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Ver la versión completa : Conferencia del Dr. Erich Ritter



jorgeY
26th January 2012, 23:11
El pasado martes 17 de enero el internacionalmente reconocido experto en tiburones Erich Ritter presento una conferencia en Saalfelden que tituló "Los tiburones seres humanos como tu y yo". Nacido en Suiza, Ritter además de biólogo y paleontólogo, es doctor en ecología del comportamiento.

El título curioso y un tanto provocativo apunta a que el objetivo del Dr. Ritter en su charla fue confrontar a los oyentes con situaciones a las que se somete a los tiburones estableciendo paralelos con la conducta de los humanos en situaciones equivalentes. Ritter sostiene, y esto a pesar de o justamente por haber perdido parte de una de sus piernas en un ataque de un tiburón toro, que los tiburones no son peligrosos, sino que hay situaciones peligrosas con tiburones.

Bajo esa temática la conferencia desarrollo varias líneas. Describió diversas situaciones en la que buzos ponen a los tiburones en stress, comparándolas con las reacciones humanas. Por ejemplo cuando todo un grupo de buzos tratando de ver a un tiburón, en realidad lo acorralan o lo persiguen. Otra situación de stress más difícil de reconocer es cuando el tiburón es obligado a nadar cerca de la superficie por los buzos. Para un animal que normalmente se puede mover en todas direcciones, la superficie del agua supone un techo que lo limita y encierra.

Ritter, que es asesor de la Marina Alemana y de la Marina y Fuerza Aérea norteamericanas, también dedicó varios pasajes de su charla a derrumbar algunos mitos. La creencia de que si se está flotando en la superficie se puede asustar a los tiburones golpeando el agua quedo demostrada como falsa en experimentos donde vimos cómo en realidad esos golpes en el agua atraen a los tiburones. Es claro, para un tiburón algo que chapotea en la superficie normalmente es comida. Los sonidos de baja frecuencia del chapoteo denotan un animal enfermo o herido.

Sus experimentos desmienten también que la sangre los atraiga. O el color amarillo. Sólo existe la sospecha de que los contrastes fuertes si puedan parecerles atractivos.

Una constante y que hasta ahora no tiene explicación, es que un tiburón nunca se acerca a una persona de frente. Cómo saben dónde uno tiene la espalda permanece un misterio. Por eso, en el caso de estar rodeado de tiburones lo correcto es mantenerse en posición vertical y girando permanentemente para mantener contacto visual con el tiburón que se acerca. Lo de flotar en posición vertical parece que los confunde. O por lo menos parecen no identificarnos así con comida.

Otros aspectos que suponen stress para los tiburones son por ejemplo las rémoras y peces piloto que a veces en forma de verdaderos cardúmenes acompañan al tiburón. Ritter ha observado en referencia a esto una conducta muy interesante. El ha visto que tiburones con estos peces encima se acercan a otros tiburones y en un movimiento rápido prácticamente lo golpean costado con costado. Si realizan bien la maniobra, el cardúmen de molestos vecinos pasa al otro tiburón. Este comportamiento puede ser malinterpretado, dado que Ritter ha observado que en su stress tiburones intentan esta maniobra incluso con un buzo, el que puede confundir esta acción con un ataque.

Ritter atendió además a consultas del público que incluyeron el análisis de dos accidentes en con tiburones en el Mar Rojo. Uno de ellos, la muerte de una turista francesa que realizaba snorkelling mientras desde el bote se atraían tiburones tirándoles comida, ocasionó por parte de las autoridades una verdadera cacería del tiburón de aleta blanca (longimanus) en el Mar Rojo al punto que los avistamientos de esta especie allí se han vuelto prácticamente nulos.

La charla fue muy interesante a pesar de que evidentemente por la cantidad de aspectos tratados fue meramente introductoria. Y aunque las posibilidades de encontrarse con uno se han reducido en forma dramática, haber aprendido aunque sea un par de reglas de cómo comportarse en el caso de estar en el agua cara a cara con uno de estos animales puede ser la diferencia entre una experiencia inolvidable o un accidente lamentable.

© j. yantorno
Enero 2012

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El autor junto a Erich Ritter