The diving journalist
22nd March 2011, 09:24
Antes de lanzarnos a la fascinante práctica de bucear con tiburones, se deben dar unos cuantos consejos prácticas y advertencias, sobre todo para los novatos: la mejor manera de comportarse en compañía de estos magníficos animales es estar preparado de antemano sobre qué especies vamos a encontrar en nuestro punto de inmersión, su peligrosidad, su conducta, pero también se deben tener en cuenta otros factores. si vamos a nadar de noche o día, en aguas turbias, con o sin corrientes, la profundidad, nuestra pericia,...
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Hay que estar atento, igualmente, a las señales manuales de los compañeros de buceo. Nunca bucee solo. Parece una tontería, pero sea “educado”, dejando que sea el tiburón el que se le acerque, y no al revés; que le investigue él tranquilamente, sin aspavientos. No se le ocurra perseguirlos o molestarlos de ningún modo, ¡y mucho menos dañarlos, pues se van a defender! No obstante lo más frecuente es que si el tiburón se siente amenazado se marche, en lugar de morderlo.
Trate de evitar mirar al tiburón directamente. Según muchos expertos, estos animales parecen sentirse incómodos si se les mira fijamente. Mejor mirarlos de lado o reojo, pero sin perderlos de vista, vigilándolos con cautela, incluso aunque parezca haberse marchado.
Permanezca inmóvil durante su encuentro con el tiburón, preferentemente en el fondo, horizontal, tratando de convertirse en una parte más del terreno, sin movimientos bruscos.
Evite amontonarse con otros buzos: los tiburones a menudo perciben a los grupos de buzos en formación cerrada como un único organismo grande y amenazante. Permanezca cerca de su compañero por razones de seguridad normal, pero relativamente lejos de las otras parejas. Tampoco es conveniente
Aproveche la curiosidad natural del tiburón para prolongar el encuentro. Intente tararear bajito en su regulador o golpee dos piedras o su tanque con algo metálico; cosas tan simples como estas a veces son muy exitosas a la hora de atraer la curiosidad de un tiburón. También puede atraer su curiosidad con una cámara o guantes de colores brillantes, aunque sin gesticular demasiado, pues el tiburón puede pensar que sus guantes sean algo comestible.
Mejor no los alimente, usando carnada o intente alimentar a un tiburón bajo el agua; puede cambiar radicalmente la conducta investigativa del animal, e incluso puede atraer a otros, haciendo difícil controlarlos a todos. Deje la alimentación de tiburones a los profesionales.
Si debe volver a la superficie mientras anda un tiburón cerca, lo mejor es moverse lentamente, sin perder nunca de vista al tiburón, buscando llegar lo más directo posible al sitio de salida planificado. Observe cuidadosamente el comportamiento del tiburón. Si parece excitado o agitado (movimientos bruscos y rápidos; aletas pectorales plegadas hacia abajo; cambios bruscos en el estilo de nado), abandone el agua de inmediato.
El gran tiburón blanco (Carcharodon carcharyas) se puede avistar en muchos puntos del planeta, pues su distribución abarca prácticamente todos los mares y océanos (costa del Pacífico americano, Sudáfrica, costa meridional y oriental de Australia, Nueva Zelanda, Polinesia, mar Mediterráneo, Caribe, Atlántico Central y Norte, etc.). No obstante, uno de los mayores santuarios del tiburón blanco –y uno de los mejores puntos del globo para verlos y bucear con ellos- es Sudáfrica, en Gansbaai ("Bahía de las Ocas", localidad situada a unas 3 horas de Ciudad del Cabo), lugar conocido internacionalmente como la capital mundial de los grandes blancos, y entorno ideal, además, donde ver ballenas y focas (alimento principal de esta especie). El precio oscila entre los 90-110 euros, lo que incluye el transporte ida y vuelta desde Ciudad del Cabo, el desayuno y la inmersión con el equipo de buceo y la jaula. Se puede contratar por Internet o directamente en cualquier hotel o agencia.
No es necesario meterse en el agua para disfrutar de esos magníficos animales, ya que pasan muy cerca del barco y el capitán hace lo imposible para que saquen la cabeza fuera del agua, así que si a alguien le da miedo meterse en la jaula, que no se preocupe, pues es una experiencia inolvidable.
En cuanto a la jaula es un elemento muy seguro (aunque te hacen firmar antes de la inmersión un documento de conformidad y exención de riesgos). Normalmente en la jaula bajan de 4 a 6 personas en sesiones de unos 20 minutos.
La visibilidad bajo el agua en esta zona no es demasiada, pues las fuertes corrientes y a la turbiedad natural de este mar no permiten normalmente ver con claridad más allá de unos 7 u 8 metros, lo que hace aún más impresionante ver a estos grandes animales acercarse, casi por sorpresa.
Otros lugares ideales para avistamiento de tiburones, en general, no sólo blancos, se dan en el Caribe y el Golfo de México, y en Australia. Aquí, con suerte, podremos incluso ver tiburones peregrinos (Cetorhinus maximus) y tiburones ballena (Rinchodon typus), los “colosos” del mundo de los escualos, y totalmente inofensivos (se alimentan de pláncton exclusivamente), todo un espectáculo, aunque lo más habitual es nadar entre tintoreras, peces martillo (Sphyrna lewini), tiburones toro (Carcharhinus leucas) y zorro (Alopias vulpinus). En Australia hay numerosas especies endémicas, caracterizadas por curiosas pigmentaciones que parecen camuflajes naturales, para confundirse con el entorno, y totalmente inofensivas.
El precioso Mar Rojo es el hogar de uno de los escualos más temidos, el tiburón de punta blanca (Triaenodon obessus). Pese a su leyenda negra, se han registrado realmente pocos casos de ataques a humanos, y por lo general se muestra más precavido y tímido con los buzos que otra cosa. Una de las mejores zonas aquí para disfrutarlos es el arrecife de Elphinstone Reef. También abundan los tiburones martillo y los blancos, entre otras variedades.
Las playas de California y la Baja California son otro de los paraísos mundiales de buceo con tiburones, sobre todo tintoreras, azules y marrajos.
Las Islas Maldivas destacan como uno de los mayores puntos de concentración de tiburones ballena, y hay empresas que trabajan exclusivamente con el tema del avistamiento de estos peculiares animales, raros de ver en otros sitios. Aunque quizáentre octubre y enero, el verdadero reino del ballena (Rhinchodon typus) sean las costas africanas del Golfo de Tadjoura, en Djibouti.
En el Pacífico colombiano, destaca el santuario de tiburones de la Isla de Malpelo, parque nacional natural, rico en tiburones sedosos (Carcharhinus falciformis), puntas blancas de arrecife, y variedades raras como el tiburón ballena y el casi espectral solrayo (Odontaspis ferox), localmente conocido como "Monstruo", que no suele encontrarse a menos de 50 metros de profundidad.
La isla de Cocos, a 300 millas de Costa Rica, también popularmente denominada "Isla del Tesoro", es rica en puntas blanca, sedosos, ... Otras islas famosas por sus escualos, de muy variadas especies, son las Bahamas, sobre todo Nassau y el célebre punto de inmersión de Shark Wall, en donde su presencia está 100% asegurada.
En cualquiera de estos sitios, y muchos más, encontraremos empresas y agencias que organizan actividades relacionadas con el avistamiento y buceo con tiburones, una experiencia que a buen seguro se quedará grabada fuertemente en nuestras memorias, de por vida.
Fuente: http://www.turismosalvaje.com
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Hay que estar atento, igualmente, a las señales manuales de los compañeros de buceo. Nunca bucee solo. Parece una tontería, pero sea “educado”, dejando que sea el tiburón el que se le acerque, y no al revés; que le investigue él tranquilamente, sin aspavientos. No se le ocurra perseguirlos o molestarlos de ningún modo, ¡y mucho menos dañarlos, pues se van a defender! No obstante lo más frecuente es que si el tiburón se siente amenazado se marche, en lugar de morderlo.
Trate de evitar mirar al tiburón directamente. Según muchos expertos, estos animales parecen sentirse incómodos si se les mira fijamente. Mejor mirarlos de lado o reojo, pero sin perderlos de vista, vigilándolos con cautela, incluso aunque parezca haberse marchado.
Permanezca inmóvil durante su encuentro con el tiburón, preferentemente en el fondo, horizontal, tratando de convertirse en una parte más del terreno, sin movimientos bruscos.
Evite amontonarse con otros buzos: los tiburones a menudo perciben a los grupos de buzos en formación cerrada como un único organismo grande y amenazante. Permanezca cerca de su compañero por razones de seguridad normal, pero relativamente lejos de las otras parejas. Tampoco es conveniente
Aproveche la curiosidad natural del tiburón para prolongar el encuentro. Intente tararear bajito en su regulador o golpee dos piedras o su tanque con algo metálico; cosas tan simples como estas a veces son muy exitosas a la hora de atraer la curiosidad de un tiburón. También puede atraer su curiosidad con una cámara o guantes de colores brillantes, aunque sin gesticular demasiado, pues el tiburón puede pensar que sus guantes sean algo comestible.
Mejor no los alimente, usando carnada o intente alimentar a un tiburón bajo el agua; puede cambiar radicalmente la conducta investigativa del animal, e incluso puede atraer a otros, haciendo difícil controlarlos a todos. Deje la alimentación de tiburones a los profesionales.
Si debe volver a la superficie mientras anda un tiburón cerca, lo mejor es moverse lentamente, sin perder nunca de vista al tiburón, buscando llegar lo más directo posible al sitio de salida planificado. Observe cuidadosamente el comportamiento del tiburón. Si parece excitado o agitado (movimientos bruscos y rápidos; aletas pectorales plegadas hacia abajo; cambios bruscos en el estilo de nado), abandone el agua de inmediato.
El gran tiburón blanco (Carcharodon carcharyas) se puede avistar en muchos puntos del planeta, pues su distribución abarca prácticamente todos los mares y océanos (costa del Pacífico americano, Sudáfrica, costa meridional y oriental de Australia, Nueva Zelanda, Polinesia, mar Mediterráneo, Caribe, Atlántico Central y Norte, etc.). No obstante, uno de los mayores santuarios del tiburón blanco –y uno de los mejores puntos del globo para verlos y bucear con ellos- es Sudáfrica, en Gansbaai ("Bahía de las Ocas", localidad situada a unas 3 horas de Ciudad del Cabo), lugar conocido internacionalmente como la capital mundial de los grandes blancos, y entorno ideal, además, donde ver ballenas y focas (alimento principal de esta especie). El precio oscila entre los 90-110 euros, lo que incluye el transporte ida y vuelta desde Ciudad del Cabo, el desayuno y la inmersión con el equipo de buceo y la jaula. Se puede contratar por Internet o directamente en cualquier hotel o agencia.
No es necesario meterse en el agua para disfrutar de esos magníficos animales, ya que pasan muy cerca del barco y el capitán hace lo imposible para que saquen la cabeza fuera del agua, así que si a alguien le da miedo meterse en la jaula, que no se preocupe, pues es una experiencia inolvidable.
En cuanto a la jaula es un elemento muy seguro (aunque te hacen firmar antes de la inmersión un documento de conformidad y exención de riesgos). Normalmente en la jaula bajan de 4 a 6 personas en sesiones de unos 20 minutos.
La visibilidad bajo el agua en esta zona no es demasiada, pues las fuertes corrientes y a la turbiedad natural de este mar no permiten normalmente ver con claridad más allá de unos 7 u 8 metros, lo que hace aún más impresionante ver a estos grandes animales acercarse, casi por sorpresa.
Otros lugares ideales para avistamiento de tiburones, en general, no sólo blancos, se dan en el Caribe y el Golfo de México, y en Australia. Aquí, con suerte, podremos incluso ver tiburones peregrinos (Cetorhinus maximus) y tiburones ballena (Rinchodon typus), los “colosos” del mundo de los escualos, y totalmente inofensivos (se alimentan de pláncton exclusivamente), todo un espectáculo, aunque lo más habitual es nadar entre tintoreras, peces martillo (Sphyrna lewini), tiburones toro (Carcharhinus leucas) y zorro (Alopias vulpinus). En Australia hay numerosas especies endémicas, caracterizadas por curiosas pigmentaciones que parecen camuflajes naturales, para confundirse con el entorno, y totalmente inofensivas.
El precioso Mar Rojo es el hogar de uno de los escualos más temidos, el tiburón de punta blanca (Triaenodon obessus). Pese a su leyenda negra, se han registrado realmente pocos casos de ataques a humanos, y por lo general se muestra más precavido y tímido con los buzos que otra cosa. Una de las mejores zonas aquí para disfrutarlos es el arrecife de Elphinstone Reef. También abundan los tiburones martillo y los blancos, entre otras variedades.
Las playas de California y la Baja California son otro de los paraísos mundiales de buceo con tiburones, sobre todo tintoreras, azules y marrajos.
Las Islas Maldivas destacan como uno de los mayores puntos de concentración de tiburones ballena, y hay empresas que trabajan exclusivamente con el tema del avistamiento de estos peculiares animales, raros de ver en otros sitios. Aunque quizáentre octubre y enero, el verdadero reino del ballena (Rhinchodon typus) sean las costas africanas del Golfo de Tadjoura, en Djibouti.
En el Pacífico colombiano, destaca el santuario de tiburones de la Isla de Malpelo, parque nacional natural, rico en tiburones sedosos (Carcharhinus falciformis), puntas blancas de arrecife, y variedades raras como el tiburón ballena y el casi espectral solrayo (Odontaspis ferox), localmente conocido como "Monstruo", que no suele encontrarse a menos de 50 metros de profundidad.
La isla de Cocos, a 300 millas de Costa Rica, también popularmente denominada "Isla del Tesoro", es rica en puntas blanca, sedosos, ... Otras islas famosas por sus escualos, de muy variadas especies, son las Bahamas, sobre todo Nassau y el célebre punto de inmersión de Shark Wall, en donde su presencia está 100% asegurada.
En cualquiera de estos sitios, y muchos más, encontraremos empresas y agencias que organizan actividades relacionadas con el avistamiento y buceo con tiburones, una experiencia que a buen seguro se quedará grabada fuertemente en nuestras memorias, de por vida.
Fuente: http://www.turismosalvaje.com