The diving journalist
28th June 2011, 00:36
La tienda Buceo Carballo, ubicada en la confluencia de las calles Vázquez de Parga y Emilia Pardo Bazán, fue escenario este fin de semana de un robo de material valorado en unos 600 euros.
El propietario del establecimiento recibió una llamada de la Policía Local, a las 05.30 horas del sábado, en la que le alertaban de que en su negocio se había producido un robo. Una vez en el lugar, descubrió que le habían arrebatado tres trajes de neopreno, con un precio de venta al público de 185 euros cada uno.
«Romperon unha luna da rúa Vázquez de Parga e por alí sacaron os traxes. Non sei moi ben como, porque os tiña bastante afastados do vidro, pero esta xente fai marabillas», relató el afectado, que tiene ambas fachadas del local cubiertas de rejas metálicas para evitar incidentes de este tipo.
El comerciante asume que los robos en su profesión están «á orde do día» y se resigna a soportarlos «da mellor maneira posible». Por el momento, la compañía de seguros que tiene contratada ya se ha encargado de sustituir la cristalera rota y ahora espera que le repongan los bienes sustraídos aunque «esas cousas van máis despacio».
Intento en A Laracha
Este suceso no ha sido el único de características similares ocurrido en la comarca de Bergantiños en los últimos días. Un estanco situado en la céntrica avenida Fisterra de A Laracha también recibió la visita de los ladrones, que trataron de acceder al establecimiento por la parte trasera. Sin embargo, no lograron su objetivo y tampoco consiguieron botín alguno.
El propietario del establecimiento recibió una llamada de la Policía Local, a las 05.30 horas del sábado, en la que le alertaban de que en su negocio se había producido un robo. Una vez en el lugar, descubrió que le habían arrebatado tres trajes de neopreno, con un precio de venta al público de 185 euros cada uno.
«Romperon unha luna da rúa Vázquez de Parga e por alí sacaron os traxes. Non sei moi ben como, porque os tiña bastante afastados do vidro, pero esta xente fai marabillas», relató el afectado, que tiene ambas fachadas del local cubiertas de rejas metálicas para evitar incidentes de este tipo.
El comerciante asume que los robos en su profesión están «á orde do día» y se resigna a soportarlos «da mellor maneira posible». Por el momento, la compañía de seguros que tiene contratada ya se ha encargado de sustituir la cristalera rota y ahora espera que le repongan los bienes sustraídos aunque «esas cousas van máis despacio».
Intento en A Laracha
Este suceso no ha sido el único de características similares ocurrido en la comarca de Bergantiños en los últimos días. Un estanco situado en la céntrica avenida Fisterra de A Laracha también recibió la visita de los ladrones, que trataron de acceder al establecimiento por la parte trasera. Sin embargo, no lograron su objetivo y tampoco consiguieron botín alguno.