jaribas
21st October 2007, 14:33
Un grupo de buceadores de Dénia ha descubierto un barco hundido frente al cabo San Antonio al que están tratando de identificar. Se trata de un buque de sesenta metros de eslora, construido en acero y probablemente hundido en los años de la Guerra Civil española, pero en los archivos de la zona no hay la más mínima referencia a este suceso ni los más viejos del lugar pueden precisar su identidad o su suerte.
Según explicó Rafael Martos, uno de los buceadores, el grupo lo forman tres personas a las que se suma una cuarta en las inmersiones. Su afición -tienen un club de buceo- les ha permitido recorrer toda la costa alicantina, conocer sus fondos marinos y escuchar viejas o nuevas historias de pescadores que casi siempre han despertado su interés. Y una de ellas, nueva, no era una historia, sino una queja. « Nos decían que había un sitio frente al cabo de San Antonio en el que se les enganchaban las redes y no entendían por qué» , explica Martos.
Con esa escueta información y una acotación aproximada de la zona indicada por los pescadores, este grupo de aficionados al buceo se puso a trabajar sin mayores pretensiones. Ya antes habían encontrados restos de barcos hundidos, básicamente pesqueros, y ésta era, sin duda, una posibilidad más.
Durante año y medio y con la ayuda de una sonda (una especie de sónar) fueron dibujando el fondo marino hasta que en un momento dado, a dos millas de la costa, notaron una alteración geográfica que les llamó la atención. Bajaron y a unos 50 metros de profundidad encontraron el barco, un gran barco como no habían visto antes.
« Por la manga que tiene -explicó Martos-, la eslora debe medir unos 60 metros, tiene el casco de acero, chimeneas, y, por su estado, debe llevar al menos cincuenta o sesenta años hundido» .
De vuelta a tierra, el grupo se propuso identificar la nave y proceder a su catalogación, pero ahí vino su segunda sorpresa. Nadie sabía nada de él. Según Martos, han consultado los archivos de Dénia, han preguntado a los arqueólogos municipales de esta localidad y de la vecina Xàbia, han buscado información por todas partes y no han conseguido nada. Deducciones Deducen, únicamente, que al tratarse de un barco de acero debe ser de principios del siglo XX, pues este material comenzó a utilizarse en navegación en el último tercio del XIX. Tienen descartado que se trate de un buque de guerra, pues no han encontrado armamento. Y por sus proporciones y por la época del hundimiento tampoco puede ser un pesquero. El detalle de las chimeneas, además, les indica, más bien, que se trata de un barco de vapor, posiblemente un mercante.
Casi un año después del hallazgo, estos buceadores-investigadores siguen buscando información, referencias y datos que les permitan avanzar en su trabajo. Los profesionales de la comarca ya les han confirmado que se trata de un gran hallazgo que no puede seguir olvidado bajo las aguas.
Según explicó Rafael Martos, uno de los buceadores, el grupo lo forman tres personas a las que se suma una cuarta en las inmersiones. Su afición -tienen un club de buceo- les ha permitido recorrer toda la costa alicantina, conocer sus fondos marinos y escuchar viejas o nuevas historias de pescadores que casi siempre han despertado su interés. Y una de ellas, nueva, no era una historia, sino una queja. « Nos decían que había un sitio frente al cabo de San Antonio en el que se les enganchaban las redes y no entendían por qué» , explica Martos.
Con esa escueta información y una acotación aproximada de la zona indicada por los pescadores, este grupo de aficionados al buceo se puso a trabajar sin mayores pretensiones. Ya antes habían encontrados restos de barcos hundidos, básicamente pesqueros, y ésta era, sin duda, una posibilidad más.
Durante año y medio y con la ayuda de una sonda (una especie de sónar) fueron dibujando el fondo marino hasta que en un momento dado, a dos millas de la costa, notaron una alteración geográfica que les llamó la atención. Bajaron y a unos 50 metros de profundidad encontraron el barco, un gran barco como no habían visto antes.
« Por la manga que tiene -explicó Martos-, la eslora debe medir unos 60 metros, tiene el casco de acero, chimeneas, y, por su estado, debe llevar al menos cincuenta o sesenta años hundido» .
De vuelta a tierra, el grupo se propuso identificar la nave y proceder a su catalogación, pero ahí vino su segunda sorpresa. Nadie sabía nada de él. Según Martos, han consultado los archivos de Dénia, han preguntado a los arqueólogos municipales de esta localidad y de la vecina Xàbia, han buscado información por todas partes y no han conseguido nada. Deducciones Deducen, únicamente, que al tratarse de un barco de acero debe ser de principios del siglo XX, pues este material comenzó a utilizarse en navegación en el último tercio del XIX. Tienen descartado que se trate de un buque de guerra, pues no han encontrado armamento. Y por sus proporciones y por la época del hundimiento tampoco puede ser un pesquero. El detalle de las chimeneas, además, les indica, más bien, que se trata de un barco de vapor, posiblemente un mercante.
Casi un año después del hallazgo, estos buceadores-investigadores siguen buscando información, referencias y datos que les permitan avanzar en su trabajo. Los profesionales de la comarca ya les han confirmado que se trata de un gran hallazgo que no puede seguir olvidado bajo las aguas.