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Ver la versión completa : La Isla Bonaire, o El Paraíso del Buceo



The diving journalist
1st March 2011, 08:26
La isla de Bonaire (Boneiru en su idioma papiamento), está localizada al sur del mar Caribe, frente a la costa occidental de Venezuela, y forma parte del grupo de islas de Sotavento de las Antillas Menores, junto con las islas de Aruba y Curazao. Aunque se conoce primordialmente como un sitio espectacular para el submarinismo, anillado por una serie de arrecifes a las afueras de la costa, es también el destino de los buenos exploradores, con una escena artística y de arte culinario en continuo desarrollo, y un montón de actividades en tierra.

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Atractivos turísticos
Anualmente miles de turistas gozan de la belleza de su paisaje, la tranquilidad de sus hermosas playas y el recorrido por su misterioso mundo subacuático. La recorren senderos y caminos, aunque en su interior se hallan lagos de aguas saladas, siendo uno de los más atractivos el Lago Goto, habitado por unos 20 mil flamencos.
La mayor belleza de la isla está en su vida subacuática, en la que el buceador encuentra una variedad de flora y fauna constituida por peces lobo, meros, peces trompeta, peces ángel, barracudas, erizos de mar y cangrejos ermitaños, que semejan un paisaje de ciencia-ficción, porque se pueden divisar 30 metros abajo de la superficie.
Otros lugares de interés son Las Colonias de Flamencos, cerca de Goto-Meer. Los edificios holandeses históricos, las cabañas esclavas en Cacerola Rode y el Solar Salt Works, las pinturas rupestres indias Arawak, en Boca Omina. El Museo de Bonaire Beach, Washington, El Bonaire Marine Park, El Faro del Willemstoren, Dos Pos, Rincon, Klein Bonaire y Lac Bay.

Qué hacer
Los turistas se pueden sumergir en las aguas cristalinas y cálidas llenas de peces, o en los arrecifes de corales plenos de esponjas de colores pastel, que rodean las playas de arena fina; o explorar los caminos repletos de cactus de la Reserva Rooi Lamoenchi para llegar a los campos de aloe vera y a los edificios en ruinas de las plantaciones; o visitar Fort Orange, en Kralendijk, antigua residencia del Gobernador, que también hizo las veces de prisión, y la cual, después de añadirle un faro, sirvió para guiar a los barcos cargados de sal hacia el mar; o contemplar las Cabañas rústicas de esclavos de la época previa a la emancipación, que recuerdan la era del comercio de sal y los problemas sociales resultantes.

Gastronomía
A pesar de ser una isla con recursos limitados, es conocida por tener algunos de los mejores restaurantes del Caribe, cuyos Chefs ocupan anualmente los primeros lugares en las competencias regionales. Una gran variedad de lugares de comida local ofrecen estofados, sopas, frituras frescas, y por supuesto, el pescado frito. Y aunque existen algunas "renombradas" cadenas de comida rápida, cada establecimiento le agrega su toque "local", con extensas cartas de vino y creativos menús de comida casera y gourmet.
También los visitantes pueden escoger entre comidas de diferentes etnias como Indonesia, China, Surinam, Continental, Francesa, e Italiana, cuyos precios son moderadamente comparables a los de algunas ciudades de Estados Unidos o Europa.
En la isla hay muchos platos típicos, aunque la mayoría no son sino occidentales "indianizados", como la "baka" o el "kabrito". Algo exótico es la iguana, cocinada generalmente en forma de estofado y acompañada con arroz, cuyo sabor es como de pollo, pero con la textura del conejo.

Dónde comprar
En las boutiques de marcas exclusivas y centros comerciales se encuentra desde ropa elegante y de playa, hasta pequeños accesorios hechos a mano, o adornos artesanales; en las tiendas duty-free se consiguen artículos de cerámica, vino importado y productos holandeses; en el popular Mercadillo de Rincon Street, los días sábados venden souvenirs y artesanías a precios accesibles; en los supermercados, objetos cotidianos y mercancías de marcas internacionales; y en las tiendas especializadas, especialmente en el centro Kralendijk, existe una amplia gama de productos locales e importados, que reflejan de manera particular los rasgos relajados, pintorescos y animados del Caribe.

Los deportes
La capital de las Antillas Holandesas goza de ambientes naturales que brindan la posibilidad de realizar todo tipo de deportes acuáticos y terrestres como el buceo, windsurf, pesca, snorkel o mountain bike. Sus 287,5 kilómetros cuadrados están rodeados por un arrecife al que se llega muy fácilmente buceando desde la orilla. En la isla principal hay 60 sitios para buceo, y otros 26 más en la cercana Klein Bonaire, marcados por rocas pintadas de amarillo brillante, ubicadas a un lado del camino, cuyos nombres son 1,000 Steps (Mil Pasos), Alice in Wonderland (Alicia en el país de las maravillas), Country Garden (País Jardín) y Sweet Dreams (Dulces Sueños).

Cómo llegar
Para llegar a Bonaire hay que hacerlo por barco (en un crucero por el Caribe) o avión, desde Estados Unidos, Venezuela, u Holanda. Una vez en la isla hay que alquilar un carro, cuyos precios son asequibles, en especial si es para un grupo de tres o cuatro personas. El vehículo de alquiler por excelencia es lo que ellos llaman "minibus", ya que caben de cuatro a cinco personas, con todo el equipo de inmersión.
En la aduana lo único que exigen es el pasaporte, aunque en ocasiones también piden el billete de salida, pero no hace falta el visado. El control de inmigración es como en cualquier otro país europeo.