardo con cariño todas las fotos tiradas hacia el velero y hacia la neumática, siendo unas fotos horrorosas, para mi fueron estupendas.

ElMAR
28th April 2008, 11:23
guau que aventura, alguna vez he pensado en que me podria encontrar en esa situación .... es mas ... me compre una linternita de led de estas que dan fogonazos que creo que puede ser util en esta situaciones.

oto
28th April 2008, 11:47
Fue una situacion anecdotica, que nos dio la experiencia para futuras ocasiones. Desde entonces fondeo con un 50% mas de cabo y volvi a sacar del armario el chaleco de collarin que por aquella epoca utilizabamos.
En ningun momento llegue a temer por nosotros, sabia que tarde o temprano la situacion se resolveria y mas sabiendo que el que se enfrentaba a la peor situacion era yo mismo, por no poseer el chaleco (mi compañeo si) y en ningun momento pase por un estado de fatiga.
Recomiendo en una situacion similar, jamas soltar el lastre, pues tu posicion en el agua te perjudicara.

chromi
28th April 2008, 11:47
impresionante historia y enhorabuena por tu vuelta a tierra.:smile:

Justo este fin de semana he estado pensando sobre el tema de lo impostante que es que haya un barquero durante la inmersión, y me acabas de confirmar mis conclusiones...


VIVAN LOS BARQUEROS:047:

oto
28th April 2008, 11:53
impresionante historia y enhorabuena por tu vuelta a tierra.:smile:

Justo este fin de semana he estado pensando sobre el tema de lo impostante que es que haya un barquero durante la inmersión, y me acabas de confirmar mis conclusiones...


VIVAN LOS BARQUEROS:047:

jajajajajajaa mas tarde te cuento otra anecdota que se perdio barca y barquero en Cap de Creus. No me ocurrio a mi, pero si a uno de mis grandes maestros de buceo.

oto
28th April 2008, 12:28
Tal y como prometi te dejo aqui la cronica del suceso de la barca y el barquero.

Uno de los mejores buzos que he conocido y que tengo el privilegio de ser su amigo y compañero en infinidad de inmersiones, allá por principios de los 90 y pasando unos días estivales en Port de la Selva, salieron temprano a una inmersión cerca de cala Culip.
En aquella época, tenia dos hijos, uno de 8 años y otro de 6. El hijo mayor de 8 años, le insistió en que quería acompañarlos, el estado del mar no parecía que entrañara ningún riesgo y con el beneplácito de su mujer (a regañadientes) decidió que les acompañara y se quedara de barquero, acto inusual que no practicaba.
El para uso y disfrute del crío, preparo una caña de pesca para el crío mientras estaba solo esperando en la barca, de ese modo estaría entretenido.
Hizo lo habitual en ese tipo de inmersiones, salvo la desgraciada sorpresa de no encontrar la barca con su hijo al salir a superficie. Cuando lo cuenta todavía se le puede ver la cara de sufrimiento que padeció en aquel entonces.
Al ver y cerciorarse que tanto la barca como su hijo habían desaparecido, llamo la atención a una lancha rápida que estaba por la zona fondeada y emprendieron su búsqueda sin ningún resultado de avistamiento del niño y la barca. Decidieron dar parte por la radio de la perdida y una embarcación de la guardia civil que estaba en LLança, se incorporo en la búsqueda.
Poco después de iniciar la búsqueda dicho cuerpo, se notifico por radio, que un velero francés recogió a un niño en una embarcación neumática y lo arrastro hasta el puerto de LLança, dado que el niño y el patrón del velero no supieron entenderse, el patrón del mismo optó por llevar a puerto.
El caso ocurrió por negligencia del padre, por dejar a un muchacho tan joven solo en la embarcación, y que el crío jugando con el cabo del ancla, logro que esta se liberara y la corriente lo arrastrara hacia mar adentro.
De forma jocosa y pasadas las horas de angustia, hay una anécdota de humor, y fue el propio padre quien la experimento, aunque pasadas unas horas no se dio cuenta de la misma. Mientras navegaba con la lancha rápida en busca de su hijo, el patrón le preguntaba muy a menudo si veía algo con unos prismáticos que le dejo el propio patrón. Ahora ser vosotros mismos los que en vuestra imaginación veáis a un padre desesperado, mirando por unos prismáticos y sin dejar de mirar por los mismos, en una lancha rápida, pegando botes y a toda leche.
Moraleja, mas vale dos ojos morados que un corazón herido

jaribas
28th April 2008, 12:40
Enhorabuena por el poder contarlo de esta forma y la vida al final son circunstancias.. desde luego seguro que aprendiste de ello.. valora lo positivo y lo negativo, pues cuentalo como que forma parte de este nuestro mundo.

Gracias por compartir las 2 aventuras.
Salu2

orusito
5th May 2008, 20:23
Me alegro que puedas contarnos tan incómoda experiencia, pero bueno, que sirva de experiencia,,,
Tuvo que ser muy dificil pero mira, aqui estás y nos haces ver lo que puede ocurrir a todos los que aún (tocamos madera) no nos ha sucedido)....
No lo des solo las gracias al flash de la camara, daselo tambien a las pilas, :tongue::tongue:

Ademas de barquero, equipo de oxigenación, (en muy pocos centros lo llevan y este finde he buceado en cabo de palos y lo llevaban :smile::smile: ),,,