The diving journalist
5th July 2011, 20:00
Los 32 agentes del grupo de buceo de la Brigada Móvil participan en los rescates acuáticos tanto en mar como en ríos, pantanos y embalses. Los más complicados son, sin duda, "los rescates en pantano", por la nula visibilidad, las corrientes y el peligro de quedar atrapados
Bilbao. ¿Todo el mundo puede trabajar de buzo?
No. Sin menospreciar la labor ni el peligro que corren el resto de compañeros de rescate, los buceadores estamos hechos de otra pasta. No todo el mundo sirve para ser buzo de rescate. Trabajamos en un medio sin oxígeno, en oscuridad. Estás metido, por ejemplo, en un barco sumergido, entras en un túnel sin visibilidad y dices: "¿Dónde estoy?
¿Cómo se orientan?
Las manos son los ojos y mediante el tacto te vas haciendo una idea más o menos de dónde estás. Pero a veces es erróneo y tienes que volver sobre tus pasos y configurar mentalmente la situación.
Y ¿si se confunden?
¡Uf! La has cagado.
¿Profesión y también pasión?
Sí, tengo la suerte de trabajar en una de mis mayores aficiones. No todo el mundo tiene esa suerte, porque para mí es un placer trabajar.
También hay momentos duros.
Psicológicamente, nuestro trabajo es muy duro. El hecho de no tener visibilidad es claustrofóbico. Vemos cosas desagradables que no son aptas para muchas personas y hay buzos que no lo aguantan.
¿Llegan a hacerse inmunes?
Nos vamos haciendo duros a base de pasar por malos momentos. No es que no sintamos, sentimos, sobre todo, cuando sacamos a personas que por su edad o situación no deberían haber fallecido. En esos momentos, hacemos el trabajo, y listo, pero luego...
Es inevitable acordarse.
Estás en casa y las imágenes vienen a la mente. Tenemos ese pequeño sufrimiento psicológico.
¿Cuentan con apoyo profesional?
Sí. Si tuviéramos algún problema que nos afectara demasiado, tenemos un gabinete a nuestro servicio. Pero con la cantidad de rescates que hacemos al cabo de los años nos construimos una capa para no sufrir tanto.
¿La experiencia es un grado?
Sí, los componentes del grupo son buceadores experimentados y sabemos que cuando nos toca intervenir suele ser porque tenemos una clave negra, es decir, una muerte.
¿Cuáles son las actuaciones más complicadas?
Sin duda, las búsquedas en pantanos. En la ría, la corriente y la poca visibilidad complican el trabajo y lo hace más peligroso; pero en los pantanos, además, hay vegetación, estructuras y encofrados, desagües, e incluso pueblos sumergidos. Tenemos que bucear con cuidado para no enredarnos y quedar atrapados; así trabajamos en tensión.
Además, las botellas de aire no son eternas...
Así es, tenemos que hacer una búsqueda y descansar debido a los niveles de dióxido de carbono en el riego sanguíneo.
No solo trabajan en rescates.
También realizamos reconocimientos, búsquedas de pruebas y trabajos conjuntos con otros grupos como el de montaña o con los helicópteros de rescate.
¿En qué ocasiones colaboran?
En salvamentos en pozas y embalses, en barrancos, simas y aguas subterráneas. Tenemos conocimientos de montaña. El grupo de montaña nos entrena a nosotros y nosotros a ellos, pero los rescatadores de montaña no pueden sumergirse porque no tienen la titulación ni un seguro. Por eso, ellos nos ayudan a llegar al lugar con el equipo y nosotros nos sumergimos.
http://www.deia.com
Bilbao. ¿Todo el mundo puede trabajar de buzo?
No. Sin menospreciar la labor ni el peligro que corren el resto de compañeros de rescate, los buceadores estamos hechos de otra pasta. No todo el mundo sirve para ser buzo de rescate. Trabajamos en un medio sin oxígeno, en oscuridad. Estás metido, por ejemplo, en un barco sumergido, entras en un túnel sin visibilidad y dices: "¿Dónde estoy?
¿Cómo se orientan?
Las manos son los ojos y mediante el tacto te vas haciendo una idea más o menos de dónde estás. Pero a veces es erróneo y tienes que volver sobre tus pasos y configurar mentalmente la situación.
Y ¿si se confunden?
¡Uf! La has cagado.
¿Profesión y también pasión?
Sí, tengo la suerte de trabajar en una de mis mayores aficiones. No todo el mundo tiene esa suerte, porque para mí es un placer trabajar.
También hay momentos duros.
Psicológicamente, nuestro trabajo es muy duro. El hecho de no tener visibilidad es claustrofóbico. Vemos cosas desagradables que no son aptas para muchas personas y hay buzos que no lo aguantan.
¿Llegan a hacerse inmunes?
Nos vamos haciendo duros a base de pasar por malos momentos. No es que no sintamos, sentimos, sobre todo, cuando sacamos a personas que por su edad o situación no deberían haber fallecido. En esos momentos, hacemos el trabajo, y listo, pero luego...
Es inevitable acordarse.
Estás en casa y las imágenes vienen a la mente. Tenemos ese pequeño sufrimiento psicológico.
¿Cuentan con apoyo profesional?
Sí. Si tuviéramos algún problema que nos afectara demasiado, tenemos un gabinete a nuestro servicio. Pero con la cantidad de rescates que hacemos al cabo de los años nos construimos una capa para no sufrir tanto.
¿La experiencia es un grado?
Sí, los componentes del grupo son buceadores experimentados y sabemos que cuando nos toca intervenir suele ser porque tenemos una clave negra, es decir, una muerte.
¿Cuáles son las actuaciones más complicadas?
Sin duda, las búsquedas en pantanos. En la ría, la corriente y la poca visibilidad complican el trabajo y lo hace más peligroso; pero en los pantanos, además, hay vegetación, estructuras y encofrados, desagües, e incluso pueblos sumergidos. Tenemos que bucear con cuidado para no enredarnos y quedar atrapados; así trabajamos en tensión.
Además, las botellas de aire no son eternas...
Así es, tenemos que hacer una búsqueda y descansar debido a los niveles de dióxido de carbono en el riego sanguíneo.
No solo trabajan en rescates.
También realizamos reconocimientos, búsquedas de pruebas y trabajos conjuntos con otros grupos como el de montaña o con los helicópteros de rescate.
¿En qué ocasiones colaboran?
En salvamentos en pozas y embalses, en barrancos, simas y aguas subterráneas. Tenemos conocimientos de montaña. El grupo de montaña nos entrena a nosotros y nosotros a ellos, pero los rescatadores de montaña no pueden sumergirse porque no tienen la titulación ni un seguro. Por eso, ellos nos ayudan a llegar al lugar con el equipo y nosotros nos sumergimos.
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