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Ver la versión completa : Cabo Tiñoso-La Azohía Reserva Marina



The diving journalist
7th July 2011, 14:32
Después de años de reivindicaciones de las organizaciones de defensa de la naturaleza (ANSE inició esta campaña hace una década), la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia está promoviendo la creación de la Reserva Marina de Interés Pesquero de Cabo Tiñoso (Cartagena), en una de las zonas más importantes de toda la Península Ibérica por su representatividad, singularidad y elevada biodiversidad marina.
La superficie inicialmente propuesta en los informes técnicos incluía 22.000 hectáreas. A día de hoy la propuesta incluye tan solo 1.200 ha. Por una parte, se excluyen las aguas de la costa montañosa occidental de la bahía de Cartagena, debido al supuesto inconveniente de incluir dos pequeñas zonas de fondeo de buques situadas al Este del cabo, y por otra el Ministerio de Medio Ambiente no ha iniciado aún los trámites para declarar protegida la zona de aguas exteriores de cañones submarinos (de conservación prioritaria), donde el Ministerio de Defensa se reserva el derecho de seguir desarrollando las actividades que considere convenientes, como también ha hecho con la zona de conservación prioritaria entre Cabo Tiñoso y La Azohía.


Desde ANSE, Greenpeace y WWF queremos que nos ayudes a pedir a los Ministerios de Fomento y Defensa un apoyo incondicional para la creación de un Área Marina Protegida en la zona de Cabo Tiñoso,que incluya al menos la superficie inicialmente propuesta (22.000 ha), que englobe diferentes zonas de Reserva Marina de Interés Pesquero.


El área de Cabo Tiñoso-La Azohía alberga, junto con Cabo de Palos y Cabo Cope, la flora y fauna mejor conservadas del litoral sumergido de la Región de Murcia, con una altísima diversidad de especies, comunidades submarinas con desarrollos óptimos, y paisajes de extraordinaria belleza y valor.
La calidad de sus aguas, la existencia de recursos pesqueros relativamente abundantes en el entorno de una costa sobreexplotada, la disposición de la plataforma continental, que alcanza importantes profundidades a escasa distancia del litoral, y otros factores como la escasa presencia de embarcaciones durante buena parte del año, facilitan así mismo la existencia de una población de delfines mulares.
Como en tantos otros lugares del litoral mediterráneo, la sobrepesca y las demandas de un turismo en continuo crecimiento, para el que se pretende construir un puerto deportivo, ponen cada vez en mayor peligro a este singular paraje, que debe ser protegido.

Litoral sumergido

En cuanto a la localización de las especies de interés especial, “el entorno de La Azohía puede considerarse como un oasis naturalístico en cuanto a rareza y diversidad. La disposición de la placa continental confiere a la zona un enorme valor faunístico y comercial. La poca extensión de la plataforma continental hace posible recolectar especies de profundidad en aguas relativamente someras, 20-40 metros de profundidad. En La Azohía, como en diversas zonas de Cabo Tiñoso, es posible encontrar gran número de especies esciáfilas y fotófilas (habitan zonas con poca y mucha luz respectivamente), lo que resulta de enorme interés para aquellas personas que quieren conocer la variedad faunística del litoral de la Región de Murcia sin equipo de inmersión. El factor de accesibilidad, de abundancia y de rareza de especies confiere a La Azohía un valor incalculable“. (J.C. Calvín y col. 1989).
La zona cuenta con una importante presencia de comunidades superficiales, medias y profundas de substrato duro, y numerosas especies indicadores de un muy alto valor ecológico.
Las poblaciones de las zonas bien iluminadas (fotófilas), que llegan a sobrepasar los 30 m de profundidad, presentan un elevado número de algas verdes (Acetabularia, Codium), pardas (Halopteris, Padina) y rojas (Amphiroa, Jania). Entre los animales destacan numerosas esponjas (Ircinia), cnidarios (Anemonia, Aglaophemia), poliquetos (Spirographis), moluscos (Murex, Sepia), crustáceos (Balanus, Maja), erizos (Arbacia, Paracentrotus) y peces como los tordos (Labrus) o las coloridas doncellas (Coris).
Las comunidades de las zonas de penumbra (esciáfilas), de gran riqueza cromática, son características de profundidades intermedias, aunque aquí pueden ser observadas a poca distancia de la superficie. Es el llamado precoralígeno, en el que las algas rojas como Peyssonellia y Lithophyllum destacan sobre las verdes (Halimedea, Udotea) y pardas (Dyctyopteris). La diversidad faunística es muy notable, tanto en esponjas (Hymeniacidon, Clathrina), como en cnidarios como las anémonas incrustantes (Parazoanthus) y otras (Aiptasia), poliquetos (Serpula, Protula), moluscos como la ostra roja y el pulpo, o crustáceos como la cigarra. Son igualmente abundantes los salmonetes, Tripterygion y otras especies de peces, que comparten el hábitat con briozoos como el falso coral (Myriapora) o Margaretta, equinodermos como la Ofiura o la estrella de mar común, y ascidias como la esponja roja (Halocynthia).
Aunque cada día más escasas, es posible encontrar todavía en la zona dos grandes especies de crustáceos decápodos, de gran interés comercial, como son la langosta y el bogavante.
Las extensiones de la planta Posidonia oceanica, con un aspecto entre denso y muy denso, ocupan las ensenadas y calas, y en especial las zonas arenosas del entorno de La Azohía-Cala Cerrada. Las praderas de esta planta son uno de los ecosistemas submarinos más productivos, siendo considerados como verdaderos “bosques” en el mar, y desempeñando un gran interés para un buen estado de las pesquerías locales. Esto se debe tanto a la importancia para la alimentación como por facilitar cobijo en sus enmarañadas cintas a los peces, moluscos y demás componente de la fauna marina, siendo algunos de ellos muy importantes para la economía local. En las arenas encontramos también otras formaciones de fanerógamas (Zostera, Cymodocea).
En las aguas que rodean la mole rocosa entre Cabo Tiñoso y La Azohía es fácil la observación de numerosas especies pelágicas -que viven en mar abierto- como la lecha y la barracuda, a veces formando grandes cardúmenes. A pesar de su intensa persecución, es también posible encontrarse aún con grandes predadores marinos como los congrios, morenas y meros, que se refugian en zonas cada vez más profundas.

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Litoral emergido

La costa acantilada que se levanta bruscamente desde el mar constituye un magnífico refugio para numerosas especies de aves, entre las que destaca el Halcón peregrino, residente habitual de los cantiles. Pardelas cenicientas y Paiños mediterráneos se reproducen en un islote cercano, obteniendo las primeras una parte importante de su alimentación del aprovechamiento de los descartes de los barcos arrastreros que faenan en la zona. Entre las plantas aparecen también especies de gran interés, como el cornical y diversas rupícolas (viven directamente sobre las rocas), algunas de reducida distribución en Europa.
Al igual que el área de Cabo de Palos-Islas Hormigas, la primera Reserva Marina del litoral de la Región de Murcia, también Cabo Tiñoso-La Azohía responde a todos los criterios medioambientales que internacionalmente se consideran para seleccionar las zonas de mayor valor ecológico:


Presenta una alta diversidad de hábitat y especies.
Presenta una alta “naturalidad”, al ser zona suficientemente alejada de núcleos urbanos, siendo escasa la humanización de los mismos.
Constituye una buena “representación” de las biocenosis bentónicas mediterráneas.
Presenta suficiente “extensión” para asegurar el desarrollo de las especies o comunidades que albergan.
Presenta un alto “valor potencial” como posible zona de recuperación de especies muy castigadas.
Acoge especies y biocenosis cuyo alto “desarrollo-rareza”- necesita de la zona tal como está para permanecer y no ser sustituidas por especies o biocenosis más oportunistas o cosmopolitas.
Presenta un “atractivo intrínseco” en función de los diferentes usos que se pueden tener una vez protegida: científico, educacional, ocio, cultural, etc.

A los valores naturales se unen los culturales, y en especial la presencia de la “almadraba” que todos los años se cala desde la punta de La Azohía, para la captura de melva, bonito, lecha y otras especies de peces migradores. Este laberinto de redes era ya utilizado en las costas de Cartagena en época romana, habiéndose encontrado junto a la desembocadura de la rambla de la Bocaoria restos arqueológicos de fábricación de salazones.


Un espacio natural clave para la conservación del delfín mular



Desde 1992, la Asociación Alnitak desarrolla un seguimiento a largo plazo de las poblaciones de cetáceos del sudeste peninsular, con especial enfoque en aquellas que, como el delfín mular (Tursiops truncatus) están consideradas prioritarias tanto a nivel nacional como internacional por la Convención de Berna, Convención de Washington, etc. El delfín mular es un delfín gregario (vive habitualmente en grupos) que en el Mediterráneo ocupa las aguas costeras de la plataforma continental principalmente. La alimentación de esta especie, basada sobre todo en peces demersales, la ha llevado a competir directamente con el hombre. La escasez de alimento, como resultado de una sobre-explotación de los recursos de la plataforma continental mediterránea es, sin lugar a dudas, una de las principales causas de su regresión en este mar.
Los resultados analizados hasta la fecha han permitido identificar la franja costera del Cabo Tiñoso y la Bahía de la Azohía como uno de los hábitats preferenciales para las últimas poblaciones de delfín mular presentes en aguas de la Comunidad Autónoma de Murcia.
En la zona confluyen, sin embargo, diferentes actividades: aprovechamiento de los recursos pesqueros mediante artes como el arrastre, cerco, trasmallo, cultivos marinos, etc., realización de pruebas militares submarinas y de superficie, pesca deportiva, etc., cuya incidencia sobre la población de delfines mulares ha sido documentada por ANSE en aspectos como captura para delfinarios, muerte por interacción con la pesca, varamientos y otros.
En la última década, ANSE-Cartagena viene recopilando igualmente información sobre los varamientos de pequeños cetáceos en las costas de la Región de Murcia, así como de las posibles interacciones con actividades humanas de las especies más costeras.


Reserva marina

Las zonas de reserva marina tienen entre otros fines proteger los ecosistemas marinos con características ecológicas diferenciadas y que presentan un especial interés para la regeneración de los recursos pesqueros, y en las que se restringen o prohibe el ejercicio de las actividades que puedan alterar su equilibrio biológico.
Anse-Cartagena considera que la declaración de la zona como Reserva Marina, al igual que ha ocurrido en Cabo de Palos-Islas Hormigas, debería tender sobre todo a una reorientación de usos, y no a una mera prohibición y restricciones abocadas al fracaso. Es importante resaltar al respecto que la creación de reservas submarinas en el litoral mediterráneo español ha supuesto en todos los casos importantes mejoras socioeconómicas. De esta manera, las medidas a tomar deberían ser:


Realizar una zonación que asegure la compatibilidad de la conservación de la zona con los distintos usos: educativos, científicos, turísticos, etc.
Prohibición total de la pesca submarina y el marisqueo (pulpos, dátiles, langostas, cigarrones, etc.) y regulación de la pesca deportiva desde pequeñas embarcaciones.
Prohibición de la pesca profesional desde embarcaciones de alta potencia (arrastre y pelágica).
Regulación de la pesca profesional artesanal.
Prohibición de cualquier tipo de vertidos.
Prohibición de cualquier obra marítima (incluidas puertos y regeneraciones de playas).
Regulación de las actividades de buceo.
Regulación del acceso y anclaje de embarcaciones.
Potenciación de las actividades de educación ambiental.
Prohibición de maniobras militares que conlleven explosiones tanto en superficie como en profundidad, o el uso de sonares potentes que puedan afectar a los cetáceos.

http://www.asociacionanse.org/