Reportaje: Navidad-Fin de año 2011 en Filipinas con Buceo Filipinas, por Norma Colet - II [Archivo] - Foro de buceo y submarinismo - SENSACIONES.org - Fotosub

jaribas

25th December 2011, 15:00

Tras pocas horas de sueño debido al jet lag, nos levantamos sobre las 5,30 para recoger todas nuestras cosas y poder estar en la puerta del hotel a las 6 en punto para ir camino al aeropuerto.

A la hora estipulada la furgoneta pasó a recogernos para llevarnos a la terminal 3 del aeropuerto. El trayecto fue de unos 30 minutos, escaso tráfico mientras amanecía. Tras descargar las maletas entramos por la puerta número 6 para facturar en Cebu Pacific Airline destino Tagbilaran. Una vez facturados nos separamos chicos y chicas para pasar el control policial y una vez dentro había que abonar 200 pesos filipinos para poder acceder a la puerta de embarque. A la hora estipulada se nos avisó del cambio de puerta de embarque y un miembro de Cebu Pacific nos acompañó durante todo el camino de una puerta a otra con un cartel que anunciaba Tagbilaran.

El vuelo duró apenas 1 hora y 15 minutos aproximadamente donde la tripulación de cabina amenizaba la espera con una especie de sorteo de termos en base a quien antes respondiera a unas acciones que ellas solicitaban.

El aeropuerto de Tagbilaran, de pequeño tamaño disponía de una pista y zona de descanso de aviones donde desembarcamos y andando a escasos 2 minutos encontrábamos la cinta de recogida de equipajes. Sin problemas pudimos recoger el equipaje y a la salida nos esperaba un conductor para trasladarnos a Cabilao Beach Club.
Subidos a la furgoneta pusimos rumbo hacia el resort, cerca de una hora de trayecto. Fuimos a través de una carretera repleta de casas a ambos lados donde los lugareños realizaban sus quehaceres a vista de todos, muestra de su hospitalidad. Pudimos tomar contacto con los coches propios del país tras como los Jeepney, motos customizadas tales triciclos para transporte de personas o mercancías así como multitud de motocicletas. La carretera transcurría al lado del mar así que en varias ocasiones pudimos disfrutar de sus vistas, los manglares que crecían a su alrededor así como los barcos propios de la zona usados para pesca y/o transporte.

Tras una hora de camino llegamos a un pequeño puerto donde un barco del resort esperaba de nuestra llegada para trasladarnos hacia la isla de enfrente pues era donde se encontraba el resort.

Ellos mismos se ocuparon de cargar nuestras maletas y nos ayudaron a subir a bordo. Durante unos 20 minutos de trayecto pudimos adaptarnos al modo de vida calmo del país observando lugareños pescando o gente en las playas recogiendo frutas caídas debido a la madurez y llevándolas a sus casas a pie de mar.

A nuestra llegada al muelle, el staff de Cabilao Beach Resort nos recibió con collares de flores recién hechos que desprendían un olor dulzón de lo más agradable. Los chicos cargaron en sus cabezas nuestras maletas y las llevaron hacia el bar cercano al centro de buceo. Se nos hicieron las presentaciones respectivas con el manager del resort y el equipo que atendería nuestras necesidades a lo largo de nuestra estancia.

Conocidas las normas del resort, horarios de comidas, servicios ofrecidos tales como spa, posibilidad de excursiones, necesidad de ahorrar el máximo de agua posible pues se consume la recogida por las lluvias se nos presentó el encargado del centro de buceo, Renart.

Nos hizo un pequeño breafing acerca de los horarios de inmersiones, organización del resort. Nos indicó donde poder dejar nuestros equipos para evitar subirlos a las habitaciones y ya nos dejó apuntados para la inmersión siguiente a las 14 horas.

Las habitaciones se distribuían en casas de aspecto acogedor, techos de hojas de palma y suelos de madera a estilo del país. Se encontraban cobre un acantilado con vistas directas al mar de modo que mientras dormíamos el sonido de las olas estaría presente. Alrededor multitud de naturaleza de todo tipo así como animales tipo gallinas con sus polluelos, un buey, alguna que otra cabra y perros. Se respiraba un aire de lo más tranquilo donde el staff se mostraba siempre muy atento a nuestras peticiones.

Tras deshacer el equipaje y habituarnos al resort nos dirigimos al comedor a apenas 4 pasos de nuestras habitaciones donde comer algo antes de la inmersión. Teníamos una carta variada con comida filipina y occidental, gran variedad de cócteles y otro tipo de bebidas. En el restaurante coincidimos con otro de los que formaban el grupo de SENSACIONES que habíamos viajado a Filipinas.

Una vez comidos nos bajamos al centro de buceo donde antes de la inmersión debíamos comprobar nuestras botellas de nitrox tanto la cantidad de nitrógeno como la presión. En una hoja apuntamos todos esos datos y dejándolas a las puertas del digamos almacén de material los chicos se encargaban de llevarlas al barco así como el resto del equipo. Llegados al barco todo nuestro equipo se encontraba montado con las cajas bajo cada botella con el resto de enseres tales como las aletas, gafas, guantes, cinturones…

La primera inmersión de nuestra estancia sería en Lighthouse 1, muy cerca del resort, navegación de unos 10-15 minutos. Repartidos en los distintos guías fuimos bajando hacia un fondo de posidonia. Era una pradera enorme de un verde intenso la cual fuimos siguiendo hasta alcanzar una zona mucho más coralina con algunos pináculos repartidos donde fuimos encontrando algún que otro nudibranquio, gambas. En una gorgonia de color rosa pálido el guía nos mostró algo de muy pequeño tamaño, se trataba de tres caballitos pigmeo que ante nuestra presencia mostraban la parte trasera pero gracias a la ayuda del guía pudimos perfectamente verles de frente y así tomar unas fotos. Fuimos resiguiendo el fondo hasta alcanzar una pared que iba alzándose hasta los 5 metros donde nos estuvimos entreteniendo largo rato aprovechando así para realizar la parada de seguridad. Con la luz entrando en los corales se veían los colores diversos de las esponjas y peces de la zona y entre ellos encontrábamos algún que otro nudibranquio.

Por ser la primera inmersión en la zona realmente salimos muy contentos pues habíamos visto algo complicado si no es por la ayuda de los guías, los caballitos pigmeo. A la salida dejamos nuestros equipos desmontados en nuestras respectivas cajas, todas ellas con el nombre de cada uno y nos dirigimos al centro donde desalarlos y ponerlos a secar.

Debido a que era Noche Buena, excepcionalmente no se iba a realizar nocturna con guía pero nos dejaron hacerla por nuestra cuenta frente al resort siguiendo la línea marcada por una boya blanca. Entre inmersiones tuvimos tiempo para descansar un poco y reponer fuerzas debido al cansancio acumulado por el viaje. A las 6 nos presentamos de nuevo en el centro donde cogimos nuestros equipos, esta vez con aire para tener disponible Nitrox a la mañana siguiente y siguiendo las indicaciones del encargado del centro de buceo iniciamos la nocturna.

Se trataba de seguir en línea recta a lo largo de una pradera de posidonia hasta llegar sobre unos 10 metros donde se iniciaba la pared vertical. Entre los corales encontramos gambas de muy pequeño tamaño, cangrejos, serpientes y algún que otro pez globo descansando. Encontramos gran multitud de ermitaños, algunos camuflados con conchas y plantas crecidas sobre ellas. Pasados los 60 minutos de inmersión fuimos regresando hacia la playa donde multitud de peces de muy pequeño tamaño enloquecían con nuestros focos chocando con nosotros constantemente.

A nuestra salida de nuevo desalamos los equipos y los dejamos todos recogidos en el almacén del centro pues durante la noche quedaban cerrados bajo llave. Tras la ducha de rigor fuimos al restaurante donde por ser Noche Buena habían preparado un buffet libre a base de pescado al curry, pollo al estilo filipino, ternera en salsa, ensalada. De postre una tarta de galleta y fruta de lo más gustosa. Toda la cena estuvo amenizaba con villancicos tanto en lengua inglesa como en tagalo

El cansancio ya era muy palpable en nosotros así que pocos más allá de las 21,30 nos retiramos a nuestros aposentos a descansar pues nos esperaban al día siguiente 4 inmersiones y convenía estar reposados.

Seguiremos informando

Relato de Norma Colet Garcia
Fotografias: Norma Colet y Jose Angel Ribas

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