The diving journalist
20th October 2011, 19:13
Los tiburones son unas de las criaturas más espectaculares del mar. Despiertan tanto miedo como admiración. Bucear entre ellos en espacios controlados (grandes acuarios) es una experiencia totalmente diferente al buceo con animales en libertad. Ambas son experiencias muy emocionantes pero en la que se experimentan sensaciones muy distintas.
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En primer lugar en un acuario no es necesario “atraer” a los tiburones. Simplemente están allí y se quedarán a tu alrededor en todo momento. En mar abierto los tiburones aparecen de la nada. Y una vez allí no se los puede perder de vista. Es imprescindible estár atentos en todo momento. La adrenalina y la tensión son máximas, y el peligro de un ataque es una opción, a veces más controlada y otros no tanto, dependiendo de la especie y fundamentalmente de la actitud del buceador. Para bucear con tiburones en mar abierto es importantísimo tener experiencia como buceador y un excelente dominio de la flotabilidad.
En una acuario los animales están muy acostumbrados a la presencia humana. Somos una especie más de las que habitan el tanque y conviven armoniosamente. Los ejemplares saben que “estos seres” les alimentan. Biólogos y veterinarios les controlan periódicamente, y los buzos se encargan de mantener la limpieza, por lo que esos “bichos” negros y alargados, con 4 pequeños “tentáculos” no les llaman la atención. Uno puede relajarse y disfrutar no solo de los tiburones sino del resto de las especies.
Esa indiferencia es la gran ventaja que tiene un buceador al realizar una inmersión en espacios controlados. Un buceador con poca experiencia, aunque ingrese con cierto nerviosismo, pronto se relaja y comienza a disfrutar de los grandes animales.
Se pueden observar con toda tranquilidad y a escasos centímetros. Apreciaremos su forma de nadar, como se mueven, como interactúan con las otras especies del tanque, sus características físicas, su piel, sus miradas y mucho más… En los acuarios suele haber más de una especie de tiburón, que conviven con otros peces de grandes tamaños como por ejemplo águilas de mar, pastinacas, serviolas, pargos, sargos, dentones, peces luna, etc.
Para realizar este tipo de actividades es imprescindible ser buceador y tener un buen manejo de la flotabilidad para no dañar el hábitat de estos animales. Además en general se puede compartir esta actividad con familiares o amigos que visiten el acuario y puedan observarte desde el exterior.
www.aquatoursalmeria.es (http://www.aquatoursalmeria.es/)
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En primer lugar en un acuario no es necesario “atraer” a los tiburones. Simplemente están allí y se quedarán a tu alrededor en todo momento. En mar abierto los tiburones aparecen de la nada. Y una vez allí no se los puede perder de vista. Es imprescindible estár atentos en todo momento. La adrenalina y la tensión son máximas, y el peligro de un ataque es una opción, a veces más controlada y otros no tanto, dependiendo de la especie y fundamentalmente de la actitud del buceador. Para bucear con tiburones en mar abierto es importantísimo tener experiencia como buceador y un excelente dominio de la flotabilidad.
En una acuario los animales están muy acostumbrados a la presencia humana. Somos una especie más de las que habitan el tanque y conviven armoniosamente. Los ejemplares saben que “estos seres” les alimentan. Biólogos y veterinarios les controlan periódicamente, y los buzos se encargan de mantener la limpieza, por lo que esos “bichos” negros y alargados, con 4 pequeños “tentáculos” no les llaman la atención. Uno puede relajarse y disfrutar no solo de los tiburones sino del resto de las especies.
Esa indiferencia es la gran ventaja que tiene un buceador al realizar una inmersión en espacios controlados. Un buceador con poca experiencia, aunque ingrese con cierto nerviosismo, pronto se relaja y comienza a disfrutar de los grandes animales.
Se pueden observar con toda tranquilidad y a escasos centímetros. Apreciaremos su forma de nadar, como se mueven, como interactúan con las otras especies del tanque, sus características físicas, su piel, sus miradas y mucho más… En los acuarios suele haber más de una especie de tiburón, que conviven con otros peces de grandes tamaños como por ejemplo águilas de mar, pastinacas, serviolas, pargos, sargos, dentones, peces luna, etc.
Para realizar este tipo de actividades es imprescindible ser buceador y tener un buen manejo de la flotabilidad para no dañar el hábitat de estos animales. Además en general se puede compartir esta actividad con familiares o amigos que visiten el acuario y puedan observarte desde el exterior.
www.aquatoursalmeria.es (http://www.aquatoursalmeria.es/)