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jaribas
30th November 2007, 09:18
Dentro de los deportes típicamente aeróbicos, se ha considerado la natación con aletas como una excelente alternativa para aquellos deportistas o pacientes con dolencias osteomusculares. A pesar de no ser el medio más afín del ser Humano, los deportes acuáticos y subacuáticos como la natación con aletas, gozan de un atractivo especial para niños y adultos. La práctica de esta actividad física también es un atractivo social y cultural por excelencia, creando hábitos de salud y protección del medio ambiente.

Como disciplina de eventos mundiales existen 10 alternativas en piscina y 2 en aguas abiertas, de las cuales 5 de ellas pueden ser competencias con tiempos inferiores a los 2 minutos, y curiosamente seguimos considerando que se trata de un deporte esencialmente aeróbico y el énfasis del entrenamiento es en general un trabajo de larga duración, por lo menos 2 horas diarias y kilometraje entre 3 y 10 Km por día.

Existen diferencias interesantes con otros deportes aeróbicos como el trote, el ciclismo e inclusive la misma natación clásica, aunque es una base fundamental para la natación con aletas, existen diferencias especiales tratándose de una nueva implementación como la monoaleta y el tubo respirador, por ejemplo en el estilo delfín los grupos musculares que más actúan son los del tronco (abdominales y Dorsales), y el tren inferior. De estos músculos, la gran mayoría tienen un comportamiento anaeróbico, es decir que por lo general los utilizamos por periodos cortos a intensidades moderadas o altas con largos periodos de inactividad. Por el contrario, la musculatura de los miembros inferiores en posición erecta es sometida a un repetido trabajo, por lo general unas 8 o 12 horas diarias, a cargas leves pero constantes, de soportar el peso del cuerpo y desplazamientos a intensidades variables que rara vez alcanzan niveles máximos.

Se trata entonces, en el entrenamiento de natación con aletas, de provocar cambios adaptativos de tipo aeróbico, que solo puede ser el resultado de un volumen alto de trabajo a intensidades moderadas o bajas durante muchos años. Lennart Gullstrand, ha llegado a especular, que se lograría una aproximación a los deportes aeróbicos terrestres, si la gente tuviera que desplazarse en la vida cotidiana al trabajo, estudio, compras, etc. A través de canales por medio de la natación con aletas.

No cabe duda que el trabajo aeróbico sí es la base del alto rendimiento en natación con aletas y que solo después de muchos años de entrenamiento constante, bien orientado, es posible alcanzar un optimo rendimiento competitivo. Vale la pena, sin embargo discutir esta discrepancia entre las características metabólicas del entrenamiento y la competencia.

Quizás las únicas pruebas donde es posible asumir un de claro predominio del metabolismo anaeróbico aláctico, son las de 50 metros superficie y 50 metros apnea donde su tiempo promedio para damas y varones. es de 17 segundos, esta prueba corresponde aproximadamente a 110 metros vallas en atletismo, donde la energía proviene principalmente del ATP y CP los fosfatos de alta energía y de glicolisis anaeróbica.

Aunque es cierto que está presente ya a niveles moderados de acidosis láctica, el tiempo no es suficiente para alcanzar niveles máximos.

En los 100 metros, con tiempos alrededor de los 44 segundos, la demanda energética sigue siendo altísima y de gran duración, lo que compromete ya de forma importante el metabolismo aeróbico.

Aunque algunos autores como Maglisho 1982, Troup 1984 y Houston 1978 han postulado una participación del metabolismo aeróbico de tan solo un 10% al 20% el trabajo reciente en base a modelos matemáticos y a una larga experiencia en el alto rendimiento han permitido afirmar que por lo menos un 40% del costo energético en estas disciplinas proviene de la oxidación de la glucosa. Solo así es explicable que el entrenamiento aeróbico con incremento progresivo del VO2 max. y desviación de la curva del lactato hacia cargas (velocidades) superiores, tengan tan trascendental repercusión en el rendimiento final.

Aparecen entonces algunos interrogantes de tipo neuromuscular y biomecánicas. Para incrementar la capacidad oxidativa del músculo se debe realizar un trabajo de baja intensidad y larga duración, promoviendo la capitalización y el desarrollo de mitocondrias y encimas oxidativas. Este tipo de trabajo no permite por consiguiente intensidades submáximas ni máximas.

En deportistas de alto rendimiento un recorrido de 100 metros en 50 segundos, (intensidad moderada) corresponde unas 35–38 patadas por minuto. En competencia se alcanzan tiempos de 39-40 segundos y frecuencias superiores a los 60 por minuto. Es decir que en la competencia se requieren velocidades de contracción y relajación, así como secuencias biomecánicas al doble de velocidad del entrenamiento.

El dilema no ha podido ser resuelto por completo. Existen resultados experimentales (Marechall et al) que demuestran proteínas contráctiles como la miosina, que responden a cada intensidad/velocidad de contracción, lo que pondría en duda el entrenamiento de tipo aeróbico, tan diferente a las cargas en la competencia.

Desde el punto de vista metabólico y práctico si se ha podido demostrar, que una mayor capacidad aeróbica junto con la menor acumulación de lactato para altas velocidades, es condición indispensable para un óptimo rendimiento. (Mader1985), Gullstrand y Lawrence 1987, han propuesto un protocolo basado en las experiencias de Cristensen et al en 1960, en atletismo. Proponen entonces realizar repeticiones de 25 metros al 100% de su velocidad para 100 metros con intervalos de 15 segundos. En total 40 repeticiones en 5 series. Si es trasladado a la natación con aletas, esto permitirá frecuencias de pateo tan altas como las de competencia, manteniendo una demanda metabólica no tan alta que le permita mantenerse por debajo del umbral aeróbico-anaeróbico de 4mml/l.

En todo caso, la comprensión más profunda de los complejos fenómenos metabólicos y estructurales desencadenados por el entrenamiento permitirá en el futuro optimizar aún más el desempeño competitivo.

Finalmente en este tema quiero comentar algunas controversias en cuanto al periodo precompetitivo. Aunque existe consenso general a cerca de una disminución de las cargas de entrenamiento no ha sido posible definir con precisión las características de este periodo de recuperación. Una demanda funcional muy baja durante un periodo de tiempo prolongado produce lógicamente una perdida en la capacidad del rendimiento del nadador. Con énfasis en trabajo específico, cercano a las características de competencia, que generalmente ocupa gran parte del tiempo en las ultimas semanas pre-competitivas, han demostrado disminuir la capacidad aeróbica y aumentar los niveles de lactato para determinada velocidad. Aunque no existe un modelo ideal, Costill et al, han demostrado buenos resultados con disminución marcada del volumen e intensidad en la ultima semana asociados con una nutrición rica en carbohidratos para “llenar al máximo” los depósitos de glucógeno muscular, hepático y sanguíneo.

Entonces tenemos que únicamente con el trabajo multidisciplinario permitirá en un futuro no muy lejano, integrar aspectos psicológicos, nutricionales, fisiológicos y técnicos para elevar las capacidades de nuestros deportistas y poder conseguir resultados óptimos a nivel internacional.

Por Carlos Vásquez - cocholess@gmail.com (cocholess@gmail.com)
Cali, Valle, Colombia
Entrenador de Actividades Subacuáticas, profesor de Educación física.
http://cocholess.blogspot.com (http://cocholess.blogspot.com/)