The diving journalist
16th November 2011, 07:05
Durante el verano, los cazatesoros norteamericanos han tenido su base en esa isla, y han hecho lo que les ha dado la gana.
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En este mapa he plamado las andanzas del buque Odyssey Explorer, de la compañía cazatesoros norteamericana Odyssey Marine Exploration, condenada el 21 de septiembre a devolver a España el Black Swan.
Así es como llamaron los chicos de Greg Stemm a las 15 toneladas de material extraído brutalmente, contra todo derecho y praxis arqueológica, del pecio de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804 tras una agresión británica no provocada, que causó la entrada de España en guerra contra Inglaterra y junto a Napoleón, para desgracia nuestra.
Pues bien, de atrás hacia adelante, puede verse que Odyssey lleva todo el mes de octubre (rojo) mareándola en torno a las islas Scilly (aunque justamente hoy día 29 parece haber encontrado algo interesante que le ha hecho pasar el día entero en el mismo punto 40 km al sur de Salcombe).
Desde que salió de Inglaterra en julio (azul), el Odyssey Explorer estuvo en Irlanda en agosto (amarillo) y hasta septiembre (verde), y además por lo que parece apagando el transponder que comunica con el satélite AIS cuando le daba la gana: es decir, impidiendo que se conociera su localización, como se ve lo apagaba apenas salido de las 12 millas de mar territorial irlandés; a veces incluso no lo volvía a encender hasta estar en puerto. En esas semanas de trabajo sin dar parte de dónde estaba, seguramente es cuando ha visitado los pecios del Gairsoppa y del Mantola.
Sin duda muy hábiles estos piratas que, conscientes de la sentencia que se les venía encima, fueron en busca de nuevas cartas con las que seguir su juego. Que engañen a sus accionistas, vale. Pero que los gobiernos consientan en el expolio de patrimonio cultural subacuático, eso ya no. Como España sólo les reclama la carga y no les denuncia y persigue por sus malas artes, Inglaterra se permite la vergüenza de seguir teniéndolos con contratos del Ministerio de Defensa. Pero, ¿qué gana Irlanda con todo esto? ¿Es que por ser pequeñita se tiene que comer todos los marrones que le vienen de Inglaterra?
http://www.intereconomia.com
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En este mapa he plamado las andanzas del buque Odyssey Explorer, de la compañía cazatesoros norteamericana Odyssey Marine Exploration, condenada el 21 de septiembre a devolver a España el Black Swan.
Así es como llamaron los chicos de Greg Stemm a las 15 toneladas de material extraído brutalmente, contra todo derecho y praxis arqueológica, del pecio de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804 tras una agresión británica no provocada, que causó la entrada de España en guerra contra Inglaterra y junto a Napoleón, para desgracia nuestra.
Pues bien, de atrás hacia adelante, puede verse que Odyssey lleva todo el mes de octubre (rojo) mareándola en torno a las islas Scilly (aunque justamente hoy día 29 parece haber encontrado algo interesante que le ha hecho pasar el día entero en el mismo punto 40 km al sur de Salcombe).
Desde que salió de Inglaterra en julio (azul), el Odyssey Explorer estuvo en Irlanda en agosto (amarillo) y hasta septiembre (verde), y además por lo que parece apagando el transponder que comunica con el satélite AIS cuando le daba la gana: es decir, impidiendo que se conociera su localización, como se ve lo apagaba apenas salido de las 12 millas de mar territorial irlandés; a veces incluso no lo volvía a encender hasta estar en puerto. En esas semanas de trabajo sin dar parte de dónde estaba, seguramente es cuando ha visitado los pecios del Gairsoppa y del Mantola.
Sin duda muy hábiles estos piratas que, conscientes de la sentencia que se les venía encima, fueron en busca de nuevas cartas con las que seguir su juego. Que engañen a sus accionistas, vale. Pero que los gobiernos consientan en el expolio de patrimonio cultural subacuático, eso ya no. Como España sólo les reclama la carga y no les denuncia y persigue por sus malas artes, Inglaterra se permite la vergüenza de seguir teniéndolos con contratos del Ministerio de Defensa. Pero, ¿qué gana Irlanda con todo esto? ¿Es que por ser pequeñita se tiene que comer todos los marrones que le vienen de Inglaterra?
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