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Ver la versión completa : El equipo de buceo antes y después de la inmersión



The diving journalist
6th February 2012, 23:59
Si tan sólo has hecho un bautismo de buceo o hace mucho tiempo que hiciste un curso, aquí te dejamos unas pautas para refrescarte la memoria. ¿Estás listo para sumergirte a las profundidades?

Cómo montar correctamente el equipo

Una vez que hayamos seleccionado el equipo de buceo (recuerda que debe ser cómodo, debe ajustarse bien a nuestra fisionomía y estar en perfecto funcionamiento para la práctica de nuestro deporte) procederemos al montaje del mismo.

Por un lado tenemos el equipo ligero: máscara, tubo, aletas. En cuanto al tubo, lo colocaremos por comodidad a nuestra izquierda para no tener dificultad alguna al cambiarlo por el regulador (los reguladores normalmente se colocan la derecha para los diestros, sino es tu caso lo colocarás a la inversa y el tubo a la izquierda).
Por otro lado, tenemos la escafandra...

Colocaremos la botella vertical y bien apoyada en el suelo. Desde luego no es la primera que se cae en tierra (rocas o suelo no uniforme) o en la embarcación, causando desperfectos o, lo que es peor, alguna lesión, así que asegurémonos de su estabilidad y cuanto menos esté en posición vertical sin asegurar, mejor que mejor. Seguidamente, cogeremos el jacket y, antes de proceder al montaje, será mejor comprobar después de un hinchado bucal y automático que las válvulas funcionen y expulsen aire perfectamente.

Existen varios modelos con diferentes formas de sujeción a la botella. Pero, en todo caso, vamos a hablar del más habitual. Normalmente, tienen una tira o asa con la que podemos rodear la grifería, quedando sujeta a ella. La ponemos teniendo la precaución de que el jacket quede en el mismo sentido que la salida de aire de la grifería. Con la rodilla lo sujetaremos de tal manera que nos quede a una altura que sobresalga unos dos o tres dedos por encima de la grifería. Seguidamente, cogeremos la cincha con la que rodearemos la botella y observaremos, que el extremo izquierdo de la cincha tiene una terminal con un sistema de enganche que tiene cuatro agujeros.

El más cercano a la cincha acostumbra ser de metal, seguido de una pieza de plástico que tiene tres agujeros más. Para que ajustar la cincha en el cierre no nos resulte complicado, denominaremos al enganche de metal, el número 0, seguido del 1, 2 y 3. Pues bien, simplemente hemos de pasar la cincha de nuestra derecha por el 0, luego por el número 2, daremos media vuelta a la sujeción de plástico y nos dará paso para poner la cincha por el número 1. Aquí la apretaremos tan fuerte como podamos, procurando que las cinchas queden tensas alrededor de la botella y, por último, la pasaremos por el número 3. Es decir, si consideramos el cero como número par, podríamos decir que pasaríamos la cincha por los "agujeros" pares primero y luego por los “agujeros” impares. Cerramos el cierre que tensa la cincha y pegamos el extremo de la cincha con velcro a la fijada a la botella.

Una vez hecha esta operación, sólo nos aseguraremos que el jacket esté bien sujeto a la botella cogiendo el asa que está en la parte superior del back pack y levantándola del suelo. Si la botella no se desliza y las cinchas quedan fijas a la botella, tal como estaban al ponerlas, ya tenemos el jacket colocado.

Acto seguido, comprobaremos que la junta tórica esté en perfecto estado. Colocaremos el regulador en la grifería, teniendo la precaución de que los dos reguladores, el principal y auxiliar u octopus, queden a nuestra derecha, mientras que el latiguillo del jacket y la consola con el manómetro y el profundímetro, nos queden a nuestra izquierda.

Sujetaremos correctamente cada latiguillo en el lugar destinado para ello en nuestro jacket. Abriremos despacio la botella, una vez hecha esta operación, y comprobada la correcta carga, la cerraremos y tumbaremos en el suelo, procurando que nuestro jacket proteja tanto los reguladores como el resto de los instrumentos que portemos en el equipo.

Cuando vayamos a entrar en el agua recuerda abrir el grifo del todo y restar un cuarto de vuelta.

Entrada al agua con paso de gigante

Nos hemos vestido con el traje, los plomos y, cerca del lugar donde vamos a saltar, nos colocaremos las aletas y el jacket con la escafandra. Nos acercaremos al borde de la piscina o del lugar del cual saltaremos. Cuando estemos preparados, hincharemos ligeramente el jacket. Nos pondremos la máscara, el regulador y, mirando siempre hacia el horizonte, los sujetaremos con la mano derecha, con la otra mano podemos sujetar la consola y la tráquea, para que al entrar en el agua no nos golpee en la cara y daremos un paso largo , dejándonos caer al agua. Al llevar el jacket ligeramente hinchado, éste nos pondrá a flote en pocos segundos. Una vez en superficie, haremos la señal de OK a nuestro compañero, indicándole que todo va bien.

Cuando bucees desde barco, debemos esperar la autorización del patrón para saltar, ya que él, después de asegurarse de que el barco esté bien fondeado y con el motor parado, será quién nos diga si hay corrientes, hacia dónde van, cómo está el barco situado respecto a la zona que vamos a visitar, etc.

Entrada de espaldas desde una borda baja

Desde un barco con borda baja nos será mucho más fácil saltar sentados de espaldas al mar. Sentados desde el lugar desde el cual nos dejaremos caer al agua, lo aconsejable es que nos pongamos las aletas y la escafandra, ayudados por nuestro compañero o el patrón. De nuevo nos pondremos la máscara, el regulador, hincharemos ligeramente el jacket y, comprobando siempre si podemos entrar al agua sin golpearnos ni golpear a nadie, sujetaremos la máscara y el regulador con la mano derecha y con la izquierda sujetaremos la cincha de la máscara por detrás. Esto evitará que salte la cincha de la máscara al entrar en el agua.

Pondremos las nalgas lo más fuera posible de la borda y nos dejaremos caer al agua, tratando de mantener una posición de L con nuestro cuerpo, mientras miramos la punta de las aletas. Una vez en superficie, haremos la señal de OK a nuestro compañero. Entonces lo mejor será nadar hacia el cabo de fondeo, para facilitar la maniobra al resto de buceadores y esperar a nuestro compañero.

Cómo colocarse el equipo en el agua

Si vamos a bucear en una cala, entraremos en el agua vestidos con el traje de neopreno, los plomos, la máscara y las aletas puestas. Lo haremos caminando de lado o de espaldas, con precaución y arrastraremos la escafandra flotando por el agua. Si vamos con un jacket con el que podamos aflojar las cinchas de los hombros, las aflojaremos. Seguidamente abriremos por completo el jacket, no dejando que haya ningún latiguillo ni nada encima del mismo. Lo deshincharemos un poco y con la mano ya introducida cogiendo la cincha por donde entraremos ese brazo, intentaremos sentarnos encima del “culote” de la botella, al mismo tiempo que introducimos la otra mano en el otro agujero por donde ha de pasar el brazo. Después sólo queda ajustarnos bien el jacket, tensando las cinchas de los hombros y cerrando el velcro o cierre de la cintura.
En caso de que haya buena mar (sobre todo ausencia de corriente), buceando desde embarcación, podemos realizar exactamente la misma operación.

Cómo compensar correctamente. Las diferentes técnicas

Todos hemos oído a algún submarinista quejarse después de la inmersión de dolor en los oídos y de no poder bajar porque le dolían mucho y tenía dificultad para compensar. Pues bien, en la mayoría de las ocasiones, este dolor viene producido porque no compensamos bien.

Las maniobras para compensar son técnicas que permiten efectuar un equilibrio entre las presión interna del oído medio y la presión ambiente exterior, evitando la excesiva deformación de la membrana del tímpano por efecto del aumento de presión provocado por la columna de agua al descender. Para que la maniobra sea eficaz y no traumática, no debemos esperar que los oídos nos duelan o molesten para empezar a compensar, sino que nada más traspasar la superficie, ya debemos compensar (sobre todo durante los primeros metros del descenso) y no dejar de hacerlo hasta llegar al fondo, sobre todo durante nuestras primeras inmersiones.

Podemos hablar de tres tipos de maniobras que sólo se realizan en el descenso: Valsalva, Frenzel, Delonca A.T.V. La maniobra de Toymbee queda reservada para el ascenso.



La más utilizada es la maniobra de Valsalva, que consiste en: pinzarnos la nariz con los dedos, mientras tratamos de expulsar el aire por la nariz con la boca cerrada. Mientras mantenemos la lengua contra el paladar notaremos un pequeño sonido en ambos oídos, entonces notaremos un alivio, síntoma inequívoco de hemos completado correctamente la maniobra. A veces es frecuente sentirlo en un oído antes que el otro.



Maniobra de Frenzel: nos pinzaremos la nariz, mantendremos la glotis cerrada y efectuaremos un sonido con la base de la lengua "Ké", provocando un "golpe de pistón lingual".



Maniobra de Delonca (Apertura Tubárica Volantaria): tan sólo alrededor del 50% de los buceadores pueden ejecutarla debido a que es necesario poseer una trompa de Eustaquio muy permeable. Nos pinzaremos la nariz con los dedos, mantendremos la boca cerrada contra el paladar, el velo del paladar se pone en tensión y se levanta. Hemos de tomar conciencia de la posición del paladar mientras la trompa está abierta. Después se suelta la nariz pinzada manteniendo la posición del velo del paladar. Hay que practicar esta maniobra sin pinzarse la nariz.



Maniobra de Toymbee: sólo se realiza en los ascensos o después de la permanencia en cámaras de descompresión. Aunque lo más normal es que en los ascensos, espontáneamente, se equilibre la presión en los oídos. Consiste en deglutir para liberar el oído del aumento de presión interna.

Aprende a utilizar los pulmones para equilibrarte bajo el agua

Esta sí que es una maniobra muy sutil, pero que sin embargo aprender, supondrá una gran diferencia técnica en el control de nuestra flotabilidad. Empezaremos a poca profundidad. No estaría mal practicarlo a tope en la piscina.

Nos sumergimos compensando hasta el fondo. Nos tumbamos boca abajo. Hinchamos un poco el jacket hasta que se levante nuestro tórax dos palmos del suelo. En este momento, al inspirar, experimentaremos como nuestro tórax se levanta unos centímetros más, al exhalar volveremos a la posición inicial. Una vez dominemos esta maniobra, observaremos que podemos jugar con nuestros pulmones, como un segundo compensador de flotabilidad, sin tener que recurrir constantemente a inflar o desinflar el jacket, lo que a la larga supone un considerable ahorro de energía y de aire. En cualquier caso recuerda que no podemos efectuar ascensos con los pulmones llenos de aire respirado a presión, sin soltar el mismo, sobre todo hasta superficie, puesto que podría provocarnos una sobrepresión pulmonar.

La importancia de no llevar sueltos los diferentes elementos del equipo

Como habremos podido observar, una vez montado el equipo tenemos: dos latiguillos del regulador y el octopus, más el latiguillo del jacket y el latiguillo del manómetro o consola.

Así que tenemos cuatro latiguillos. Si estos los dejamos sueltos, es posible, en el mejor de los casos, que el regulador auxiliar se arrastre y se llene de arena o bien que se nos quede enganchado en alguna parte o deteriore el fondo al arrancar o golpear a sus habitantes.

Para que esto no suceda, hoy en día, la mayoría de jackets tienen ya un lugar destinado para mantener sujetar cada elemento. Pero si no fuera así, existen una serie de accesorios a la venta que son útiles para este fin.


Cómo ponerse en la boca el regulador bajo el agua

Si por cualquier motivo, sea porque queremos hinchar bucalmente el jacket, sea porque queremos cambiar el regulador principal por el regulador auxiliar o, por el motivo que sea, tenemos que sacar y volver a colocarnos el regulador en la boca, recordaremos que al ponérnoslo, éste contendrá agua. Para extraer la misma bastará con soplar antes de volver a inspirar. Si no tuviéramos aire o creyéramos que no tendremos suficiente, una vez puesto el regulador en la boca, pulsaremos el botón de purga que vaciará de inmediato todo el agua que contenga el mismo.

Cómo entregar el equipo al barquero al finalizar la inmersión

Si hemos efectuado una inmersión desde un barco de borda baja, lo mejor es entregar al patrón de la embarcación los plomos. Recordaremos que se ha de sujetar el cinturón por el lado contrario a la hebilla, para que no se caigan los plomos y no dañemos a nadie; además hemos de ser conscientes de que no podemos sentir el peso del cinturón de plomos puesto en la cintura dentro del agua, pero en el momento en que queramos dar el cinturón al Patrón o compañero, vamos a sentir realmente el lastre que llevamos. Así que no está de más practicarlo un poco en las primeras inmersiones.

Después del cinturón de lastre, nos quitaremos el jacket con la escafandra y se lo entregaremos al compañero o patrón de la embarcación empujando por el culto de la botella mientras él tira del asa del jacket. Por último, nos acercaremos a las escaleras (si hay) del barco, nos las quitaremos y nos las colocaremos las dos en un mismo brazo introduciendo la mano por las cinchas como si fueran una pulsera, de esta manera siempre estarán sujetas a nosotros en caso de caída al agua.

También podemos entregárselas a alguien del barco, aunque mi consejo es que nos acostumbremos a utilizar la primera opción, ya que siempre tendremos las aletas a mano para recogerlas una vez arriba.

Lo mejor es quitarse la máscara cuando estemos dentro del barco o fuera del agua ya que, si nos caemos al agua, al llevar la máscara puesta, no existe posibilidad alguna de perderla: nos proporciona seguridad y no existe la posibilidad de romperla.

Hay embarcaciones con escaleras abiertas (e incluso ascensores ¡si has oído bien, ascensores!) con las que podremos subir a la embarcación sin tener que quitarnos nada en superficie. Una vez en la embarcación y, debido al posible movimiento del barco, es conveniente que el compañero nos ayude a quitarnos la escafandra.


Desmontar y endulzar el equipo

Bien, hemos llegado a puerto, hemos finalizado la inmersión. Procedemos a desmontar el equipo de la siguiente forma: cerramos la grifería, purgamos los reguladores, lo desenroscamos de la grifería de la botella y colocamos el tapón para proteger la cámara alta del regulador de la entrada de agua. Desatamos las hebillas del jacket. Asimismo, pondremos la botella tumbada en el suelo para que no se caiga sola o por un empujón involuntario.

En los tanques de agua dulce preparados al efecto en todos los centros, endulzaremos el equipo. Normalmente recuerda que suele habilitarse un tanque para los elementos delicados del equipo donde el agua suele mantenerse más limpia y otro para el resto. Así que no endulces el traje y los escarpines en la pileta de los reguladores y los ordenadores. Cuando endulcemos el regulador, no lo purgaremos mientras llevamos a cabo esta operación, si lo hiciéramos podría entrar agua dulce dentro de la cámara baja y, debido a los movimientos que efectuamos al limpiar, ésta pasaría por el latiguillo y podría llegar al primer cuerpo del regulador. Al ser una cámara siempre aislada por el efecto de la presión, podría quedar en ella cal del agua dulce y estropearse con mayor facilidad.

Después del regulador, conviene comprobar si dentro del jacket hay agua de mar. Si la hubiera, la sacaríamos por la tráquea o por las válvulas de seguridad. Lo endulzamos a conciencia y permitimos que entre en él agua dulce, de forma que salga por las válvulas de seguridad, la tráquea... asegurándonos que el salitre no nos jugará ninguna mala pasada. Después el traje de neopreno, los escarpines, y el resto de material, las aletas, la máscara, el tubo, el cinturón y no estaría nada mal que con la manguera mojáramos la botella para quitarle el salitre de encima.

Una vez enjuagado todo el equipo, lo dejaremos secar, pero nunca al sol, para evitar que las gomas se deterioren y se pierdan los colores. Es importante asegurarse antes de guardarlo de que está totalmente seco, por lo cual os recomendamos que antes de guardar los escarpines, nos aseguraremos que por fuera y por dentro estén secos. Lo mismo hemos de hacer con el traje, colgándolo al revés y luego, una vez seco, le daremos la vuelta y comprobaremos que realmente lo esté, de lo contrario, olores y hongos podrían hacer su aparición.


Para guardar el traje, es mejor dejarlo colgado que doblado ya que el neopreno está formado por miles de burbujitas de aire y los pliegues que se pueden formar al doblarlo podrían desgastarlo debido a la presión del mismo, de manera que sólo se debe doblar el traje para transportarlo y de forma esporádica.


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