The diving journalist
23rd March 2011, 08:41
Cruz Roja atiende el fin de semana a 24 personas con síntomas de picaduras
Las aguavivas han hecho acto de presencia estos días en la costa de la capital, desde Paso Alto hasta Las Teresitas. Durante esta semana está previsto que se mantengan los carteles puestos el pasado fin de semana por el Ayuntamiento en las diferentes zonas de baño que recomiendan a los bañistas no meterse en el agua. En los meses de febrero, marzo y abril es habitual que estos organismos marinos lleguen hasta la orilla de las Islas coincidiendo con las mareas altas. El viento, que ha cambiado de dirección y de intensidad, las arrastra hasta la costa con el consecuente peligro de picaduras que entrañan.
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En esta ocasión, ha llegado hasta el litoral santacrucero la conocida como fragata portuguesa, un tipo de sifonóforo que en Canarias se conoce popularmente como aguaviva. "Este animal tal vez es el más peligroso de todos", argumentó Alberto Brito, catedrático de Biología Marina de la Universidad de La Laguna. "Lo más peligroso es que son imposibles de ver bajo el agua, porque sus tentáculos se vuelven transparentes, lo que se traduce, si los bañistas se descuidan, en muchas más picaduras", explicó. Cuando salen a la superficie, una especie de flotador azul los hace visibles al ojo humano.
El personal del puesto que Cruz Roja tiene instalado a pie de Las Teresitas atendió durante todo el fin de semana a 24 personas que sufrieron el roce de estos animales. En concreto, durante la jornada del viernes se curó a dos personas, el sábado a 19 y el domingo se encargaron de otras tres. Solo durante el sábado se colocó la bandera roja para prohibir el baño, aunque "no siempre se respetan las advertencias", matizó Alejandro Ramos, coordinador de Cruz Roja en la playa chicharrera.
La primera reacción que tienen las personas que sufren el ataque de una aguaviva es "un picor muy intenso", matizó. Sin embargo, el rechazo que se produce depende en gran medida de la zona que resulte afectada. "Afortunadamente estos días solo han resultado afectados personas que no han sido alérgicas y la quemadura no ha pasado a mayores", apuntó. Lo habitual es que con un antihistamínico los síntomas desaparezcan en un corto espacio de tiempo.
Fátima Hernández, conservadora de Biología Marina del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, consideró que es muy importante que aunque cualquier persona se encuentre con una de estas aguavivas en la arena, "nunca, bajo ninguna circunstancia, se atrevan a tocarla".
Fuera del agua, estos seres gelatinosos se mantienen vivos al menos hasta 24 horas y su veneno es igual de eficaz en ese periodo de tiempo. "Las aguavivas aparecen y desaparecen de la misma forma, sin que los bañistas se den cuenta", valoró Fátima Hernández, para quien "es un proceso completamente normal que se produce siempre en esta época".
De la misma forma opinó el profesor Alberto Brito ya que "solo personas cualificadas y con experiencias deben proceder a su retirada de la playa". Asimismo, es necesario tener en cuenta que "si al acudir a bañarse se observan en el agua pequeños bolsas que parecen flotadores, nunca hay que bañarse", agregó Brito. La mejor forma de sacarlas del agua es con la ayuda de un jamo (red que utilizan los pescadores); si están en la orilla, con unos guantes gruesos para evitar el contacto es suficiente.
Elena Torres acude desde hace muchos años de forma habitual hasta la playa de Las Teresitas a bañarse y caminar. "Estos días la gente ha estado revolucionada, muy pendiente de ver alguna medusa, pero yo no he visto ninguna", señaló esta vecina de San Andrés. Justo en el otro lado de la playa, cerca de la escollera, está Antonio Sosa. Tampoco se ha topado con ninguna estos días, pero consideró que "el tiempo ha acompañado y es una pena que la gente haya tenido miedo de meterse en el agua por ellas".
Fuente: http://www.laopinion.es
Las aguavivas han hecho acto de presencia estos días en la costa de la capital, desde Paso Alto hasta Las Teresitas. Durante esta semana está previsto que se mantengan los carteles puestos el pasado fin de semana por el Ayuntamiento en las diferentes zonas de baño que recomiendan a los bañistas no meterse en el agua. En los meses de febrero, marzo y abril es habitual que estos organismos marinos lleguen hasta la orilla de las Islas coincidiendo con las mareas altas. El viento, que ha cambiado de dirección y de intensidad, las arrastra hasta la costa con el consecuente peligro de picaduras que entrañan.
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En esta ocasión, ha llegado hasta el litoral santacrucero la conocida como fragata portuguesa, un tipo de sifonóforo que en Canarias se conoce popularmente como aguaviva. "Este animal tal vez es el más peligroso de todos", argumentó Alberto Brito, catedrático de Biología Marina de la Universidad de La Laguna. "Lo más peligroso es que son imposibles de ver bajo el agua, porque sus tentáculos se vuelven transparentes, lo que se traduce, si los bañistas se descuidan, en muchas más picaduras", explicó. Cuando salen a la superficie, una especie de flotador azul los hace visibles al ojo humano.
El personal del puesto que Cruz Roja tiene instalado a pie de Las Teresitas atendió durante todo el fin de semana a 24 personas que sufrieron el roce de estos animales. En concreto, durante la jornada del viernes se curó a dos personas, el sábado a 19 y el domingo se encargaron de otras tres. Solo durante el sábado se colocó la bandera roja para prohibir el baño, aunque "no siempre se respetan las advertencias", matizó Alejandro Ramos, coordinador de Cruz Roja en la playa chicharrera.
La primera reacción que tienen las personas que sufren el ataque de una aguaviva es "un picor muy intenso", matizó. Sin embargo, el rechazo que se produce depende en gran medida de la zona que resulte afectada. "Afortunadamente estos días solo han resultado afectados personas que no han sido alérgicas y la quemadura no ha pasado a mayores", apuntó. Lo habitual es que con un antihistamínico los síntomas desaparezcan en un corto espacio de tiempo.
Fátima Hernández, conservadora de Biología Marina del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, consideró que es muy importante que aunque cualquier persona se encuentre con una de estas aguavivas en la arena, "nunca, bajo ninguna circunstancia, se atrevan a tocarla".
Fuera del agua, estos seres gelatinosos se mantienen vivos al menos hasta 24 horas y su veneno es igual de eficaz en ese periodo de tiempo. "Las aguavivas aparecen y desaparecen de la misma forma, sin que los bañistas se den cuenta", valoró Fátima Hernández, para quien "es un proceso completamente normal que se produce siempre en esta época".
De la misma forma opinó el profesor Alberto Brito ya que "solo personas cualificadas y con experiencias deben proceder a su retirada de la playa". Asimismo, es necesario tener en cuenta que "si al acudir a bañarse se observan en el agua pequeños bolsas que parecen flotadores, nunca hay que bañarse", agregó Brito. La mejor forma de sacarlas del agua es con la ayuda de un jamo (red que utilizan los pescadores); si están en la orilla, con unos guantes gruesos para evitar el contacto es suficiente.
Elena Torres acude desde hace muchos años de forma habitual hasta la playa de Las Teresitas a bañarse y caminar. "Estos días la gente ha estado revolucionada, muy pendiente de ver alguna medusa, pero yo no he visto ninguna", señaló esta vecina de San Andrés. Justo en el otro lado de la playa, cerca de la escollera, está Antonio Sosa. Tampoco se ha topado con ninguna estos días, pero consideró que "el tiempo ha acompañado y es una pena que la gente haya tenido miedo de meterse en el agua por ellas".
Fuente: http://www.laopinion.es